Bariloche, nieve, agua, montañas y deportes extremos
Bariloche es uno de los destinos más impresionantes de América. Sus postales expresan las maravillas de la Patagonia argentina y su privilegiada ubicación dentro del parque nacional Nahuel Huapi, entre bosques milenarios, montañas cubiertas de nieve y lagos cristalinos ofrecen una experiencia inigualable. En el 2012 fue declarada capital nacional del turismo de aventura, porque ofrece diferentes tipos de experiencias más allá de las invernales.
Bariloche se puede visitar durante las cuatro estaciones del año, lo que permite disfrutar de diferentes paisajes naturales, desde picos nevados y lengas cobrizas, hasta valles cubiertos de flores y aguas cristalinas. Aunque la nieve es el principal atractivo, la ciudad ofrece gastronomía, aventura, tranquilidad y una agenda cultural diversa.
El parque nacional Nahuel Huapi posee una geografía muy rica y variada, que lo convierte en el escenario ideal para la práctica de por ejemplo, ciclismo de montaña.
Uno de los circuitos más populares es el del Lago Gutiérrez, un recorrido de baja dificultad que dura aproximadamente tres horas. La travesía comienza en el lago del mismo nombre recorriendo algunos caminos vecinales hasta que el sendero comienza a internarse en el bosque hasta llegar a la Cascada de los Duendes. El retorno se puede realizar bordeando el arroyo Gutiérrez por un camino interno que conduce hacia la zona de Virgen de las Nieves, a través de un bellísimo bosque de coihues y cipreses.
Sin embargo el circuito más importante es el de la Travesía de los siete lagos, desde Bariloche a San Martín de los Andes. Bariloche cuenta, además, con dos importantes Bike Parks: uno en el cerro Catedral (Woodpark) y otro en Villa Lago Gutiérrez (Goriland), donde se puede aprender o practicar freeride y slopestyle.
Las cabalgatas son otras de las experiencias que se pueden vivir en el destino, pueden ser cortas, ideales para familias con niños, o travesías de varios días que llevan hasta Chile guiados por baqueanos y pernoctando en refugios.
La Patagonia andina se caracteriza por cambiar de topografía y vegetación en un área de pocos kilómetros. Un solo paseo a caballo puede implicar, por lo tanto, recorrer una asombrosa variedad de paisajes, flora y fauna.
Este tipo de excursiones permiten a los visitantes cruzarse con variados ejemplares de la fauna local como liebres, ciervos y guanacos, mientras se observa el vuelo de majestuosos cóndores y águilas.
Otro punto fuerte del destino son las caminatas, o trekking, por los numerosos senderos en Bariloche. Esta actividad no exige experiencia previa cuando se practica bajo la supervisión de un guía de alta montaña, pero sí requiere de un nivel físico aceptable y una buena predisposición hacia las eventualidades que puedan surgir en cada expedición.
La duración de las caminatas suele ser de un día, y hay opciones que se adaptan a todos los integrantes de la familia. Para los que se inician en el mundo del trekking, encontrarán la excursión a Bahia López, sencilla y placentera donde se destacan, las espectaculares vistas del Brazo de la Tristeza, la Bahía López y el lado Este del cerro Capilla.
Entre los recorridos que requieren mayor práctica, además de la necesidad de llevar piqueta y crampones, se encuentra el circuito de trekking al Cerro Tronador. Sus 3.554 metros sobre el nivel del mar convierten al cerro en la mayor elevación del parque nacional Nahuel Huapi. Desde su cumbre se puede disfrutar de una vista incomparable. Además es una excelente oportunidad para practicar un ascenso de alta montaña.
Aunque todas estas actividades están disponibles la mayor parte del año, de octubre a abril, el clima ayudaría a tener una experiencia más relajada.
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