ultraderecha islamófoba

Fin de semana de violencia islamófoba y racista en Reino Unido

Más de cien detenidos y varios policías heridos en una ola de protestas islamófobas que sacuden el Reino Unido después de un crimen en Southport.

Foto: X/nagendr_24
Foto: X/nagendr_24

La detención de un joven, hijo de inmigrantes ruandeses, acusado del brutal asesinato de tres niñas en Southport, desencadenó una ola de protestas e incidentes violentos en el Reino Unido.

Las manifestaciones, muchas de ellas impulsadas por grupos de extrema derecha, derivaron en saqueos, especialmente en establecimientos identificados como propiedad de musulmanes. Para este domingo, había convocadas nuevas manifestaciones en varias ciudades, lo que aumenta el temor de un mayor incremento de la violencia.

Un fake news que desató el odio racista

Las tensiones se originaron después de la difusión en redes sociales, por influencers de extrema derecha, de rumores sobre la nacionalidad y religión del supuesto agresor.

El lunes, en la ciudad de Southport, al noroeste de Inglaterra, el asesinato de tres niñas desencadenó una situación ya de por sí tensa respecto a la inmigración, convirtiendo a gran parte de la sociedad británica en un polvorín.

Las protestas del sábado se extendieron por numerosas ciudades, desde Londres hasta Liverpool, Hull, Belfast y Leeds, derivando en violentos enfrentamientos con la policía. Los disturbios también ocurrieron en Sunderland el viernes y en otras ciudades del noreste el miércoles.

Se han registrado más de un centenar de detenciones, y varios policías resultaron heridos. Las manifestaciones del domingo mantienen en alerta a las autoridades, quienes consideran que la violencia podría continuar.

Desde el viernes, estos enfrentamientos marcan la tercera jornada de disturbios, recordando a los británicos los tumultos de 2011 cuando la muerte de Mark Duggan, a manos de la policía en Londres, provocó una serie de revueltas.

Primer desafío para Keir Starmer

Apenas un mes después de asumir el cargo, el primer ministro Keir Starmer se enfrenta a su primera gran crisis, centrada en un tema extremadamente sensible: la inmigración y la seguridad. Durante su campaña, los conservadores acusaron repetidamente a los laboristas de ser indulgentes en estos asuntos.

Starmer ha enfocado sus esfuerzos en demostrar firmeza, asegurando un respaldo total a las fuerzas policiales contra lo que ha calificado de “odio de extrema derecha”. En una reunión de emergencia con su gabinete, destacó que su gobierno apoyará a la policía para tomar “todas las medidas necesarias para mantener las calles seguras”.

La ministra encargada de la policía, Diana Johnson, entrevistada el domingo en la BBC, aseguró que las fuerzas del orden cuentan con los recursos suficientes para gestionar la situación, descartando por el momento el recurso al ejército. En las manifestaciones, organizadas bajo el lema “Enough is Enough” (Ya es suficiente), abundan las consignas antiinmigración e islamófobas, con banderas inglesas ondeando en el aire.

Críticas y repercusiones

Mientras la condena a la violencia es unánime, empiezan a surgir críticas contra la gestión del gobierno. La exministra del Interior conservadora, Priti Patel, expresó en X que “el gobierno corre el riesgo de parecer arrastrado por los acontecimientos en lugar de mantener el control”.

En un mensaje de condena, el partido antiinmigración Reform UK arremetió contra los laboristas, afirmando en X: “En las últimas dos semanas, bajo los laboristas, hemos tenido ataques con cuchillo contra personas inocentes, peleas callejeras con machetes, disturbios y violencia en manifestaciones”.

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