ASí recibe australia al rey carlos iii

Debate sobre la monarquía británica resurge en Australia durante visita del Rey Carlos

La visita de Carlos III a Australia se convierte en un escenario de tensiones políticas cuando la senadora la senadora australiana Lidia Thorpe irrumpió a los gritos al concluir el evento del monarca británico en el Parlamento de Australia, exclamando: "No eres mi rey. No eres nuestro rey".

Rey Carlos III mientras es cuestionado como soberano de Australia por la senadora aborigen, Lidia Thorpe.
Rey Carlos III mientras es cuestionado como soberano de Australia por la senadora aborigen, Lidia Thorpe.

El Rey Carlos III se vio envuelto en un episodio tenso durante su estadía en Australia, donde realiza una visita diplomática. En un acto celebrado en el Parlamento de Canberra, la senadora Lidia Thorpe, representante del estado de Victoria y de origen indígena, increpó al monarca británico por su presencia. Al cierre del discurso del Rey, Thorpe expresó su desacuerdo, acusándolo de haber cometido un «genocidio contra nuestro pueblo». En un momento de alta tensión, reclamó la devolución de tierras y pertenencias indígenas, manifestando: «Devuélvannos nuestra tierra. Dennos lo que nos robaron».

“No eres mi rey. No eres nuestro rey”.

El incidente ocurrió este lunes, durante la segunda actividad oficial del monarca en su gira de nueve días por Australia y Samoa, su primer viaje internacional desde que fue diagnosticado con cáncer. La senadora fue retirada del recinto por el personal de seguridad, mientras continuaba expresando su desacuerdo con la presencia del Rey en el territorio australiano.

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Oposición a la monarquía británica en la sociedad australiana

El ambiente en Australia durante esta visita ha estado marcado por el descontento hacia la monarquía británica. Desde su llegada a Sidney, Carlos III se enfrentó a la resistencia política, evidenciada por la ausencia de varios gobernadores en las ceremonias de bienvenida. En Canberra, cuatro gobernadores optaron por no asistir al Parlamento durante el discurso del Rey.

Las manifestaciones no se limitaron a los parlamentos; en diversos puntos del país se llevaron a cabo protestas organizadas por grupos pro-republicanos. Bajo consignas como «Descolonizar», los manifestantes buscaban reafirmar su rechazo a la figura del monarca. En un episodio frente al Memorial de Guerra australiano, la pareja real enfrentó la exhibición de banderas aborígenes y abucheos, lo que resultó en la detención de un hombre de 62 años tras desobedecer a las autoridades policiales.

Lidia Thorpe, senadora australiana manifestó "no necesitamos que un Rey de otro país nos dicte lo que hacemos aquí"
Lidia Thorpe, senadora australiana manifestó «no necesitamos que un Rey de otro país nos dicte lo que hacemos aquí»

Perspectivas de un referéndum para la independencia

El contexto histórico de Australia añade más complejidad a la visita del rey Carlos III. Aunque el país obtuvo una independencia de facto en 1901, formalmente sigue teniendo al monarca británico como jefe de Estado. Este vínculo histórico ha sido objeto de debate durante décadas, especialmente considerando el impacto del colonialismo británico en las comunidades indígenas.

En un referéndum celebrado en 1999, los votantes australianos decidieron mantener el sistema monárquico, no necesariamente por un respaldo mayoritario a la monarquía, sino por la falta de consenso sobre el procedimiento para elegir al presidente. Como resultado, el deseo de convertirse en una república independiente sigue vivo en el debate nacional.

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El primer ministro australiano, Anthony Albanese, ha descartado la posibilidad de convocar otro plebiscito durante su mandato, que concluirá en 2025. Sin embargo, no cierra la puerta a esa posibilidad en caso de optar a la reelección con su Partido Laborista. Mientras tanto, el debate sobre la independencia de Australia y su futuro como república permanece como una cuestión pendiente en la política nacional.

Desde el Palacio de Buckingham, el silencio ha sido la respuesta oficial ante los sucesos en Australia. No obstante, fuentes cercanas al monarca han intentado disminuir la importancia del altercado, afirmando que el Rey y la Reina Camilla estuvieron «profundamente conmovidos» por la acogida general que han recibido en el país. La visita de Carlos III, que no ha logrado replicar la influencia de su madre, la Reina Isabel II, ni el carisma de sus herederos, sigue enfrentándose a una sociedad australiana en la encrucijada de redefinir su identidad en relación con la monarquía británica.

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