Bonomi cuestionó a los partidos de oposición porque dicen disparates que generan impacto
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, cuestionó la moción de censura de su gestión que presentó la oposición, remarcó que los partidos opositores “están diciendo disparates que crean impacto, y critican al gobierno pero nunca plantean medidas propias”.
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, cuestionó la moción de censura de su gestión que presentó la oposición.Lee la entrevista completa acá: //www.lr21.com.uy/?p=1387472
Publiée par Lared21 sur Mardi 11 décembre 2018
El próximo jueves 13 el Senado analizará la moción de censura de la gestión de Bonomi, que presentaron los partidos Nacional, Colorado e Independiente.
LARED21 entrevistó en forma exclusiva al secretario de Estado, quien se refirió a cada uno de los cuatro puntos que cuestionan los sectores opositores.
Delitos
-En el pedido de censura, que presentaron los tres partidos de oposición con representación en el Senado, se desaprueba su gestión al frente del Ministerio del Interior en lo referente a la prevención y represión del delito. La moción consta de cuatro puntos y el primero de ellos indica que “la criminalidad alcanzó, en el transcurso del corriente año sus máximos históricos, y en especial, la cifra de homicidios que llegó a 351 casos al 22 de noviembre”. ¿Qué opina al respecto?
-La moción de censura la resolvieron cuando ocurrieron los hechos de los manifestantes en Artigas. Después sumaron esto para darle un marco general. Además, agregaron lo que ocurrió en la marcha contra el G-20 y un homicidio en una cárcel.
En el primer punto de la moción, que no es el de la génesis de la censura, se confunde lo que está ocurriendo, con la responsabilidad del Ministerio del Interior, como si fuera el responsable de que cada vez más gente se vuelque a la delincuencia. Ya hemos hablado muchas veces sobre el tema, pero no lo quieren admitir, es la consecuencia real de un aumento muy grande de la delincuencia y la violencia en toda la región.
Acá se produce una paradoja. Cuando la oposición habla sobre economía, hace mención a los elementos externos que pueden influir en nuestro país. Hablan de Argentina y de Brasil y dicen, entre otras cosas: “bajará el turismo y faltarán mercados”, entonces transforman elementos externos en condicionantes de lo que puede pasar en Uruguay. Sin embargo, cuando hablan de seguridad, nos comparemos con nosotros mismos.
Fuimos suficientemente claros cuando comenzamos la gestión y dijimos que nos compararíamos con nosotros mismos para bien o para mal, sabiendo que comparados con la región éramos los mejores de la clase. El problema es que seguimos siendo los mejores de la clase, porque la violencia crece en Argentina y en Brasil.
Ahora, acá algunos sectores plantean la receta del Ejército en las calles. En Brasil crearon un Ministerio de Seguridad, antes era el Ministerio de Justicia, y sacaron el Ejército a las calles, sobre todo en Río de Janeiro, pero no lograron nada.
El presidente electo, Jair Bolsonaro, dice que volverá al Ministerio de Justicia para el cual ya designó a un ministro quien será el ministro de la Policía y se encargará de la seguridad. Lo que intentaron durante algunos meses, ya lo echaron para atrás, porque había una situación que no pudieron resolver.
En Argentina es igual, y solo a algún senador de nuestro país se le puede ocurrir que está mejor que nosotros, pero no está mejor, para nada.
Cuando comparamos homicidios, nosotros tenemos un registro que tiene en cuenta todas las muertes. Es decir, la persona que muere en la calle, pero también a aquel que fallece en una policlínica, mientras está internado, o cuando luego de tener el alta muere a consecuencia de las heridas. Todos esos casos los incluimos como homicidio. Pero nos comparan con países como Argentina o Chile donde solo cuentan a quienes mueren en el momento, porque si el deceso se produce en una clínica se lo considera muerte hospitalaria. Son dos registros diferentes que no se pueden comparar, pero la oposición los compara.
La violencia es regional. Es la región más violenta del mundo. Además, el Banco Mundial prevé que en los próximos años empeorará la situación. Así, la violencia en la región incide en nuestros niveles de delincuencia, en tal sentido, la Policía ha atrapado a argentinos, colombianos mexicanos y chilenos que en muchos casos han hecho escuela en Uruguay, por ejemplo en los robos a los cajeros automáticos.
Dentro de esa incidencia, han crecido las rapiñas y los homicidios en lo que va de este año y en los dos últimos meses del año pasado.
En el origen de este crecimiento hubo una fuerte influencia del nuevo Código del Proceso Penal, que no se aplicó bien de entrada, porque hubo desajustes en cómo lo entendían los fiscales, los jueces, y cómo influía en la policía, porque los mejores policías se vieron desconcertados y los peores vieron una excusa para trabajar menos. Esto se corrigió en el Parlamento y hace tres meses mejoró la situación y hay una buena relación entre policías y fiscales.
Si bien hay una tendencia leve a la baja de la curva de crecimiento, no a la baja del delito, desde que se ajustó el CPP crece más lentamente. Esto ya lo habíamos hablado en todas las interpelaciones. En lo que no nos vamos a poner de acuerdo es en qué pasa con una sociedad que cada vez pone más delincuentes en las calles
-¿Cómo se entiende ese concepto?
-En que el delincuente sale a la calle a robar por alguna razón, una causa. En algún momento fue porque vivía de eso y no tenía otra posibilidad, o para comer optaba por ese camino. Hoy, para comer son pocos los que roban. Hoy hay una subcultura marginado-delincuente que es una opción, una elección. Eso no tiene que ver con la pobreza, sino con la cultura y educación. La enseñanza trabaja para que eso no sea así, pero hay gente que viene de la delincuencia que educa a sus hijos para otra cosa.
Hoy, para comer son pocos los que roban
Nos han metido una cultura de consumo muy fuerte. Si no se tiene determinadas cosas, como determinada ropa, autos o celulares, no se es persona, y con determinados empleos a esos objetos no se llega, entonces eligen una alternativa al empleo.
En la actualidad, ya no importa el tiempo de vida, sino la intensidad con la que se vive, y hay que acudir a la droga, al alcohol, mujeres, y vivir a los tiros, y hay gente que es eso lo que tiene asumido.
Es una ingenuidad pensar que solo las políticas sociales pueden evitar eso. Porque las políticas sociales, educativas y culturales logran esto en muchos años, en el largo plazo, y la Policía tiene que dar la contención, pero no puede evitar esto como fenómeno.
Por ello, quienes centran la cuestión en el Ministerio del Interior, tienen una percepción incompleta de la amenaza. Entonces van al gatillo fácil, a la represión policial o al aumento de las penas, lo cual no mejora nada.
Hay que preocuparse por el hecho de que las penas que existen se apliquen y se cumplan. La rapiña tiene 16 años de pena máxima, yo quiero saber cuántos se van al cumplir esos 16 años. Entonces aumentar las penas, llevarlas de 16 a 25 años es lo mismo, porque saldrán antes.
El ajuste al CPP ayuda, pero todavía no alcanza y además es importante la actitud de jueces y fiscales. Porque si hay delitos graves hay que aplicarles las penas en toda su dimensión.
Fiscales y abogados se ponían de acuerdo para un juicio abreviado, donde quien había cometido una rapiña si la confesaba acordaban una pena mucho menor a la mínima y muchas veces la mitad en prisión y la otra mitad en libertad vigilada, y ello lleva a aumentar los delitos. En el Parlamento se acordó que sigue siendo válido el juicio abreviado, pero la mínima tiene que ser la mínima del delito y no por debajo de la mínima.
Hay que preocuparse por el hecho de que las penas que existen, se apliquen y se cumplan
-¿Qué opina de la propuesta que aprobó el Congreso del Frente Amplio de eliminar la normativa que establece la prisión preventiva obligatoria para los menores de edad y también el registro de menores infractores.
-Es una ingenuidad vinculada a pensar que solo las políticas sociales pueden terminar con el delito. Cuando acordamos esa disposición había 700 menores internados en el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (INISA), ahora hay 300. Pensamos que tuvo un efecto importante en disminuir la cantidad de menores que estaban delinquiendo.
Esta propuesta facilitará delinquir sin pagar y aumentará la cantidad de menores participando en el delito. Dicha propuesta fue un error.
No solo no hay que sacar el año de prisión preventiva, sino aumentar el tiempo posible para estar internado. Hay que estudiar políticas de rehabilitación, según las características de la persona y esto necesita tiempo. Quien mató cuatro veces, muchas veces lo toma como un mérito y lo único que hará es aguantar para salir en libertad y continuar en lo que estaba.
-En el segundo punto de la moción de censura, los legisladores de la oposición desaprueban “las directivas dadas por el Ministerio del Interior a las fuerzas policial en ocasión de los incidentes ocurridos en el centro de Montevideo el pasado viernes 30 de noviembre”, en el marco de la marcha contra el G-20, en la que se generaron disturbios.
-Allí ya hay un error, que es suponer que el Ministerio del Interior dio directivas, porque en estos casos la Policía sabe qué tiene que hacer. Hay una Ley de Procedimiento policial y una Ley Orgánica.
Lo que se tiene que hacer es contener. En ese momento existía un informe el cual centraba las posibilidades de mayor violencia en la embajada y en el consulado de Argentina, por lo cual, se tomaron previsiones, como el vallado, a raíz de ello fueron cambiando los objetivos y provocaron actos de violencia en lugares donde no estaba previsto. De todos modos, se amplió la custodia en lugares alternativos.
Rompieron los vidrios en la embajada francesa y en el Archivo General de la Nación, y hubo 14 pintadas. El problema es lo que hablan, entonces esto fue una asonada intolerable. Pero esto ni se acerca, si se lo compara, con los hechos ocurridos cuando Peñarol salió campeón en el 2013, que rompieron muchos más vidrieras y robaron.
La Ley de Procedimiento policial indica que se debe actuar en forma progresiva para evitar males mayores.
Yo estaba en un actividad por el restablecimiento de las relaciones comerciales entre Uruguay y China y me avisaron que estaban enviando un grupo de choque con gases lacrimógenos, luego me informaron que no los usurarían porque quienes cometían los desmanes eran 15 personas y en la movilización participaban más de 200 y, además había mucha gente en la vereda, por lo que el uso de gases lacrimógenos era inconveniente y produciría un problema mayor.
Tampoco es cierto cuando la oposición dice que la Policía estaba escoltando a los manifestantes, porque cuando rompieron los vidrios fue antes y las pintadas las realizaron en 18 de julio.
Lo que se pretendió fue atraparlos fuera de la manifestación, pero en determinado momento se sumaron a los manifestantes y fueron hacia la Facultad de Humanidades, donde ingresaron y se cambiaron la ropa.
Todo está filmado y en manos de la Fiscalía que tiene algunas personas identificadas.
NdeR. Luego de que LARED21 realizó la entrevista al ministro Bonomi, trascendió que dos personas que participaron de los desmanes en el marco de la marcha contra el G-20 declaraban ante la Fiscalía.
Todo está filmado y en manos de la Fiscalía que tiene algunas personas identificadas
Artigas
-En el tercer punto de la moción rechazan la “absurda agresión personal del ministro Bonomi a dos trabajadores en la ciudad de Artigas, seguida del injusto intento de desacreditación de los agredidos”. ¿Qué opina al respecto?
-Que otra vez dan vuelta las cosas. Lo primero que hubo fue la inauguración de una ruta, que hace 40 años la población pedía su reparación. Hay que escuchar al intendente de Artigas y al alcalde de Tranqueras quienes avalaron la obra.
También se inauguró una sede regional de UTEC y el día anterior el balizamiento del aeropuerto. Esto es lo que la oposición no podía dejar que pasara, que se presentara, después de tanto tiempo, este tipo de obras importantes para beneficio de una zona muy amplia. Quisieron taparlo y lograron bastante.
En los actos de gobierno estaban previstas algunas movilizaciones, como la de Un solo Uruguay, que estaba frente al acto y no hubo problemas.
Lo primero que hubo fue una irrupción de tres supuestos trabajadores de una tabacalera, porque dos de ellos eran empleados de la Intendencia de Artigas, quienes en primer lugar empujaron a la ministra de Industria, Carolina Cosse, y agachados se colocaron detrás para hacerla caer.
Luego me empujaron a mí, y me sacaron de la fila. También se colocaron detrás para hacerme caer, y fue allí cuando volví al lugar.
Con posterioridad, la misma persona aparece por delante y se me tira con los brazos abiertos.
Decir que eso es una agresión de mi parte, es ridículo. Estamos en un momento en que no importa el hecho, sino cómo se lo presente. Trataron de presentarlo como una agresión, pero no lo fue.
Si ese episodio, en lugar de ocurrir en un acto de gobierno hubiese ocurrido en un acto político, por ejemplo del Partido Nacional, y hay un orador, Luis Lacalle Pou, y cuando irrumpen tres integrantes de un sindicato, el que quieran, empujan a la senadora Verónica Alonso o al diputado Jorge Gandini, inmediatamente no los dejarían seguir.
Después, la prensa no diría que el Partido Nacional interrumpió la libre manifestación de tres sindicalistas e impidió la libre expresión, sino que tres ultras desaforados irrumpieron en un acto para interrumpirlo y afectar el derecho de reunión.
Por otro lado, el Instituto Nacional de Derechos Humanos dijo que el gobierno afectó el derecho de reunión. Sin embargo, el que estaba reunido era el gobierno, el intendente y los vecinos, y fueron tres personas, que no son trabajadores de ninguna tabacalera, quienes afectaron la integralidad y el derecho de reunión.
Fueron tres personas, que no son trabajadores de ninguna tabacalera, quienes afectaron la integralidad y el derecho de reunión
-¿No fue desmedido que las dos personas fueran detenidas?
-El problema es que de alguna manera nos estaban empujando y tratándonos de hacer caer. Además, yo a esta altura tengo una cantidad de amenazas.
En ese momento, a los integrantes de mi seguridad les avisaron que una de las personas que estaba a mi lado tenía antecedentes por homicidio, violencia y rapiña, entonces la custodia lo sacó. Por el procedimiento lo tienen que presentar ante un médico para que constante que no fue agredido en el procedimiento y luego al fiscal, quien dijo que esa persona no se puede acercar ni al presiente de la República, ni ningún ministro, y lo dejo en libertad. Fue rápido.
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, cuestionó la moción de censura de su gestión que presentó la oposición.Lee la entrevista completa acá: //www.lr21.com.uy/?p=1387472
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Homicidio en una cárcel
-En el cuarto punto de la moción de censura cuestionan “el encubrimiento del homicidio de un recluso ocurrido el 9 de octubre pasado en la Unidad Penitenciaria Nº 3, Penal de Libertad, muerte provocada por acción de un guardia penitenciario, pero que fue presentada por el Ministerio como un caso de violencia entre reclusos”.
-Es otro oportunismo.
El enfrentamiento entre reclusos sí existió, y los policías que se encontraban en el momento de los hechos realizaron un informe primario que atribuye la muerte a una herida con un corte carcelario, tras un conflicto entre presidiarios.
Dicha información fue la que recibió la Dirección del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). Luego, el Ministerio informó en su web, lo tiene que hacer así, e inició una investigación administrativa.
Después de ello, el comisionado carcelario, Juan Miguel Petit habló conmigo y me indicó que esa versión era incorrecta. Dijo que desde atrás de un vallado fijo, la policía le disparó a uno de los reclusos que participaba en un enfrentamiento con otros presidiarios, con munición no letal, pero a una distancia cercana.
Petit agregó que lo que produjo la muerte no fue la munición no letal, sino un taco de madera, que lleva el cartucho, que ingresó al organismo afectándole el bazo.
El comisionado prefirió no revelar de dónde había obtenido dicha información, por lo cual consideré que no se trataba de una información oficial ya que la fuente era anónima.
Le dije que había dos investigaciones en curso: una administrativa, y otra que se está llevando adelante por orden del fiscal, con información de la Policía que es auxiliar de la Justicia.
Estas dos investigaciones oficiales en algún momento se tienen que juntar y me llegará el informe fiscal y forense. Si el forense le da la razón al comisionado, entonces tomaremos sanciones administrativas muy duras. Pero necesito el informe oficial.
Después trascendió que tampoco fue correcto que la muerte fuera por el taco de madera y tampoco por munición no letal, aunque Petit sí tuvo razón en que no fue un corte carcelario.
Pero el primer informe fue otro y yo me basé en el informe que tenía, no invento lo que digo.
En caso de determinar la existencia de responsabilidades, desde el punto de vista del debido proceso interno, se transformará la investigación administrativa en un sumario y como resultado de ello se tomarán medidas. Pero no puedo decir antes lo qué haremos, porque si lo hago anularan el sumario por prejuzgamiento.
La oposición me acusa de complicidad y eso es un disparate, y lo saben.
A esta altura, desde la oposición están diciendo disparates que crean impacto, porque a veces decir la verdad no genera impacto. Si tuvieran elementos, por qué en lugar de decirlo ante la prensa, no realizaron la denuncia penal.
Pues, no la hacen porque no es cierto. Además saben que los procedimientos fueron los correctos.
Acusarme de encubrimiento es muy grave y quienes realizaron tales afirmaciones, desde su banca parlamentaria, tenían que haber realizado la denuncia penal, por supuesta complicidad. Pero como no lo hicieron, yo me presente ante la Fiscalía, me puse a su disposición, e informé cómo fueron sucediendo las cosas, desvirtuando el supuesto ocultamiento de información
Por otro lado, la separación del cargo del director del INR, Gonzalo Larrosa, no tiene nada que ver con este hecho, sino con el proyecto de transformación del INR en un servicio descentralizado, separado del Ministerio del Interior y dirigido por un civil. Sí hay tres funcionarios separados del cargo.
La oposición me acusa de complicidad y eso es un disparate, y lo saben
-¿Qué opina sobre las reiteradas interpelaciones y mociones de censura en su contra?
-Que tratan de generar un malestar que se crea al machacar con la seguridad.
Aprovechan la oportunidad y vuelven a retomar el tema de la seguridad, porque no tienen cosas propias para decir y critican al gobierno, lo cual está bien, pero tienen que tener medidas propias, y eso nunca lo veo.
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