Abuelas recuperan el nieto "número 70"

Por Isidoro Gilbert – Corresponsal en Argentina

Las Abuelas de Plaza de Mayo encontraron después de casi un cuarto siglo de búsqueda a otro nieto que estaba desaparecido, el número 70.

Pero además, es el primer niño que se detectó en manos de personal de la Aeronáutica, la fuerza que aparecía como menos comprometida en la represión ilegal. El muchacho que hoy tiene 22 años, nació en un sótano del campo de torturas que funcionaba en la Escuela de Mecánica de la Armada, el 15 de noviembre de 1978, de parto natural. Su madre lo llamó Rodolfo Fernando, pero sus apropiadores le cambiaron la identidad, la que usó hasta ahora y fue su hermana, Marina Pérez quien fue en su búsqueda cuando en la sede de Abuelas, se recibieron datos serios sobre la apropiación.

Es así que Rodolfo Fernando (cuyo apellido impuesto por sus apropiadores, es un secreto relativo) es en rigor el nieto de Rosa Tarlovsky de Roisinblit, la vicepresidenta de las Abuelas. Sus padres fueron los militantes políticos José Manuel Pérez Rojo y Patricia Julia Roisinblit, secuestrados por un grupo de tareas el 6 de octubre de 1978. Ambos siguen hoy desaparecidos.

Mariana convenció exitosamente a su hermano de realizarse los exámenes genéticos para confirmar el vínculo sanguíneo con Patricia y José. Con una condición de que fuera en forma reservada.

Por eso se hizo un primer análisis en un banco de análisis de Estados Unidos que utilizan las Abuelas, y que indicó que se trataría efectivamente del nieto de Rosa. Aún resta la comprobación oficial, que se hará en el hospital Durand de esta ciudad, donde se determina el «Indice de Abuelismo», llamado así en homenaje a las Abuelas.

 

Un plan sistemático

Las Abuelas están detrás del paradero de unos 500 chicos apropiados durante la represión ilegal y disienten con la Secretaria de Derechos Humanos que tiene documentados unos 200, número de por sí ilustrativo de que se aplicó un plan sistemático de apropiación de bebés de madres en cautiverio, robo de sus identidades y entrega a terceros, en general militares o agentes de inteligencia.

Por su titánica tarea Abuelas fueron propuestas este año para el Premio Nobel de la Paz. Y este nuevo caso revelado figura en la película «Botín de guerra».

Los presuntos apropiadores del chico serían Francisco Gómez, personal civil de la Fuerza Aérea, y su esposa, Teodora Jofré. El joven fue localizado en junio del año pasado, pero el caso se difundió ahora debido a los avances judiciales que se están produciendo. La causa está a cargo de la jueza federal María Servini de Cubría, quien mantuvo silencio sobre los detalles de la investigación. Sin embargo, deslizó que «en pocos días se va a poder saber quiénes son los responsables del secuestro».

Patricia y José fueron capturados en Martínez, en el norte de la capital, por un grupo conjunto de la Fuerza Aérea y el Ejército y que la mujer fue trasladada a la ESMA en noviembre del 78 para que diera a luz. El traslado –dice– estuvo a cargo de Carlos Orlando Generoso, alias «Fragote», del Servicio Penitenciario y de los grupos de tareas de la ESMA y El Vesubio, otro centro clandestino de detención.

Por el relato de mujeres que sobrevivieron al cautiverio en la ESMA, se sabe que el parto fue atendido por el médico Jorge Luis Magnacco, por entonces ginecólogo del Hospital Naval. Magnacco y Generoso recibían órdenes del capitán Jorge «Tigre» Acosta, un jefe de la represión que hoy está detenido por robo de bebés. Monitoreó el caso el marino Raúl Scheller.

La madre fue asistida por las detenidas Miriam Lewin, hoy periodista de Canal 13, Nilda Goretta, Sara Solarz de Osatinsky y Amalia Larralde, que era enfermera. Patricia pidió y consiguió apoyar a su hijo en el pecho antes del corte del cordón umbilical. También alcanzó a darle de mamar. Cuentan que el médico naval le dijo: «Te portaste bien», y que ella le respondió: «Me porté mejor en el parto anterior».

Una tragedia argentina que abre nuevos caminos para el esclarecimiento de la verdad a pocas semanas de que se cumpla un cuarto de siglo del golpe de Estado de 1976 y cuya rememoración sacudirá la vida nacional.