Tensión en la frontera: Afganistán responde con ataques aéreos a Pakistán
La situación se torna crítica con ambas partes intercambiando acusaciones y llevando la violencia a sus fronteras.
Aumento de las tensiones entre afganistán y pakistan
Las tensiones entre Afganistán y Pakistán han resurgido de manera significativa tras una serie de ataques aéreos e incursiones armadas en su frontera común. Este sábado, el Ministerio de Defensa afgano comunicó que sus fuerzas llevaron a cabo ofensivas en territorio paquistaní, en respuesta a los bombardeos realizados por Islamabad la semana anterior, que resultaron en numerosas víctimas, principalmente civiles, incluyendo mujeres y niños.
A través de un comunicado en la red social X, las fuerzas talibanas afirmaron haber atacado “centros y escondites” en Pakistán, los cuales consideraban utilizados para organizar ataques en Afganistán. Sin embargo, el portavoz del Ministerio, Enayatullah Khuwarazmi, no proporcionó detalles específicos sobre la operación ni cifras de bajas. Medios afines al régimen talibán reportaron que en este ataque habrían muerto 19 soldados paquistaníes, mientras que se indicó que tres civiles afganos también perdieron la vida a causa de la violencia desatada.
Contexto de la violencia en la frontera
Los recientes bombardeos por parte de Pakistán, que se llevaron a cabo el pasado martes en la provincia afgana de Paktika, fueron calificados por Kabul como una grave violación de su soberanía. Islamabad justificó sus acciones afirmando que estaban dirigidas contra campamentos del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), un grupo insurgente al que acusan de llevar a cabo ataques transfronterizos. A pesar de estas afirmaciones, el gobierno afgano rechaza categóricamente la idea de que su territorio esté siendo utilizado para atacar a otros países.
Como respuesta, las fuerzas afganas iniciaron una ofensiva desde las provincias de Khost y Paktika, utilizando armamento pesado. Los bombardeos se concentraron en áreas cercanas a la Línea Durand, una frontera que Afganistán no reconoce, lo que ha alimentado constantes tensiones entre ambas naciones. Estas acciones reflejan la creciente hostilidad y la falta de diálogo sobre la regulación de sus fronteras.
Denuncias y consecuencias para la población civil
El gobierno de los talibanes convocó al encargado de negocios de Pakistán en Kabul para presentar una queja formal, subrayando que el ataque no quedaría sin respuestas. En paralelo, Islamabad no ha confirmado oficialmente los bombardeos en territorio afgano, limitándose a indicar que sus fuerzas de seguridad están llevando a cabo operaciones contra “grupos terroristas” en la zona fronteriza. Este intercambio de acusaciones resalta la crisis en las relaciones bilaterales entre ambos países, que han estado marcadas por la desconfianza desde el retorno de los talibanes al poder en Afganistán en 2021.
La actual escalada de tensiones se añade a una serie de incidentes recientes entre Afganistán y Pakistán, recordando enfrentamientos previos que ya sucedieron en marzo, cuando Pakistán lanzó ataques aéreos en las mismas provincias afganas, alegando la presencia de campamentos insurgentes. La situación ha puesto de manifiesto la fragilidad de las relaciones entre las dos naciones y plantea nuevos retos a la estabilidad regional en un área donde las fronteras son difusas y los conflictos locales perpetúan un ciclo de violencia.
A medida que continúan los intercambios de acusaciones, la población civil es la que más sufre las consecuencias de esta disputada frontera. Con cada escalada de violencia, las comunidades locales quedan expuestas a la vulnerabilidad y el temor, resaltando la urgencia de un diálogo pacífico para evitar que este conflicto se intensifique aún más.
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