4B: El surgimiento de un movimiento feminista que está transformando Corea del Sur
Los comentarios de un político local que vinculan el aumento de los intentos de suicidio masculino con la presencia de mujeres en la fuerza laboral son parte de una reacción más amplia ante un despertar feminista en Corea del Sur. La lucha contra el sexismo desenfrenado y la violencia de género incluye el creciente movimiento 4B, que llama a las mujeres a rechazar el matrimonio, la maternidad, las citas y las relaciones sexuales con hombres.
El surgimiento del movimiento 4B en Corea del Sur: un fenómeno social en auge
La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha traído consigo un fenómeno inesperado que ha capturado la atención de la opinión pública en redes sociales: un creciente número de mujeres jóvenes americanas se declaran comprometidas con «4B», un movimiento feminista marginal originario de Corea del Sur, que promueve el rechazo al matrimonio, la maternidad, las citas y las relaciones sexuales. Este movimiento ha encendido un intenso interés global, acumulando millones de vistas en TikTok y publicaciones virales que lo celebran como una revolución en la lucha por los derechos de las mujeres.
Sin embargo, el contexto en Corea del Sur es notablemente más complejo, ya que en algunas zonas el movimiento feminista enfrenta una fuerte oposición. Lee Min-ji, una trabajadora de oficina en Seúl, se muestra sorprendida por la atención internacional que ha generado 4B: “Nunca había oído hablar de 4B hasta hace poco. Entiendo de dónde proviene toda la ira, pero no creo que evitar todas las relaciones con hombres sea la solución”.
Un enfoque hacia el impulso profesional
Por su parte, Park So-yeon, profesional de la industria editorial, menciona que no está interesada en salir con alguien porque está enfocada en su vida profesional. “Al igual que yo, la mayoría de mis amigas están más centradas en sus carreras que en salir actualmente, pero eso no se debe a 4B, es solo la realidad de ser una joven profesional en Corea”, agrega.
El nombre 4B se deriva de cuatro términos coreanos que comienzan con “bi”, que significa “no”: bihon (sin matrimonio), bichulsan (sin maternidad), biyeonae (sin citas) y bisekseu (sin sexo). En respuesta a las expectativas sexistas de una sociedad patriarcal, el movimiento 4B establece claramente estos cuatro “no” que las mujeres están eligiendo como una forma de resistencia ante la misoginia cotidiana que enfrentan.
Este movimiento comenzó a tomar forma a mediados de la década de 2010, en un contexto donde el activismo feminista online en Corea del Sur estaba en auge. En este país, las mujeres enfrentan la mayor brecha salarial de género entre los países de la OCDE y una persistente discriminación. Incidentes de alto perfil, como el asesinato de una mujer en 2016 cerca de la estación Gangnam, a manos de un extraño que alegó haberlo hecho porque las mujeres lo habían “ignorante”, han galvanizado la movilización feminista.
Desafíos y resistencias de un movimiento feminista en un país profundamente misógino
Los delitos sexuales digitales han alimentado aún más esta movilización, siendo común la invasión de privacidad a través de cámaras ocultas en espacios privados, como baños y hogares. Según una encuesta gubernamental de 2015, ocho de cada diez mujeres coreanas han sufrido acoso sexual en el trabajo. A pesar de la enorme carga que enfrentan las mujeres, que a menudo se ven obligadas a manejar todas las responsabilidades del hogar y el cuidado de los niños, un asombroso 65% de ellas no desea tener hijos y el 42% rechaza el matrimonio, citando preocupaciones sobre la violencia doméstica.
Adicionalmente, Corea del Sur enfrenta estándares de belleza extremos y poco realistas, convirtiéndose en la capital global de la cirugía estética. Este conjunto de condiciones ha hecho que el movimiento 4B surja no solo como una defensa de los derechos de la mujer, sino también como un rechazo a las expectativas sociales opresivas.
Sin embargo, esto ha generado reacciones adversas, y el término “feminismo” ha adquirido connotaciones negativas en Corea, quedando lejos de la visión occidental de la defensa de la igualdad de género. “A diferencia de la larga historia de los movimientos feministas en Occidente, Corea está experimentando estos cambios de manera muy comprimida”, señala Gowoon Jung, profesora asistente de sociología en la Universidad de Corea. “Esto ha llevado a muchos a ver el feminismo solo en su forma más radical”.
La lucha silenciosa de las mujeres coreanas
La presidencia de Yoon Suk Yeol, quien llegó al poder en 2022, se ha visto influenciada por sentimientos anti-feministas, buscando atraer a jóvenes votantes descontentos negando la existencia de una discriminación de género estructural y prometiendo abolir el ministerio de igualdad de género del país.
El concejal de la ciudad de Seúl, Kim Ki-duck, sostuvo en un informe que el aumento de la participación femenina en el mercado laboral a lo largo de los años ha dificultado a los hombres conseguir empleo y encontrar parejas interesadas en casarse con ellos.
Dijo que el país había «comenzado recientemente a convertirse en una sociedad dominada por las mujeres» y que esto podría «ser en parte responsable de un aumento en los intentos de suicidio masculino». Ese es el tipo de declaraciónes políticas absolutamente misóginas que maneja el gabinete del oficialismo surcoreano.
“4B es más una declaración feminista que representa los agravios y frustraciones de las feministas digitales jóvenes sobre la sociedad coreana”, explica Minyoung Moon, profesora de sociología en la Universidad de Clemson, que estudia el feminismo online en Corea del Sur. “Sin embargo, su naturaleza radical ha contribuido a una fuerte reacción negativa, donde muchos hombres jóvenes y algunas mujeres equiparan a todas las feministas con mujeres que odian a los hombres, lo que agudiza las divisiones sociales”.
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