Cosse, Bergara, Martínez y Andrade juntos en los 48 años del Frente Amplio
Con una fuerte alusión a los fundadores del Frente Amplio y en especial a la figura de Líber Seregni, a la unidad en la diversidad y a los diversos logros de 14 años de gobierno, y el rechazo a los discursos divisionistas de la derecha, la coalición de izquierda conmemoró este 5 de febrero sus 48 años.
Ante una multitud de frenteamplistas que llegaron desde todas partes del país y se concentraron en las proximidades del lago del Parque Rodó, hicieron uso de la palabra el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, y los cuatro precandidatos presidenciales: Carolina Cosse, Mario Bergara, Daniel Martínez y Oscar Andrade.
Miranda destacó que el Frente Amplio es la única fuerza que propone debates de ideas en la sociedad y tiene un programa común. “Esta colcha de retazos está zurcida con ideas”.
“Cuando la democracia aparece amenazada por los fascismos, reivindicamos la política, el debate de ideas para fortalecer la democracia. Seguimos siendo la esperanza, somos los sueños realizados y todos los que nos faltan venir”, sentenció Miranda.
Cosse: “Nos une un fuerte amor por el prójimo”
A su turno, Carolina Cosse recordó el surgimiento del Frente Amplio permitió que “fraternalmente se unieran de blancos y colorados, marxistas y cristianos y una gran cantidad de independientes para crear algo nuevo y sin renunciar a su esencia histórica”.
“Se necesita valentía para hacer cosas nuevas y honestidad para hacerlas cada vez mejor”, remarcó.
Dijo que los forjadores del Frente Amplio no tomaron el camino fácil, porque es más fácil ser indiferentes a los demás. “La fuerza que los animaba es la esencia del humanismo, el amor, y esa es la fuerza que transforma”.
“El FA ha sido un camino constate de renovación y esa fuerza que nos anima y que en los momentos difíciles ayudó a los frenteamplistas a resistir y avanzar es la esencia del humanismo que nos hace intolerantes a la injusticia y buscar la igualdad. Eso nos permite renovar nuestro compromiso con la esperanza, el trabajo, la justicia, igualdad y el bien colectivo”, expresó.
La ex ministra de Industria añadió que en la actualidad Uruguay ya no es un país estancado, no corre el riesgo de ser la colonia de nadie. “Uruguay distribuye mejor el ingreso y es respetado a nivel internacional porque nos animamos a tomar nuestro propio camino”.
“Cambiamos a la uruguaya, sin copiar sin estridencias, con fraternidad y en serio”, remarcó.
Agregó que mientras Uruguay cambiaba, disminuyó la pobreza como nunca antes, se concretó el Sistema Integrado de Salud, la diversificación energética, de las exportaciones, la fibra óptica, los planes Ibirapitá y Ceibal, los derechos individuales y colectivos.
“Mientras sacábamos al Uruguay de años de estancamiento, el mundo cambió su forma de producir, trabajar, de aprender y también cambió la forma de los delitos”, advirtió.
Remarcó que existe una característica común a este escenario y es la velocidad de los cambios lo que puede generar “confusión y la sensación de caos y en ese mundo actual que es un desorden se encuentra nuestro país”.
“Tenemos que buscar nuestro lugar y ante esta nueva situación difícil podemos convertirla en un momento memorable de nuestra historia, pero no lo vamos hacer aplicando recetas viejas a problemas nuevos, no lo haremos desconociendo derechos, retrocediendo, avasallando, ni usando el miedo porque lo que nos une es la fuerza transformadora del humanismo, un fuerte amor por el prójimo”, sentenció.
Bergara: “Soplan vientos huracanados de la derecha”
A su turno, Mario Bergara recordó que hace casi medio siglo los fundadores del FA entendieron que por encima de los intereses sectoriales y partidarios solo una izquierda unida podría enfrentar los problemas de aquella época.
Dijo que es cierto que el 5 de febrero de 1971 “se formalizó la creación de la luz de esperanza”, pero remarcó que el Frente Amplio “ya había nacido en el seno del pueblo y en la lucha social y política”.
“Nuestro enorme general Líber Seregni nos decía que el FA se forjó como una necesidad popular y debíamos actuar con el pueblo y no a nombre del pueblo, porque era el pueblo organizado el protagonista del proceso histórico”, recordó.
Manifestó también que “fue el pueblo el que legitimó al FA, lo hizo enemigo acérrimos de la dictadura y luego lo transformó en la opción para un país mejor.
Bergara reivindicó las transformaciones estructurales de los tres gobiernos frenteamplistas. “¿Quién no reconoce dentro y fuera de fronteras que el Uruguay de hoy no tiene nada que ver con el de hace 15 años? Tiene más bienestar, más equidad, más derechos y somos vanguardia a nivel internacional”.
Aunque remarcó que tales reivindicaciones no impiden tener un espíritu “autocritico”, porque de lo contrario no se estaría respondiendo a las necesidades del pueblo.
“Hay un torbellino tecnológico que todo lo automatiza, pero debemos combatir la concepción de que para enfrentar la robotización hay que bajar los salarios o recortar los derechos de los trabajadores”, dijo.
Bergara añadió que el mundo está cambiando y “soplan vientos huracanados de la derecha internacional y regional”.
Reconoció que se necesita “más seguridad pública, combatir las causas sociales de los delitos, pero también la delincuencia y apuntar a las políticas de rehabilitación”.
“Nos da un poco de miedo pensar en una sociedad militarizada y allanamientos nocturnos de los hogares que en otro tiempo trajeron dolor y angustia y no paz y tranquilidad”, dijo.
Remarcó la necesidad de lograr “empleos dignos y una educación que prepare a los chiquilines en lo laboral social”.
También planteó la necesidad mejorar la salud, en seguir poniendo el foco en la situación de la vivienda y en combatir la fragmentación social, para lo cual “hay que tener visión autocritica y que dejar de pensar en las chacras de gobierno”.
Bergara dijo que el “vandalismo mediocre de la derecha, nunca amedrentará al Frente Amplio para seguir su camino de construcción del Uruguay”.
Martínez: “Los intereses de la nación por encima de cualquier interés mezquino»
Por su parte, Daniel Martínez, dijo que el Frente Amplio cumple 48 años de compromiso, de lucha, de estar del lado de la gente.
Destacó que el FA es la única fuerza política capaz de congregar en un escenario a cuatro precandidatos, que teóricamente compiten, sumando para un nuevo triunfo.
“Nacimos de un acuerdo basado en justicia, igualdad, libertad y en soñar un Uruguay con un proyecto propio”, remarcó Martínez, y agregó que sobre dichos principios impulsados por los forjadores de la izquierda “se pudo superar la dictadura y muchas calamidades, ganar tres gobiernos e ir por el cuarto”.
Agregó que justicia, libertad, desarrollo y equidad son valores que permitieron superar cada etapa y cambiar el país, para que en la actualidad el mundo mire con asombro que es posible hacer un cambio.
“Los partidos de la oposición tratan de convencer que somos todos iguales. No somos lo mismo, soñamos un Uruguay independiente, diferente y orientado hacia la gente”, sentenció
Manifestó que la derecha trata de convencer a los uruguayos de que está “todo horrible”, sin embargo los indicadores internacionales hablan de un Uruguay con crecimiento económico, con la mejor redistribución de la riqueza en la región, con disminución de la pobreza y baja increíble de la indigencia, de una justicia independiente, de democracia plena y bajísima corrupción”.
“A quienes apuestan a la cultura del odio, les decimos que estamos para construir un país de entendimiento y respeto donde sigamos cambiando entre todos. Nunca vamos a apostar al odio ni a la división entre hermanos”, sentenció.
Sobre tales fortalezas “hay que lograr un nuevo impulso transformador, porque en esta época de tecnología y robótica o se avanza o se retrocede y siempre hay que trabajar para mejor las condiciones de vida de los uruguayos”, remarcó.
Martínez agregó que se necesita: “capacidad de autocritica, aprender de la gente y sentir dolor y vergüenza por el dolor de cada uruguayo, y no hacer de la política un campo de la calumnia, sino buscar acuerdos con todos los uruguayos honestos en beneficio de los que más necesitan”.
Dijo que los desafíos más importantes en el corto plazo, son: “universalizar la educación secundaria, más y mejor empleo, seguridad y convivencia, inclusión social y un Estado moderno eficiente y centrando en la gente”.
Se refirió a la necesidad de tener políticas de Estado, unidad nacional y búsqueda de consenso poniendo los intereses de la nación por encima de cualquier interés mezquino partidario”.
Andrade “Construyamos unidad en acuerdo o discrepancias”
En el cierre del acto, Oscar Andrade dijo que “la unidad de la izquierda es la síntesis de muchas unidades anteriores, es el aprendizaje de las derrotas, las que muchas veces termina educando más”.
Se refirió a que cuando el movimiento sindical estaba fragmentado los resultados eran de derrota y represión.
“Es bueno recordar cuánto tuvo que ver con la unidad de la izquierda una bandera que siempre hay que mantener en alto y que es la solidaridad de los uruguayos y la consigna maravillosa de 1958 ‘Obreros y estudiantes unidades y hacia adelante’, o el Congreso del Pueblo y la CNT o la represión que comenzó en 1968”, recordó.
Andrade remarcó que la forja del FA fue la del “pensamiento, sentimiento, la acción, pero también del dolor”.
Resaltó que la izquierda uruguaya “tomó partido por el pobrerío, por los que menos tienen, por los trabajadores, por el mundo cooperativo, por la cultura, intelectualidad, por la pequeña y mediana producción”.
Por otro lado, el dirigente sindical recordó que días pasados el comandante en jefe del Ejército hablaba de los “mercaderes del odio”. Andrade sentenció: “Los mercaderes del odio son quienes torturaron a nuestros compañeros y los desaparecieron, tenemos derecho a levantar la bien alto la bandera de libertad y justicia y nunca más dictadura”.
Dijo que la izquierda tiene que tener amplitud y defender convicciones, porque hay ideales que siguen vivos: “los la justicia social, el trabajo solidaridad, memoria y perspectiva de derechos”.
Andrade también cuestionó que “la derecha tiene la capacidad inagotable de hacer promesas”.
Por otro lado, aseguró que si llega a la Presidencia la conflictividad estará con el Circulo Militar con la Asociación Rural y Asociación de Bancos. “Pensamos en un gobierno con las organizaciones de derechos humanos, el feminismo, con el movimiento sindical y cooperativista y más pueblo participando”.
No pensamos lo mismo, pero nos necesitamos a muerte y también necesitamos a muerte a una parte del pueblo blanco y colorado que anda por ahí y votará en contra de sus intereses sin darse cuenta”, advirtió.
“Todo lo que nos podamos criticar en materia de distribución, derechos humanos, políticas sociales y vivienda no vendrá de la mano del neoliberalismo”, dijo y agregó que la batalla más grande de todas, la de sentir el dolor del pueblo, se da luchando.
“Construyamos unidad en acuerdo o discrepancias, la interna no es para partirnos lo tobillos, sino para fortalecernos en la lucha general”, puntualizó.
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