Roberto Conde: “El gobierno y el Frente Amplio tienen que alcanzar un acuerdo estratégico para evitar las disonancias y las discusiones estériles”

-¿Cómo ha sido este final de campaña?

-Los frenteamplistas somos uruguayos y dejamos todo para último momento. Ahora, todos los días, llegan pedidos de que vengan aquí y que vengan allá. Y ahora quedan pocos días, no hay lugar para todos. Quedarán muchísimos compañeros sin ver, pero han reaccionado tarde. Espero que se movilicen para votar el domingo 24. Tengo pedidos sin lugar en la agenda, el “bajón” que tuve en la agenda desmovilizó, ahora a último momento hay una reacción, por eso tengo expectativa que vayan a votar.

-¿Le preocupa el número de votantes?

EL FA TIENE UNA EVIDENTE DEBILIDAD EN SU CAPACIDAD DE LUCHA POLÍTICA.

-Preocupado no por el número en sí, sino por la situación política que tendremos a partir del domingo 24. El número de personas que vaya a votar, es un insumo más para las políticas que aplicaremos después. Si van 160 mil, todo será más fácil, si van la mitad, será más difícil, pero de cualquier manera no está ahí. El centro de la cuestión, es que el FA tenga claridad estratégica para moverse hacia el 2020. Que genere un estado de consenso interno, que le permita ganar calidad y contundencia en su lucha política. El FA tiene una evidente debilidad en su capacidad de lucha política.

-¿Cómo define este momento político?

-Es un momento atípico pero no inesperado, digo atípico porque todavía este gobierno encabezado por Tabaré Vázquez no cumplió un año y medio y ya estamos en un enfrentamiento total con la oposición, con la derecha. Este enfrentamiento se mantendrá así hasta la próxima elección y esto no era así en el pasado, la política electoral comenzaba en el tercer año de gobierno. A partir de  ahora,  como dicen los gurises “palo y palo” y el FA no está preparado. Lo que estamos tratando de conseguir, es que a partir del lunes 25, el FA entre en una etapa superior, que le permita afrontar esta lucha política.

-El mayor problema  es el enfrentamiento dentro del propio FA y con el gobierno encabezado por Tabaré Vázquez. ¿Ud. qué piensa?

QUE EL FA ESTÉ SIN CONDUCCIÓN DIFICULTÓ EL DIÁLOGO CON EL GOBIERNO.

-Creo que debemos instalar un diálogo mucho más sistemático, más fecundo entre la fuerza política y el gobierno. Que la fuerza política esté sin conducción, dificultó la relación con el gobierno y esto tendrá que corregirse después de la elección. Tendremos que ajustar la relación, para que la fuerza política no se encuentre con “hechos consumados” de las decisiones tomadas por su gobierno, decisiones que a veces sorprenden. El FA no sabe cómo reaccionar. Yo que ando en la calle, como el resto de los candidatos, vi la sorpresa de la gente, la irritación por el anuncio de los 200 pesos para los jubilados, no hablo de uno o de dos, sino de decenas de compañeros, de militantes que te dicen “no puedo creer” que se anuncie esto.

ENTRE EL GOBIERNO Y LA FUERZA POLÍTICA TENEMOS QUE ALCANZAR UN ACUERDO.

La fuerza política comunica mal, y el gobierno comunica mal. A lo largo y ancho del país, estas situaciones sorprenden y hay que evitar las sorpresas. Tenemos que alcanzar rápidamente, un consenso estratégico. Vengo insistiendo en dos ideas: hay que establecer una línea de no retroceso. Es decir, todo lo que el pueblo uruguayo ha conquistado en estos 11 años de gobierno progresista no se toca, no podemos dar ni un paso atrás. En estos 3 años y medio que nos quedan, tenemos que definir donde están las prioridades, los objetivos, que es lo que podemos hacer y una vez que establezcamos esos objetivos, que sea un acuerdo estratégico entre gobierno y fuerza política. Todos detrás de ese acuerdo y se terminan las disonancias, las sorpresas y las discusiones estériles. Esto significa discutir un conjunto de medidas, que tienen que ver con la reafirmación del plan de inversiones en obra pública, el 6% para la educación, la implantación de la primera fase del Sistema Nacional de Cuidados, la continuidad de la inversiones en salud, mantenimiento del salario real, cuáles serán nuestras prioridades de vivienda dentro de las posibilidades que tenemos. Todavía tenemos 160 mil uruguayos viviendo en asentamientos, cuando iniciamos nuestro ciclo de gobierno eran 310 mil viviendo en asentamiento. Hay un paquete grande, acordemos  que es lo que podemos y debemos hacer de aquí hasta 2020 y luego vamos todos para adelante con un consenso estratégico definido.

-Javier Miranda, otro de los candidatos, ha señalado que el gobierno está para gobernar y debe tomar decisiones independientemente de la fuerza política y sí luego la fuerza política no está de acuerdo lo criticará. Pero quién gobierna es el gobierno ¿Ud. comparte?

LA VISIÓN DE (MIRANDA) ES EQUIVOCADA EL GOBIERNO Y LA FUERZA POLÍTICA NO PUEDEN VERSE COMO COMPARTIMIENTOS ESTANCOS.

-De ninguna manera, no comparto, el gobierno tiene la responsabilidad de gestionar el aparato administrativo – coercitivo del Estado para aplicar el programa, y la fuerza política tiene la responsabilidad de construir la hegemonía de valores, la hegemonía cultural, social y política. La fuerza política, es el sostén del gobierno, para que la sociedad se transforme en dirección a ese programa. El programa ejecutado desde el Estado, es un agente de transformación de la sociedad, un promotor de la transformación social, de la evolución humana que buscamos con la transformación social. Y cumple su rol desde el aparato administrativo y coercitivo del Estado. Y la fuerza política, cumple su rol desde el trabajo en la piel de la sociedad. Son distintos ámbitos de trabajo, pero confluyen en el mismo objetivo aplicar el mismo programa, para hacer evolucionar en un sentido progresista a la sociedad, de modo que son ámbitos autónomos pero de ningún modo independientes y si se arma un conflicto entre estos dos campos, no solo pierde el gobierno y la fuerza política sino que pierde el proyecto. El contacto político es imprescindible, el sentido de responsabilidad estratégica que ambos campos tienen para la construcción del cambio social. Si se ven como compartimientos estancos y no importa la articulación estratégica, realmente tenemos una concepción equivocada de la fuerza política o una concepción equivocada del gobierno.

-Cuando la gente se quejaba del gobierno. ¿Cómo “remar” esa situación?

NO LE PIDO A LOS COMPAÑEROS SINO QUE LES EXIJO UN SENTIDO DE RESPONSABILIDAD HISTÓRICA, NO ES CUESTIÓN DE DESANIMARSE CUANDO APARECEN LAS PRIMERAS DIFICULTADES.

-Mi discurso está muy centrado en que hay que comprender el proceso histórico. Ya estamos en la cuarta etapa de la vida del FA y además estas etapas tienen continuidad hacia el futuro, este es un proceso histórico de construcción de una sociedad mucho más progresista y evolucionada. No sabemos si nos llevará diez años, 20 años o 50 años. La izquierda no nació en el mundo para gobernar 5 años. La izquierda nació para transformar la sociedad, para rescatar al ser humano de las condiciones limitadas que le impone el mercado. Esta es la lógica que queremos romper si queremos construir valores progresistas, una convivencia sana y lograr las condiciones que nos permitan vivir en paz con justicia distributiva. Queremos una civilización mejor, no sabemos cuánto nos demorará. No pido, le exijo a los compañeros que tengan un sentido de responsabilidad histórica y no es cuestión de desanimarse cuando aparecen las primeras dificultades como está pasando ahora. Mi discurso es el del compromiso militante, que es el ejemplo de mi propia vida, no le pido a nadie lo que yo  no está dispuesto a dar. No puedo tolerar que se me diga que ya no vale la pena. Cuando los compañeros se desmovilizan y me dicen que no vale la pena yo cargo con este  discurso porque apelo a la responsabilidad moral de los compañeros. Esta es una lucha larga y no hay que aflojar porque haya dificultades.

-Hoy día hay una treintena de grupos políticos dentro del FA ¿Hay tantas maneras diferentes de pensar?

-No hay tantas formas  diferentes de pensar, estamos corriendo el riesgo de que nuestra pluralidad se transforme en dispersión. Este es un riesgo real, el FA está necesitando una síntesis política, reexaminar nuestro común denominador de izquierda. Saber hacia dónde vamos. En mi primer discurso en la Plaza Seregni, planteé la necesidad de fortalecer nuestro común denominador de izquierda, saber hacia dónde vamos y mantener abierto este sentido de perspectiva histórica porque si no la gente se cae por el peso de la coyuntura.

-¿Hacia dónde debe construir el FA?

LOS PROYECTOS PROGRESISTAS AVANZAN 10, 15 AÑOS, Y TARDE O TEMPRANO PEGAN CONTRA EL “NÚCLEO DURO” DEL CAPITALISMO Y RETROCEDEN.

-No podemos eludir el dilema, a la que se ha enfrentado el conjunto de las izquierdas del mundo occidental, en los últimos 20 años. Los proyectos progresistas avanzan, construyen un estado de bienestar, redistribuyen riqueza, despliegan políticas sociales, plantean rutas de salida para la inclusión social, disminuyen la pobreza, construyen  igualdad, los proyectos avanzan 10, 15 años y tarde o temprano pegan contra el “núcleo duro” del capitalismo y empiezan a retroceder. Esto le pasó a nuestros queridos hermanos de la socialdemocracia europea, impulsaron masivamente un estado de bienestar y ahora, hace 20 años, que vienen retrocediendo, porque no pudieron derrotar las barreras del “núcleo duro” del capitalismo. Este “núcleo duro”, no sostiene el estado de bienestar. E l capitalismo continúa con su proceso histórico de concentración de la riqueza, administran la crisis bajo las condiciones de la acumulación y no facilitar la transformación progresista de la sociedad. Nos hemos enfrentado a situaciones muy dolorosas en Europa y en América. La expresión más clara es el golpe en Brasil donde la “burguesía paulista” toma el poder en sus manos.

-¿Qué papel juega la corrupción en el debilitamiento de los gobiernos progresistas? ¿Cómo ha sido para los militantes de izquierda ver caer de a uno a los dirigentes del PT involucrados en la trama de corrupción?

-Le decía a los compañeros del FA, nosotros hace 25 años gobernamos en Montevideo, 11 en el país, y otro tanto en distintos departamentos, y los casos de corrupción que hemos tenido se cuentan con los dedos de la mano y cuando los hemos tenido, nosotros mismos los hemos depurado. Los frenteamplistas se tienen que sentir orgullosos que no somos una fuerza corrupta. Uruguay está entre los países más transparentes del mundo, porque hace 11 años que lo gobernamos nosotros. Firmeza y orgullo de lo que somos. Lo que pasa al lado, criticaremos a los compañeros y también seremos solidarios en su derrota. Los criticamos pero no los abandonamos. Tampoco trasladamos mecánicamente, las experiencias de los demás al Uruguay.

URUGUAY ESTÁ ENTRE LOS PAÍSES MÁS TRANSPARENTES DEL MUNDO PORQUE HACE 11 AÑOS GOBIERNA EL FA.

-¿Ud. dice ser solidarios con el PT?

-Solidario con el PT a muerte, ahí está la lucha por la justicia social. Ellos deberán llevar a cabo su proceso de depuración, ojo que el PT no es el centro de la corrupción en Brasil, de los 200 políticos investigados una veintena pertenecen al PT y el resto a los demás partidos. La gran prensa pone el eje en el PT. El PT es parte del hundimiento de todo el sistema y tendrá que depurarse y recomponerse. Somos solidarios con los compañeros, porque detrás del PT, hay cientos de miles de trabajadores, de campesinos, del Movimiento de los Sin Tierra, cientos de miles en los movimientos sociales, luchadores de los derechos humanos  y  muchos de ellos asesinados. Nuestra solidaridad con el pueblo brasileño en lucha y con el PT. Nosotros hacemos nuestras críticas pero no abandonamos la solidaridad.

-¿En caso de ganar cuál sería su equipo?

-No tengo equipo, en caso de ganar, será el del FA y lo vamos a constituir en consulta con los sectores y las bases. No habrá un equipo constituido por los sectores, lo vamos a conformar entre sectores y bases.

-¿La polarización en el FA es responsabilidad de lo que se ha dado en llamar “los mujiquistas y los astoristas”?

-Esta polarización se ha utilizado con fines electorales. Creo que el FA, es mucho más que eso, en mi condición de independiente pondré especial empeño en que el FA no  esté encorsetado por ningún tipo de polarización. Quizás por mi trayectoria en el FA y mi condición de independiente  actual,  me permite tener una mirada equidistante y tenemos que ser constructivos para poder articular y unir a todos. Mi propósito, si me toca ejercerlo, será fortalecer un “frenteamplismo neto” que esté por encima de sectores y personalidades. Eso nos hace bien a todos.