Caetano aseguró que nunca aparecieron pruebas implacables contra Lula da Silva
El analista político e historiador, Gerardo Caetano, aseguró que en el fallo del juez Sérgio Moro y de los integrantes del Tribunal Superior de Brasil, “no aparecieron pruebas efectivas” contra el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y advirtió que “el Poder Judicial, militar y para-militar están marcando el rumbo del país norteño”.
En diálogo con los periodistas Carlos Rodríguez y Ana María Mizrahi de televisión Nacional, Caetano calificó la situación que vive Brasil como “extraordinariamente grave”.
El historiador recordó que cuando Henry Kissinger ejerció como secretario de Estado de los Estados Unidos y llevaba adelante una política que distribuía al mundo “en barrios y elegía socios privilegiados, no vaciló con respecto a América Latina: Brasil. Porque allí donde vaya Brasil irá América Latina”. Por lo cual remarcó la importancia que tiene el país norteño para Latinoamérica.
Añadió que los últimos años de Brasil “han sido trágicos”. En tal sentido citó la caída de Dilma Rousseff “a manos de un golpe institucional, porque fue una decisión política que no cumplió los tiempos exigidos por la Constitución”.
Luego el cambio absoluto de política por parte de un gobierno que no había sido electo por el pueblo, porque si bien Michel Temer acompañó la fórmula en 2014, “llevó adelante políticas exactamente inversas a las que se había comprometido en la campaña junto con Rousseff”.
También se refirió a un “proceso penoso donde existió un impulso de corrupción, el que atraviesa a toda América Latina, y termina golpeando al sistema político brasileño en su conjunto y echa dudas sobre el futuro”.
“Hay que ver la gravedad de lo que está pasando. Porque el Tribunal Superior de Brasil definió sobre una asunto fundamental, que tiene connotaciones políticas, y lo hizo por 6 votos contra 5, eso es algo que los tribunales constitucionales deben evitar”, expresó Caetano.
A todo ello se suman los “pronunciamientos militares”, que sin dudas “presionaron”.
Caetano se refirió a las declaraciones que realizó el comandante en jefe del Ejército, Eduardo Villas Boas, un día antes de la decisión de la Corte de Justicia. Además, “recibió el respaldado de militares en actividad, de nostálgicos de la dictadura y de un candidato ultra fascista y militarista como lo es Jair Bolsonaro”.
El historiador remarcó: “Ello es presión, porque era una amenaza de intervención militar”.
Recordó, además, que el 31 de marzo de 1964, Brasil tuvo el primer golpe de Estado inspirado en la doctrina nacional y en la lógica del terrorismo de Estado.
El investigador reconoció que en su momento dijo que la hipótesis de un golpe militar “no estaba sobre la mesa”. Sin embargo, “con lo que acaba de ocurrir en Brasil y con sus impactos, nadie puede decir que ahora no está arriba de la mesa”.
Dijo que “la militarización de los estados se da en América Latina desde hace tiempo y es algo muy peligroso, porque la militarización de la represión frente a los delitos internos puede llevar a la militarización de la política”.
Poderes extra-constitucionales
Al ser consultado si se puede creer en la Justicia brasileña, el historiador respondió que hoy se habla de los “poderes fácticos extra-constitucionales”.
“El poder económico está actuando desde hace tiempo. El Parlamento brasileño tiene 23 partidos integrados por distintas bancadas de sectores poderosos, como la evangelista y la agropecuaria, y todos presionan y definen”, indicó.
Agregó que también es “extraordinario y sesgado el poder mediático”, como sucede con O Globo y Band News.
Asimismo, aseguró que “hoy el Poder Judicial, el poder militar y el para-militar definen el rumbo político del país”.
Añadió que “el asesinato vil de la activista Marielle Franco es un acto de terrorismo de Estado, porque está probado que fue la Policía Federal, y eso que causó un gran impacto ocurre en forma cotidiana en Brasil”.
Por lo cual, remarcó que la principal hipótesis que se manejaba en las recorridas de Lula da Silva por su país era que “en esas giras de campaña podía ser asesinado”.
También expresó que “lamentablemente todos los partidos brasileños, incluido el Partido de los Trabajadores con muy honrosas excepciones, ingresaron en la lógica de la corrupción”.
“La corrupción no es de derecha ni de izquierda, pero tiene impactos diferentes en ambas. Cuando de forma directa o indirecta, por poco o mucho monto, partidos de izquierda participan en la corrupción, sus efectos son devastadores para la izquierda”, indicó.
Por ello, planteó que en Brasil “se debe impulsar una reforma política, porque Lula logró el 60% de los votos en el balotaje y luego en el Parlamento, de acuerdo a diversas lógicas de representación, tenía el 25% de los escaños”.
Mientras que el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que es “minoritario a nivel nacional tiene más escaños y en cualquier gobierno siempre está presente”.
Nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario
Por otro lado, Caetano dijo que “hay una presunción fuerte sobre Lula, pero nadie es culpable hasta que se demuestra su culpabilidad, y la culpabilidad tiene que demostrarse con pruebas”.
“Las pruebas efectivas, implacables e incontrovertibles no se han mostrado. En el fallo del juez Sérgio Moro, del Tribunal de Puerto Alegre o de los integrantes del Tribunal Superior de Brasil, no aparecieron pruebas efectivas contra Lula, sino convicción”, aclaró.
Agregó que “más allá del fondo del asunto, hay presunción de que el PT, como todo los partidos, ingresó en una lógica de compra de votos, pero lo más grave es que hubo enriquecimiento personal, como en el caso del ex presidente del PT, José Dirceu”.
“Pero en el caso del ex presidente Lula, las pruebas no han aparecido y el trámite jurídico, que es tan importante como el fondo, ha sido extraordinariamente acelerado”, cuestionó.
Dijo que en el mismo momento en que ocurre todo ello “hay presunciones y pruebas muy marcadas de que el actual presidente Temer ha estado involucrado directamente con temas de corrupción, donde funcionó la compra de votos, pero lo liberan de toda responsabilidad, por lo menos hasta ahora”.
Contrarreforma
Caetano planteó también que en América Latina se está viviendo un momento que se puede denominar de “contrarreforma, con derivas autoritarias y una revancha de las posturas más conservadoras”.
Explicó que a la década de las reformas de carácter social ahora aparecen las “contrarreformas laborales, previsionales, de retracción de la presencia del Estado y de militarización de la seguridad”.
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