A cinco años de su muerte, insisten que Saravia fue víctima de un crimen político
Apenas 48 horas antes se reunía con el Directorio del Partido Nacional y reiteraba duros conceptos hacia la figura del líder nacionalista Luis Alberto Lacalle. Estaba enfrentado con el juez letrado de Melo, Ricardo Míguez y con el fiscal, Gustavo Zubía, quienes no obstante asumieron la polémica investigación judicial sobre la muerte de Saravia. El día siguiente a su fallecimiento estaba fijado para la inauguración de la Semana del Arroz, una fiesta de la producción para la cual estaba confirmada la presencia del propio presidente de la República, Julio María Sanguinetti. Verónica Bejérez, flamante esposa de Villanueva e hija de Serafín Bejérez, quien luego asumiría un fugaz y tormentoso mandato como intendente, esperaba dar a luz a su primera hija, lo que ocurrió pocos días después.
Al retornar a Melo, Villanueva había estado hasta altas horas de la noche del 11 y quizás de la madrugada del fatídico día 12 en una reunión donde se festejaba el cumpleaños de una funcionaria municipal. Se sabe y existen pruebas aportadas por Antel de que esa noche Villanueva Saravia mantuvo un impresionante e inexplicable cruce de llamadas telefónicas con su secretaria Adriana Carbón, con quien había estado ligado sentimentalmente en varias oportunidades. Sin embargo pocos saben qué información aportó Carbón sobre las conversaciones que mantuvo esa noche con Saravia. La ex secretaria de la Comuna aparentemente solicitó ser trasladada inmediatamente a Montevideo, para retornar a su cargo original en OSE, para lo cual habría contado con el respaldo del senador Luis Alberto Heber.
Las circunstancias de la muerte de Villanueva Saravia siguen dividiendo las aguas, como también admiradores y detractores coinciden en marcar que en Cerro Largo hay un antes y un después de Saravia. Es cierto que muchos se han llamado a silencio, otros con aspiraciones políticas han abandonado ante la falta de receptividad electoral y otros, como la joven viuda de Saravia, Verónica Bejérez, sorpresivamente ha dado un paso al costado.
Entre quienes se afiliaron desde un primer momento a la tesis del homicidio se encuentra el abuelo materno de Villanueva, el octogenario productor agropecuario Luis César Pinto, quien entrevistado por LA REPUBLICA asegura que no cejará en su esfuerzo por descubrir toda la verdad. Para ilustrar cómo continúa la polémica sobre la figura y la muerte del controvertido jefe comunal, recientemente durante el lanzamiento del libro «Las reglas de la mafia» de Enrique Ortega Salinas se registró un duro incidente entre el escritor y familiares y allegados, quienes le increparon algunos conceptos contenidos en el libro, en los que se vincula a Villanueva con hechos de corrupción. Un férreo dispositivo de seguridad impidió otras consecuencias, pero este hecho demuestra que la controversia se mantiene latente. El siguiente es un tramo de la extensa entrevista que concediera Luis César Pinto a LA REPUBLICA:
LR: ¿Cinco años después usted ratifica que a Villa lo mataron?
LCP: «Ratifico plenamente que Villanueva fue asesinado y a medida que el tiempo pasa más convencido estoy de que se trató de un asesinato alevoso y muy bien planeado».
LR: ¿En qué se basa para una afirmación de este tipo?
LCP: «En muchas cosas, por ejemplo en que hay cosas irrefutables como la posición en que se encontraba el cuerpo. Una posición totalmente artificiosa. Yo digo que fue un asesinato político. Villa fue asesinado no me caben dudas. La postura del revólver en la mano de Villa lo dice claramente».
LR: ¿Según esa tesis los asesinos respondían al poder?
LCP: «Sí, es un crimen político no es de las fuerzas de abajo, sino de las fuerzas de arriba, de las que mandan y también estoy convencido de que el asesino no era extranjero. Hay muchas preguntas sin contestar, por ejemplo cómo fue posible que el juez Míguez y el fiscal Zubía, a quienes Villa consideraba enemigos, fueran a examinar la escena del hecho y asumieran el caso luego de todo lo que decían sobre mi nieto».
LR: ¿Usted continúa llevando adelante una especie de investigación paralela?
LCP: «Sigo haciendo una investigación sobre la que no voy a decir nada hasta que no tenga todas las cartas arriba de la mesa y pueda decir fue esta persona la que lo mató. Pero estoy en el camino y voy a salir con la verdad irrefutable, diría que las cosas están muy cerca del final».
LR: ¿A cinco años, usted vislumbra algún heredero político de Villanueva?, se habló de la candidatura de su viuda Verónica Bejérez, ahora quedó en nada, ¿qué va a pasar?
LCP: «No veo a nadie. No me agradaba la idea de la candidatura de Verónica Bejérez aunque no dudo de su capacidad».
LR: ¿Cerro Largo se ha olvidado de Villa, le duele esa posibilidad?
LCP: «Mi fin será una gran desilusión si Cerro Largo no levanta la bandera de exigir que se aclare todo. Si tenemos un pueblo valiente tiene que salir a la calle a reclamar que se esclarezca el caso de Villa».
LR: ¿Qué perspectivas políticas le ve al Partido Nacional si Luis Alberto Lacalle vuelve a ser candidato por mantener la mayoría partidaria?
LCP: «Si tal cosa sucediera creo que a nuestro pueblo le falta conciencia. Políticamente si siguieran a un candidato que tantos pasajes ha tenido por los juzgados, no comprendería a la gente». *
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