Arrepentimiento

Mujica: “Se me fue la lengua, ofendí a nobles compañeros y naturalmente estuve mal”

El ex presidente de la República y electo senador, José Mujica, reconoció que ofendió a “nobles compañeros” con sus cuestionamientos al feminismo. “En estos días de enorme calentura se me fue la lengua y ofendí a nobles compañeros, referentes que en el fondo representan matices importantes, incuestionables, de la composición de nuestra herramienta. Y naturalmente estuve muy mal”.

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En su espacio radial en M-24, Mujica se refirió a sus recientes declaraciones al semanario Voces y sus críticas al feminismo.

Mujica dijo que se viene sintiendo “muy mal” por los resultados electorales. “Lo que ocurrió entre el 27 de octubre y el 24 de noviembre no fue un error del pueblo frenteamplista, sino parsimonia excesiva de sus dirigentes, por lo menos varios dirigentes entre los que me incluyo”.

“Y seguramente en estos días de enorme calentura se me fue la lengua y con esto ofendí a nobles compañeros, referentes que en el fondo representan matices importantes, incuestionables, de la composición de nuestra herramienta. Y naturalmente estuve muy mal”, reconoció Mujica.

Agregó que la corriente política a la que pertenece se caracteriza por “promover compañeras como nadie”.

En tal sentido ejemplificó con el hecho de que “todas las presidentas que ha tenido la Cámara de Diputados, que son varias, fueron de su sector, y “ello fue por voluntad política del Movimiento de Participación Popular”.

Contra viento y marea

Recordó que cuando ejerció la Presidencia de la República promovió “contra viento y marea” la Ley de Interrupción voluntaria del embarazo, porque entendió que era una manera de “defender a las mujeres más humildes”.

“Fui, como presidente de la República, quien salió con letreros por la calle, cuando empezó a menudear la violencia machista contra las mujeres, recordándoles a los hombres que en la vida hay que saber perder”, remarcó el ex mandatario.

Manifestó que el verdadero cambio no es de palabras, es cultural, y para que ello sea posible se requiere “incorporar el conocimiento masivo de las mujeres más humildes de este país, que son las que tienen más hijos y las que construyen y son, por razones naturales, las primeras educadoras de nuestro pueblo”.

Dijo que esas mujeres “suelen estar enormemente alejadas, por razones económicas, de los bienes públicos de la cultura, y es allí donde más duele el patriarcado y los prejuicios”. Remarcó que por tal motivo en su gobierno se creó el Plan Juntos, “orientado a ayudar a las mujeres y madres más pobres, vulnerables, solas y golpeadas por hombres que además las abandonan”.

Manifestó que “la marcha de una sociedad tiene sus ritmos, y tiene el ritmo de su retaguardia, que es lo más grande y es lo que está atrás. En todo caso, la vanguardia si existe, en el mejor de los casos no debe despegarse del pueblo y sectores sociales a los que busca defender y aspira a representar”.

Remarcó que la vanguardia primero debe ser entendida para que después esa retaguardia pueda construir una nueva cultura. “Necesita ser comprendida, para luego poder convencer”.

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