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Trump expresa la ambición de anexar Groenlandia, el Canal de Panamá y ahora Canadá, usando fuerza militar

El ultraderechista aseguró que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para apoderarse de estos tres territorios que pertenecen a naciones democráticas, libres y soberanas.

Trump expresa la ambición de anexar Groenlandia, el Canal de Panamá y ahora Canadá
Trump expresa la ambición de anexar Groenlandia, el Canal de Panamá y ahora Canadá

El presidente electo Donald Trump ha aumentado sus declaraciones sobre la adquisición de Groenlandia y el Canal de Panamá, señalando la importancia estratégica de ambos para la seguridad nacional de Estados Unidos. Durante una reciente conferencia de prensa celebrada en su propiedad de Mar-a-Lago, Trump fue directo al respecto, al afirmar su intención de no descartar las acciones militares o económicas para obtener estos territorios de forma que viole el derecho internacional.

“Pero puedo decir esto: los necesitamos para la seguridad económica”, afirmó Trump a los medios, subrayando así su determinación de llevar a cabo esta agenda. Su enfoque ha generado preocupación entre los líderes de los países involucrados, quienes rápidamente han refutado cualquier posibilidad de negociación.

Reacciones de Dinamarca y Panamá

Las autoridades de Dinamarca y Panamá han respondido a las declaraciones de Trump, enfatizando que no hay intención de ceder territorio. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, defendió la soberanía de Groenlandia, recordando que “Groenlandia pertenece a los groenlandeses” y que la población local debería tener la última palabra sobre su futuro.

A su vez, el presidente panameño José Raúl Mulino negó las acusaciones de interferencia china en el canal, asegurando que no hay “absolutamente ninguna interferencia” en las operaciones actuales. Este tipo de tensiones refleja una creciente incertidumbre sobre las relaciones internacionales en un contexto en el que la retórica de Trump parece ir en aumento.

La frontera compartida con Canadá

Durante su intervención, Trump también manifestó su intención de usar “fuerza económica” para intentar anexar a Canadá, argumentando que la frontera entre ambos países es “una línea trazada artificialmente”. Este comentario sobre la fronteriza, la más extensa del mundo entre dos naciones, fue acompañado de críticas hacia el comercio bilateral y las importaciones canadienses, que Trump considera perjudiciales para Estados Unidos.

En este contexto, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, desestimó las propuestas de Trump, afirmando que no hay “la más mínima posibilidad” de que Canadá se una a Estados Unidos en esta forma. La respuesta de Trudeau deja en claro que, a pesar de la presión, Canadá no está dispuesto a ceder ante las declaraciones de Trump.

Inversión en nuevos proyectos

La conferencia de prensa de Trump, inicialmente prevista para anunciar una inversión de 20.000 millones de dólares en Estados Unidos por parte de un desarrollador de Dubai, se convirtió rápidamente en un escenario para sus opiniones sobre diversas cuestiones.

Aparte de sus declaraciones sobre la adquisición de Groenlandia y el Canal de Panamá, Trump se tomó el tiempo para criticar varios aspectos de la política interna de EE. UU., incluidas las regulaciones ambientales y el sistema electoral.

Su postura en torno a la energía eólica fue especialmente controvertida, al insinuar que las turbinas eólicas están causando daño a la fauna marina. El hijo de Trump, Donald Trump Jr., también hizo ruido mediático durante este tiempo al visitar Groenlandia, lo que avivó aún más el interés en la región.

El papel estratégico de Groenlandia

Groenlandia, considerada la isla más grande del mundo, tiene una población de aproximadamente 57.000 habitantes y es vista como un punto estratégico en el Ártico. Aunque posee un alto grado de autonomía, su economía depende fuertemente de las subvenciones de Dinamarca.

Como parte del reino de Dinamarca, la isla ha sido objeto de interés militar y económico por parte de Estados Unidos, especialmente en el contexto de las tensiones geopolíticas actuales.

Trump destacó que Groenlandia es esencial para las operaciones militares de EE. UU. en la región, indicando que es vital para monitorizar las actividades de China y Rusia. Esto ha agregado una capa de complejidad a las relaciones entre Estados Unidos y Dinamarca respecto a la soberanía de Groenlandia.

Las implicaciones de la retórica de Trump

Los comentarios de Trump sobre el Canal de Panamá revelaron una narrativa más amplia acerca de cómo percibe los intereses estratégicos de EE.UU. El mandatario mencionó que el canal “es vital para nuestro país”, acusando a Panamá de operar con tarifas injustas.

A pesar de la historia compartida entre punteros de ambas naciones, esta situación ha generado fricciones que podrían complicar futuras interacciones.

El enfoque en el Canal de Panamá también resuena con la historia del control estadounidense sobre la vía acuática, que se mantuvo hasta 1977. Las afirmaciones de Trump sobre este tema se han encontrado con la resistencia del gobierno panameño, que ha repetido que el canal no está bajo ninguna influencia china.

Ahora Trump también quiere anexionar Canadá

Las amenazas de Trump acerca de enormes aranceles a las mercancías canadienses agregan una presión considerable sobre las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Canadá, especialmente en un momento en que el país vecino se enfrenta a desafíos internos significativos.

Trudeau, enfrentando su propia crisis política tras anunciar su renuncia, ha sido firme en su negativa a aceptar las propuestas de Trump, enfatizando que las economías de ambos países están interconectadas y se benefician mutuamente.

Las declaraciones de Trump han generado inquietudes sobre un posible impacto negativo en la economía canadiense, ya que el comercio bilateral asciende a miles de millones de dólares diarios. Con la promesa de implementar medidas contraarancelarias, el gobierno canadiense ha comenzado a prepararse para cualquier acción que pueda tomar la administración de Trump en el futuro.

Las afirmaciones de Trump sobre el gasto militar de Canadá han generado un debate considerable sobre las responsabilidades y los compromisos de los países miembros de la OTAN. Al señalar que Canadá tiene «un ejército muy pequeño» y que «dependen de nuestro ejército», Trump ha puesto en el foco la necesidad de mayor inversión en defensa por parte de su vecino del norte.

 

Este llamado a aumentar el gasto militar llega en un momento en que Canadá ya está bajo presión para cumplir con los estándares de gasto del 2% del PIB establecidos por la OTAN.

Trudeau ha prometido incrementar el presupuesto militar, un plan que podría verse afectado por la inminente presión de un Trump que busca asegurar que sus aliados asuman una mayor carga financiera en cuestiones de defensa.

Al mismo tiempo, varios primeros ministros provinciales canadienses se han manifestado en contra de las intenciones de Trump, indicando que es vital que las provincias se unan para responder a lo que consideran amenazas infundadas y no diplomáticas.

Se hacen esfuerzos coordinados para llevar este mensaje a Washington, donde esperan poder establecer una comunicación clara que evite malentendidos y represalias económicas.

La cooperación entre Canadá y Estados Unidos ha existido durante décadas, y la retórica actual de Trump representa un cambio en este patrón. El primer ministro de Columbia Británica, David Eby, ha planteado la necesidad de trabajar en conjunto con el liderazgo federal para lidiar con las propuestas de Trump, lo que podría ayudar a calmar tensiones y asegurar beneficios económicos para ambos países.

 

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