Recordar el golpe de Estado para que nunca más se repita
La interrupción de democrática del 27 de junio de 1973 es una fecha que se debe tener muy presente, para que no se repita nunca más, expresó la vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky.
Este jueves 27 junio se rememoró en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo los 46 años del golpe de Estado y de la Huelga General de 15 días que llevó adelante la entonces Central Nacional de Trabajadores (CNT), contra la dictadura cívico-militar que se instauraba.
Del acto de este jueves participaron la vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky; el senador, Rafael Michelini; el secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala; y el integrante del Zonal Aguada por el PIT-CNT, Salvador Sprovieri.
Topolansky expresó que se trata de una fecha que se debe tener presente “para que no se repita”.
“La interrupción democrática costó mucho al Uruguay, es bueno que año a año se recuerde, y que las generaciones posteriores puedan recibir el testimonio de esa época”, remarcó la vicepresidenta.
A la vez, recordó a aquellos militares demócratas, que no respaldaron el golpe de Estado y fueron presos. “Esos militares deben señalar el camino real que deben tener las Fuerzas Armadas cuando son democráticas en un país”.
“En la contraposición Golpe de Estado – Huelga General ningún uruguayo tuvo dudas sobre qué hacer”, remarcó.
Recordó que a “nadie sorprendió la disolución de las Cámaras legislativas el 27 de junio de 1973, bajo la excusa de la negativa al desafuero del senador Enrique Erro”.
Ante ese escenario surgió la resistencia en cada 1º de mayo, la marcha de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUU), el Acto de la Proclama del Obelisco (Río de Libertad), el NO al plebiscito de la reforma constitucional impulsada por los militares para perpetuarse en el poder, y los actos que son la continuidad del primer acto que fue la Huelga General.
La resistencia de los movimientos populares
Por su parte, Michelini resaltó la importancia de la Huelga General iniciada por el movimiento sindical, en rechazo al quiebre institucional.
“Fue la resistencia de los movimientos populares lo que terminó provocando la caída del régimen de facto”, aseguró.
Tanto Abdala como Sprovieri destacaron el papel que desempeñaron las organizaciones sindicales, los trabajadores individualmente y en conjunto, en la resistencia a la dictadura cívico-militar.
Resaltaron la defensa a la democracia, la libertad y las instituciones.
La Huelga General de 15 días, fue “única en el mundo, que enfrentó la dictadura, donde la sociedad estuvo alrededor de la huelga con el pueblo organizado”.
El 27 de junio de 1973, el entonces presidente Juan María Bordaberry disolvió las cámaras de Senadores y Representantes con el apoyo de las Fuerzas Armadas, anunció la creación de un Consejo de Estado, restringió la libertad de pensamiento y facultó a las Fuerzas Armadas y policiales a asegurar la prestación interrumpida de los servicios públicos.
Como respuesta al golpe de Estado, el Secretariado de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) comenzó una huelga general que se extendió por 15 días.
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