Marilyn Cote: La abogada que se hacía pasar por psiquiatra en México
Marilyn Cote, utilizó credenciales falsas para operar como psicóloga en Puebla, México. Prometía curar la depresión en pocos días y ahora enfrenta graves acusaciones de fraude.
La problemática de la intrusión médica en México
Marilyn Cote, abogada y supuesta especialista en neurociencia y psicología, ha llegado a ser el centro de atención debido a las denuncias sobre su actividad ilegal como profesional de la salud. Tras una carrera repleta de afirmaciones exageradas sobre sus credenciales, su historia ha captado la atención no solo de la comunidad médica, sino también del público en general. Cote, originaria de Roma, se proclamó en diversas ocasiones como una autoridad en el campo de la perfilación criminal y la salud mental en varias naciones.
“Ha creado a nivel mundial y patentado en 2012 los indicadores más frecuentes para la Perfilación Criminal en el Test de Rorschach”, es una de las afirmaciones que Cote realiza sobre sí misma. Sin embargo, su trayectoria incluye una serie de datos que han sido cuestionados y que han dado pie a la investigación que finalmente la ha dejado expuesta. Aunque inicialmente era ella quien hablaba de sus logros, recientemente ha emergido una nueva figura en México dispuesto a denunciar sus prácticas.
Las acciones de un médico denunciante
Mario, un joven médico que ha creado la cuenta de redes sociales Charlatanes Médicos, ha tomado la delantera en la denuncia de profesionales de la salud que operan de manera ilegal. Este médico, cansado del riesgo que representan ciertos individuos ante el bienestar de los pacientes, ha destapado la situación de Cote, quien ofrecía tratamientos exagerados y poco convencionales, como la cura de la depresión en “seis o siete días”.
Las advertencias de Mario han encontrado eco en numerosos usuarios de la plataforma, quienes han expuesto sus experiencias personales. Las recetas que Cote emitía, que incluían medicamentos controlados, fueron el punto de partida para que Mario hiciera un hilo informativo sobre ella. Su investigación reveló que Cote utilizaba logos de instituciones reconocidas, como Harvard y la Universidad de Oslo, para otorgar legitimidad a su práctica.
La verdad detrás de las credenciales de Cote
Marilyn Cote, quien se graduó en derecho y ha completado una maestría en criminalística, ha hecho uso fraudulento de cédulas profesionales que no corresponden a su formación real. Aunque posee títulos en derecho y psicología, las afirmaciones sobre su práctica médica han sido desmentidas. Los requisitos para la prescripción de medicamentos psiquiátricos, así como para la consulta médica, demandan credenciales que Cote no posee, y su implicación en estos actos ilegales ha llegado a ser evidente.
Las recetas que llegaban a Mario detallaban no solo los medicamentos, sino también un supuesto vínculo con la clínica «Neuropsychology Clinic Marilyn Cote«. Esta supuesta clínica se presenta con un sello de credibilidad, pero la investigación ha puesto de manifiesto que no hay rastros de licencias válidas ni autorizaciones para operar. El médico que destapó su caso ha expuesto también una serie de inconsistencias en las redes sociales de Cote, que incluían imágenes alteradas y otros engaños gráficos que intentaban validar su experiencia profesional.
Reacciones y futuras implicaciones
La respuesta del entorno médico y las autoridades ha sido rápida. La institución Fifty Doctors ha negado cualquier conexión con la clínica y ha anunciado acciones legales en contra de Cote por el uso indebido de su imagen y nombre. La Secretaría de Salud de Puebla, por su parte, ha clausurado su consultorio luego de determinar que operaba sin las licencias necesarias, indicando que no contaba con un aviso de funcionamiento y que las credenciales presentadas eran insuficientes.
Expertos en salud como Xavier Tello advierten que el caso de Cote ilustra una problemática más amplia que afecta al sistema de salud en México. “Tenemos una laguna legal enorme”, señala Tello, mencionando que la falta de regulación permite a personas sin formación médica ofrecer tratamientos. Tal situación genera un entorno de inseguridad para los pacientes, quienes confían en obtener atención profesional.
La gravedad de la farsa atenta a la salud mental
La intrusión médica, como pone de manifiesto este caso, complica el panorama de la atención psicológica y psiquiátrica en el país. La ausencia de mecanismos efectivos de supervisión permite que personas sin las competencias adecuadas se presenten como expertos, arriesgando la salud de los pacientes. Este tipo de situaciones exige una revisión urgente del sistema de validación profesional y la implementación de sanciones más severas para combatir el ejercicio ilegal de la medicina. La historia de Marilyn Cote no solo es un caso aislado, sino un llamado a la reflexión sobre la calidad y la ética en la atención a la salud en México.
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