Entrevista a Christian di Candia: de prosecretario a intendente de Montevideo
En entrevista con LARED21 conversamos con el “novel” Intendente de Montevideo (asumió el 10 de abril pasado), hablamos de la gestión comunal, de las personas en situación de calle, de la crisis del Transporte y su diferendo con Juan Salgado Presidente de CUTCSA. También de la relación con ADEOM y las críticas a los bancos instalados en la Plaza Zabala.
«Hoy cada División (de la Intendencia), gestiona de acuerdo a los ingresos que tiene y esa forma de ajustar, ha determinado mayores espacios fiscales para poder generar más proyectos»
¿Desde su perspectiva de “novel” Intendente como está Montevideo?
En los últimos cuatro años, se ha iniciado un proceso de transformaciones interesantes. A Montevideo le faltaba un shock de infraestructura importante, que se está desarrollando principalmente desde el punto de vista vial. Tenemos una deuda con muchas calles y avenidas de la ciudad. En este momento, estamos con 40 puntos de obra simultáneas y sin empezar, algunas no las pudimos comenzar por el propio tránsito y la circulación. Otras, por acuerdos interinstitucionales, por ejemplo Garibaldi, están por comenzar, pero necesitamos que OSE realice algunas obras, tenemos algunas obras con problemas desde el punto de vista interno, en Mercedes, está parada, porque se detectaron roturas en la “Red Arteaga”. Esta Red tiene más de 150 años, está muy deteriorada, y si bien se están haciendo obras de mantenimiento, se calculaban entre 8 y 9 puntos de dificultad, y son más del doble. Por tanto, el Departamento de Saneamiento tiene que invertir para poder terminar la calle. Tenemos otra línea de acción, que tiene que ver con la transformación cultural, hemos invertido muchos recursos en varias áreas. En transporte, la tarjeta de STM ha funcionado bien, pasamos de un 15% a un 60% de usuarios. Cuando tenemos dificultades en la disputa por el uso del espacio público ya no está tan presente la defensa del automóvil, o del lugar para el estacionamiento, que hace tres o cuatro años aparecía como algo muy marcado. Hoy día, la gente lo asume naturalmente. Hay que ir a una transformación del sistema de transporte donde la movilidad del peatón, la bicicleta, o el transporte público estén priorizadas. Creo que esa transformación cultural se va dando bien. Hemos invertido muchísimos recursos para tratar de apuntalar esa transformación. En la gestión de los residuos al interior de los domicilios y externo en el espacio público, los resultados no son tan buenos. Invertimos en comunicación y estrategia de comunicación, hasta más que en otras áreas, sin embargo los resultados allí no son tan buenos. Hemos tenido transformaciones en todo lo que ha sido la gestión interna y la trasversalización de procesos que para nosotros son importantes como las estrategias y las perspectivas de género. En la cultura, en el Carnaval, se han eliminado los Concursos de Reinas, se han modificado los procesos internos de los propios concursos de Carnaval y ha salido bien. Los procesos internos de la Intendencia referidos a la gestión presupuestal, si tuviera que elegir, es uno de los cambios más importantes a mediano y largo plazo. El presupuesto como instrumento de gestión, parece de sentido común, pero no lo era. Hoy cada División (de la Intendencia), gestiona de acuerdo a los ingresos que tiene y esa forma de ajustar, ha determinado mayores espacios fiscales para poder generar más proyectos. Si tuviera que elegir, me quedaría con la gestión por proyecto, y respecto a la ciudad, el intento de avanzar en las transformaciones culturales y las obras de infraestructura. No me quiero olvidar, quizás no tiene mucha prensa, y es el traslado del Mercado Modelo. Esta gestión, dejará el logro de cerrar este Mercado y como sucedió con el Mercado Agrícola, esas 7 manzanas con proyectos que se concursaron, fue un concurso internacional con muy lindas ideas, que podrán generar una nueva centralidad, y por otro lado, la instalación de la Unidad Alimentaria para Montevideo. Esta Unidad permitirá un desarrollo de la logística alimentaria para Montevideo y también para el área metropolitana, y para el Uruguay en general.
«(Las personas en situación de calle) ha sido de las preocupaciones más importantes que hemos tenido estos años. Desde el punto de vista ideológico y humano a nadie escapa esta situación»
Aumentó la población en situación de calle ¿qué acciones está tomando la administración y que ha podido articular con el gobierno nacional?
Ha sido de las preocupaciones más importantes que hemos tenido estos años. Desde el punto de vista ideológico y humano a nadie escapa esta situación. El problema es profundo, no se puede ver livianamente. Estamos en un sistema que expulsa a la gente a la calle, no habrá soluciones mágicas. Tenemos que buscar soluciones específicas para determinadas poblaciones, incluso para núcleos pequeños de personas, de pronto una solución para 10 no sirve para otras 10. No es lo mismo una solución para el Municipio B que para el CH, cada uno tiene sus particularidades. Incluso no es la misma solución para un joven que nació en el año 2000 y que tiene problemas de alimentación desde los primeros años de vida, a personas que hace 30 años que viven en la calle o personas recientemente liberadas. Daniel (Martínez) intentó tener durante estos años, el trabajo interinstitucional a través del Departamento de Desarrollo Social. Con el MIDES y el MVOTMA se ha avanzado, hay más centros diurnos y nocturnos, incluso hay más equipos técnicos trabajando en la calle. En estos días, nos reunimos con la Decana de la Facultad de Ciencias Sociales Carmen Midaglia, para tratar de buscar una solución específica a la gente que todos los días ingresa al centro de estudios. La Facultad tuvo una recepción coherente desde el punto de vista técnico y amigable con esa población. Lo cierto es que no puede seguir creciendo año a año, la cantidad de personas que están conviviendo en un centro de estudios. Encontramos algunas líneas de salida.
«La Intendencia está dispuesta a poner todo lo que haya que poner, espacios, equipos técnicos y presupuesto»
¿Qué? ¿Serán nuevos refugios?
Estamos buscando un lugar donde la propia Facultad pueda, a través de un proyecto de extensión, repetir el proceso interno que hizo en la Facultad, en la sala de computación, para poner computadoras y que algunos educadores sociales generen proyectos con ellos. Pueden estar en el lugar, pero la idea es trabajar en los currículums de estas personas, vamos a trabajar en juegos didácticos, trabajar en algo que genere algún tipo de crecimiento desde el punto de vista personal y humano. La decana nos comentaba que lo que la gente valora, es estar en un lugar no con “viejos” sino con gente joven que le dicen “acá me valoran, me preguntan que estoy “tejiendo”, y que voy a hacer mañana”. El problema es de afecto, de cariño, y humano. Como encontramos soluciones individuales y sumamos tantas soluciones individuales para llegar a todos. Es muy complejo, no es fácil, las políticas sociales como políticas públicas se planifican desde el punto de vista universal, luego eso hay que bajarlo al territorio, a las personas específicas para encontrar soluciones. En este caso, encontraremos una solución para unos 15 o 30, pero son cientos a los que hay que encontrarles una solución. La única forma es el trabajo interinstitucional. La Intendencia está dispuesta a poner todo lo que haya que poner, si hay que poner espacios, equipos técnicos, el presupuesto, pero está claro que aunque no es nuestra competencia, si están referidas a la ciudad y a su gente, es de nuestra incumbencia.
«Nosotros venimos sosteniendo el precio a 29 pesos a través de la tarjeta STM desde 2017, lo que hemos optado es separar el precio de la tarjeta con la del boleto común. Eso ha implicado aumentar el subsidio año a año»
¿Cómo recibió las palabras de Juan Salgado Presidente de CUTCSA y asesor honorario del Presidente de la República que cuando usted dijo que el transporte estaba en crisis le salió al cruce y dijo que por asumir un cargo no se tiene porque saber de todo?
Como en todo sistema democrático, me parece bárbaro que la gente opine libremente. Es claro que el Presidente de una Corporación, defienda la Corporación que preside, raro sería que suceda de otra manera. Sus responsabilidades no son las mismas que tengo yo. Nosotros no solo tenemos que velar por administrar el transporte en el hoy, sino que tenemos que intentar generar un cambio de mediano y largo plazo. Nosotros tenemos que lograr que el transporte no dependa de un subsidio que es creciente, además lo concebimos a escala humana, donde primero está el peatón, el transporte público, las bicicletas, después el vehículo. Para eso necesitamos que el transporte público sea cada vez mejor. Para que la gente opte por el transporte público tiene que darse dos cosas: que andar en auto sea cada vez más complejo, es así en la mayor parte del mundo, hoy pasa en Montevideo, es más difícil estacionar en el Centro, en Ciudad Vieja, en los espacios públicos se empieza a ganar espacio para la gente, la ciudad es para la gente y no para los autos; tiene que haber un transporte público que sea capaz de recibir a toda esa gente, y hacerlo en forma ágil, lo más amigable posible. Estos años lo que hemos hecho ha sido mejorar dentro del propio sistema. Es un sistema que por primera vez, el último mes logró un aumento mínimo de la venta de boletos. Hace muchísimo que venía en caída. Cada peso que no sube el boleto cuando tiene que subir, producto de la inflación, son 200 millones de pesos de subsidio que paga la Intendencia. Nosotros venimos sosteniendo el precio a 29 pesos a través de la tarjeta STM desde 2017, lo que hemos optado es separar el precio de la tarjeta con la del boleto común. Eso ha implicado aumentar el subsidio año a año.
¿Qué porcentaje es el subsidio hoy día?
Y el subsidio representa entre 4 y 5 pesos por boleto, más el subsidio al gasoil. Entiendo el planteo de (Juan) Salgado de que uno de un día para el otro, no aprende de todo. Llevo 4 años en la gestión, fui Pro Secretario y este es un tema que ya debatíamos en el gabinete cuando estaba Daniel como Intendente. No es que uno de un día para el otro aprenda el tema.
«Tenemos que tener en cuenta que hay miles de familias que viven del sistema de transporte actual, que cualquier tipo de reformulación va a dejar trabajadores sin su sustento diario y eso tiene que tener algún tipo de solución. No vamos a hacer una modificación del transporte que deje personas desempleadas»
¿Y cómo se arregla?
En algún momento tendremos que crear algún mecanismo institucional supra departamental, metropolitano, el primer avance es la tarjeta STM metropolitana. Con esa tarjeta los usuarios podrán comprar el boleto en Montevideo e ir a Canelones, San José o Florida. Vamos a necesitar una institucionalidad que logre pensar obras de infraestructura, que nunca serán recuperadas. Hay que hacer la inversión a sabiendas que no se recupera y luego que el sistema logre sostenerse. Tenemos 2 desafíos: por un lado, la capacidad financiera de poder hacer esa inversión y por otro lado, el sistema de la gobernanza del transporte incluye esa infraestructura nueva, con lo que viene de atrás. Tenemos que tener en cuenta que hay miles de familias que viven del sistema de transporte actual, que cualquier tipo de reformulación va a dejar trabajadores sin su sustento diario y que eso tiene que tener algún tipo de solución. No vamos a hacer una modificación del transporte que deje personas desempleadas.
«Para la ciudadanía y para lo que es el Sistema de transporte capitalino, las aplicaciones terminaron siendo “una buena noticia”. Están bien valoradas por la ciudadanía»
¿A pesar de las resistencias, la Intendencia se convenció que hay que permitir más choferes de aplicaciones, en específico UBER?
UBER ingresó de una forma “pirata”, clandestina. Durante un buen tiempo, la Intendencia en principio se opuso, lo controló mediante inspecciones, y luego siguió por el camino de la regulación y la reglamentación. Una vez que fue reglamentado, el Departamento de Movilidad y también de Transporte, comienzan a monitorear el comportamiento de las aplicaciones. El último informe del Departamento de Movilidad, indica que para la ciudadanía y para lo que es el sistema de transporte capitalino, las aplicaciones terminaron siendo una “buena noticia”. Están bien valoradas por la ciudadanía. La limitante que le pusimos hace un tiempo para poder estudiar la situación, dio que el boleto no fue afectado, el taxi sí perdió entre un 15 y un 20% de sus ingresos. Lo que vimos también, es que los choferes de UBER que trabajan con el sistema del taxi, es decir que están todo el día, son muy pocos. La mayoría lo utiliza un rato del día o un rato de la semana. Se detecto la existencia de “flotas” que no era la idea primaria de la aplicación, que la persona se haga un ingreso extra o tenga algún tipo de sustento familiar, y no una empresa dentro de la empresa de la aplicación. En el proyecto de decreto, se limita que la persona solamente pueda tener un vehículo y que trabaje hasta el segundo grado de consanguinidad, que sea un emprendimiento familiar y no que tenga empleados. Empezamos con 4.000 que es el mismo número de choferes de cuando UBER llegó a Montevideo. Ese número lo seguiremos monitoreando, así como alguna vez se cortó se puede volver a cortar y también ampliar de acuerdo a como se esté manejando el mercado.
«Recuerdo que Daniel (Martínez) dijo “me tienen podrido”. No sé si fue la mejor expresión, pero el diálogo y la negociación ha sido permanente y a la vez ha sido muy difícil acordar»
¿Cómo es la relación con ADEOM?
El esfuerzo por el diálogo y la negociación hay que hacerla siempre. En este mes y algo, ya nos reunimos 3 veces, siempre con el mayor de los esfuerzos para que el diálogo llegue a una negociación clara. Se los he dicho a ellos, para negociar tiene que haber 2 partes, y que negociar implica la insatisfacción compartida. Es muy difícil cuando la negociación es al todo o nada, porque allí los márgenes de negociación caen. Recuerdo que Daniel (Martínez) dijo “me tienen podrido”. No sé si fue la mejor expresión, pero estaban extrapolando una sensación de “bueno, como es”, porque el diálogo y la negociación ha sido permanente y sin embargo, ha sido muy difícil acordar. En las dos situaciones que me tocó enfrentar a mí, la situación de los trabajadores del (Teatro) Solís y de los “cuerpos estables”, se llegó a un acuerdo por el Solís y por los “cuerpos estables”, se planteo una comisión de trabajo bipartita que atendiera la situación. Nadie está pensando en sacar ni a la Comedia Nacional, ni a la Filarmónica, pero tienen situaciones del día a día, que hacen que por algo estén así contratados, no es un capricho de la administración. Es así porque tienen formatos de trabajo diferentes, ensayan en sus casas, marcan dos horas al día, eligen a sus directores. No hay presupuestados que eligen a sus directores. Ellos quedaron como “carne de cañon” de la situación electoral de ADEOM y quedaron en el medio de una negociación. Hubo avances en la negociación, sin embargo igual hubo conflicto y paros. Lo mismo sucedió con los “picos” (de trabajo) en limpieza. Siempre planteamos que no era para “romper huelgas” ni para salir con empresas privadas cuando hubiese paro, en realidad la idea es tener responsabilidad con la dimensión del servicio de limpieza. No podemos dimensionar de acuerdo a los “picos” y después tener un conjunto de trabajadores innecesarios en el resto del año. Con este tema seguimos en el “tire y afloje” con ADEOM.
¿Limpieza sigue siendo la debilidad?
El “ABC” de la administración es el alumbrado, la limpieza, y el transporte, eso tiene que estar bien y son los mayores desafíos. Hay una tendencia a la urbanización constante, el 80% de las personas en el mundo viven en ciudades, en Uruguay ese porcentaje es mayor aún. Montevideo creció en población y se extendió, y eso genera mayores dificultades y desafíos para el transporte. La ciudad tiene niveles altísimos de cobertura de saneamiento cercano a 95%, pero cada uno de esos puntos porcentuales representa millones de dólares “enterrados”, sin contar la “Red Arteaga”, que la tenemos pero hay que mantenerla y es otra inversión. El “ABC” es un desafío y mucho más cuando crece y se extiende. Y más aún cuando hay problemas estructurales, diría más el transporte que los residuos. Los residuos tienen mayores dificultades culturales. La gente tiene dos contenedores pero le cuesta clasificar, es muy poca la gente que clasifica teniendo los dos contenedores. Ese es el problema que tenemos con UCRUS y es que llegan los contenedores lo abren y hay líquidos manchando los cartones y ya no sirve para nada, y pierde valor y la Planta de Clasificación es otra dificultad. Todo el cambio cultural que la sociedad ha tenido en muchos temas, por ejemplo: en tres días dejó de fumar dentro de su casa, con los residuos no hay campaña de comunicación que haya dado resultado. En la Intendencia, tenemos una pantalla enorme donde vemos las cámaras de los contenedores y es mucha la gente que ni siquiera abre el contenedor y deja la bolsa de basura afuera.
Los bancos en la Plaza Zabala (Ciudad Vieja) que recibieron críticas ¿cuál es su evaluación?
La Ciudad Vieja avanza en un proceso constante de “peatonalización”. Ahora se generaron estos bancos y estas estaciones de descanso en Bartolomé Mitre y funcionan muy bien, también se colocaron frente al Hospital Maciel y funcionan muy bien. Y ahora se ponen en la Plaza Zabala. Además vamos a la peatonalización de la calle Buenos Aires desde el Teatro Solís hasta Ituzaingó. Vamos a una racionalización de ómnibus de Buenos Aires a Reconquista. Este proceso va. Las cuestiones estéticas pueden ser más o menos discutibles. Si los bancos van, si el tipo de intervención es el correcto, pueden haber distintas visiones. Reconozco que desde la Intendencia podríamos haber tenido, un trabajo más profundo con los vecinos. Todas las transformaciones generan dificultades, este tipo de “intervención liviana” está pensada así, se consolida con el uso humano, es la sociedad utilizando la infraestructura la que termina consolidando el uso. Los bancos son móviles, y se pueden reutilizar. Nosotros planteamos que estén 6 meses y fue la Facultad de Arquitectura la que nos recomendó que estén 9 meses para que incluya el verano y en marzo se pueda a hacer un análisis. Estamos en ese camino.
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