Milei flexibiliza las importaciones y enoja a los productores argentinos
Los industriales argentinos no quieren competir en “libre mercado” con las importaciones baratas, y abogan por un protecionismo estatal que va en contra de las “ideas de la libertad”. Al mismo tiempo, las Pymes son las más golpeadas por esta versión del capitalismo ultraliberal que ve en las regulaciones y los aranceles dos enemigos del tan preciado déficit cero.
El gobierno de Argentina ha implementado una reducida significativa de aranceles a 89 productos importados, con el objetivo declarado de combatir la inflación “cueste lo que cueste”. Esta medida ha sido publicada en el Boletín Oficial, generando una reacción de descontento entre los sectores industriales locales, que ven amenazada su capacidad de competir en el mercado nacional.
Un empresario de una pequeña y mediana empresa (PyME) comentó: “Lo venían avisando, pero no nos dieron tiempo de poder prepararnos. Nosotros pedimos unos meses para acomodarnos antes de que abran las importaciones, pero no pasó”.
La Unión Industrial Argentina (UIA) expresó su preocupación el mismo día que se anunció la reducción de los aranceles. Publicaron un informe sectorial destacando la falta de competitividad, a pesar de la “alta productividad” de las industrias locales. “Buscamos mostrar que el problema de la falta de competitividad no depende de nosotros. El costo argentino está más relacionado a los impuestos e infraestructura”, mencionó una fuente industrial.
Los “costos argentinos”, sus consecuencias, y el libre mercado salvaje de Milei
El documento de la UIA revela que la productividad dentro de las fábricas en Argentina es superior al promedio de América Latina, superando a otros grandes de la industria en la región como Brasil y México. Sin embargo, apunta que esta productividad se ve mermada por problemas de competitividad sistémicos del país.
Los denominados “costos argentinos”, que incluyen déficits en infraestructura, energía, conectividad, logística, presión tributaria, bajo financiamiento y costos crecientes en dólares, afectan seriamente las cadenas de valor.
El contexto macroeconómico es también un obstáculo significativo para la competitividad de las industrias. Durante años, la inestabilidad económica, junto con una inflación elevada y un acceso limitado al crédito, ha exacerbado los problemas del sector. Según el ranking de competitividad del International Institute for Management Development (IMD), Argentina ocupa el puesto 66 entre 67 países evaluados. Esta posición refleja la baja inserción exportadora del país y cómo su potencial se ve obstaculizado por un entorno macroeconómico volátil.
Tensiones en la UIA con Milei y liderazgo en disputa
La publicación del informe de la UIA llega en un momento de creciente tensión interna, debido principalmente a las relaciones cada vez más frágiles con el gobierno. El presidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, está enfrentando presiones internas para adoptar una postura más firme contra las medidas gubernamentales. Aunque aún queda tiempo para un cambio en la cúpula directiva, se especula que Funes de Rioja no buscará un tercer mandato.
En el horizonte, Martín Rapallini, presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires y considerado cercano al empresario Paolo Rocca de Techint, aparece como una potencial figura de poder dentro de la UIA. Durante una reciente conferencia, Rapallini recordó que “los países exitosos salieron de la ingenuidad del libre comercio, implementaron herramientas como el antidumping y los aranceles en defensa de los países que subsidian la exportación”, contrastando con la postura del gobierno nacional.
Para algunas voces dentro de la UIA, Rapallini representa una alternativa viable para el liderazgo en 2025, sobre todo ante la creciente insatisfacción de varios industriales con la actitud conciliadora de Funes de Rioja hacia el gobierno. Esta crítica se centra en la percepción de que Funes de Rioja es “demasiado contemplativo” con el oficialismo, según comentó un miembro del sector.
Las Pymes son las más golpeadas por Milei
En el contexto actual, las Pymes enfrentan desafíos considerables. Durante el primer semestre del año, unas 10,000 Pymes han cerrado, y las perspectivas no son alentadoras. La Asociación de Empresarias y Empresarios Nacionales para el Desarrollo (ENAC) advierte sobre la posibilidad de que otras 10,000 podrían desaparecer si la recesión económica persiste y la actividad sigue deprimida.
La relación entre la UIA y algunas figuras políticas también ha sido tensa. Javier Milei, durante su discurso en la UIA en septiembre, acusó a la industria de “robarle dólares al campo”. Ante esto, Funes de Rioja tuvo que responder, afirmando que “somos víctimas, no victimarios”.
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