Romántico empedernido: Este pájaro atrae a las hembras con un corazón inflable

Las fregatas (Fregata magnificens) vuelan grandes distancias sobre el océano; sus hábitats están entre las islas Galápagos y el archipiélago de Hawaii. Se alimentan de peces, calamares y medusas en la superficie del agua pero no pueden descansar en la superficie del océano porque, a diferencia de la mayoría de las aves marinas, sus plumas no son impermeables. Si se mojan, su plumaje pesará demasiado e impedirá que vuelvan a despegar. Por lo tanto, para evitar la necesidad de descansos, utilizan ráfagas de aire caliente para elevarse y planear, elevándose a alturas de hasta 2.400 metros.

Allá arriba, pueden planear kilómetros sin tener que batir sus alas repetidamente, dándoles la energía que necesitan para sus largos viajes. Pero por asombrosas que suenen las técnicas de vuelo, lo más espectacular es ver sus rituales de apareamiento.

Baile romántico

Las fregatas macho tienen una particularidad que enamora a las hembras: una gigantesca bolsa roja en forma de corazón que se infla en su garganta al tiempo que realizan impetuosos bailes para atraer a las chicas.

«Los machos tienen este peculiar adorno que los ha vuelto famosos en el mundo animal», dice el doctor Donald Dearborn, profesor de biología del Bates College, Maine, EE.UU. «Muchas aves tienen adornos coloridos, que pueden ser plumas de colores o incluso partes expuestas de piel coloreada, pero el aspecto inflable de la garganta de la fragata es inusual», agregó.

Esta bolsa, explica Dearborn, está conectada internamente al sistema respiratorio del ave, lo que le permite inflarse en un lapso de 15 a 30 minutos cuando el macho intenta atraer a una hembra como parte de su ritual de cortejo.

A menudo se ven varios machos en grupos tratando de atraer a un número más reducido de hembras, o incluso a una sola, que debe escoger entre ellos al mejor postor, al que parezca ser más fuerte. Los chicos sacuden rápidamente sus alas e inclinan su cabeza hacia atrás.

Durante este proceso, la bolsa tiene dos funciones posibles, de acuerdo con Dearborn. Primero, es una fuerte señal visual para las hembras que llama su atención. En segundo lugar, podría servir como un resonador para sus llamadas de cortejo porque «algunos datos sugieren que resuena o amplifica el ruido que hacen los animales, y que las bolsas de garganta más grandes hacen esto de una manera que es más atractiva para hembras”. En otras palabras, es una manera de asegurarse de que ella escuche la llamada más poderosa en medio de la multitud.

El color rojo de la bolsa similar a un globo es creado por la hemoglobina (la proteína que transporta el oxígeno en la sangre) y los pigmentos carotenoides (pigmentos rojos y amarillos producidos por las plantas, pero que a menudo se encuentran en los animales). Por ejemplo, los pigmentos carotenoides son los que producen las alas rojas en los cardenales o las lapas rojas.