La relación entre Milei y Villarruel está rota y los votantes libertarios no saben a quién apoyar
Aunque deberían ser una yunta que tira parejo del gobierno argentino, Milei y Villarruel se distancian cada vez más y se genera una gran grieta en el gobierno ultraderechista.
Parecería impensable que las figuras de presidente y vicepresidente en funciones de cualquier país democrático no se hablen, no se entiendan, o siquiera se toleren. Y es que los votantes argentinos le dieron su apoyo tanto al presidente, Javier Milei, como a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, una fórmula bastante atípica porque él es libertario y ella ultraconservadora.
En la noche del lunes, el periodista y amigo personal de Milei, Jonathan Viale, dijo que Villarruel está despedida del gobierno, pero sigue en el Ejecutivo porque, constitucionalmente, no se le puede despedir.
Van siete meses de gobierno apenas y ya empiezan a implotar las estructuras basales en un Poder Ejecutivo con ideas libertarias que no solo no encuentra su norte económico sino que tampoco tiene claridad política: el único soberano es Milei.
Milei y Villarruel no se hablan
Hasta la noche de ayer, la comunicación entre el presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel se mantenía cerrada. La controversia comenzó con la reciente visita de Karina Milei a la embajada de Francia y se profundizó con las declaraciones de Javier Milei, quien criticó públicamente a su vicepresidenta por su tuit en el que calificaba a Francia como un país “colonialista” en defensa del futbolista Enzo Fernández. Este desencuentro, según diversas fuentes, marca un punto de inflexión en la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo, exacerbada por la influyente presencia de Karina Milei en el entorno presidencial.
“No fue un tuit feliz; las cuestiones deportivas deben tratarse desde el ámbito deportivo, no puedes generar un conflicto diplomático por un tema deportivo. Pero bueno, ya está resuelto, Karina lo arregló”, declaró Milei en el programa de Alejandro Fantino, quien, sintiendo la tensión entre el presidente y su vicepresidenta, agregó: “Ojalá no tengas problemas con Villarruel, pero necesitas una charla sincera”.
El entorno de Villarruel intentó restarle importancia a la disputa, aunque la controversia ya se había extendido por todo el espacio político de La Libertad Avanza. “Está mal desautorizar a una vicepresidenta”, opinó el senador Francisco Paoltroni, reflejando un sentir común en los círculos cercanos a Villarruel.
Hasta ahora, Milei había procurado mantener una relación respetuosa con su vicepresidenta en público. “Es una erosión institucional sin sentido”, comentaron desde el Senado a medios argentinos, señalando la influencia de Karina Milei y Santiago Caputo en las decisiones presidenciales.
Villarruel, todavía en viaje por Catamarca (en donde se reunió con políticos peronistas, para pesar del presidente), tenía previsto regresar anoche y asistir hoy, sin confirmación formal, a la inauguración de La Rural en Palermo, donde podría reencontrarse públicamente con el presidente.
Desde Néstor Kirchner, salvo Mauricio Macri, todos los presidentes argentinos han tenido relaciones tensas con sus vicepresidentes en mayor o menor grado. Actualmente, el caso de Villarruel es especialmente relevante, ya que las diferencias con la Casa Rosada emergieron al inicio de este gobierno.
Cercanos a la vicepresidenta insisten en que ella no ha sido la instigadora de estos conflictos, señalando a Karina Milei y Santiago Caputo como los principales responsables de las operaciones en su contra.
Villarruel, desautorizada en público por Milei en el contexto de una relación muerta
Villarruel, quien todavía mantiene en sus redes sociales el polémico mensaje sobre Francia, no ha recibido formalmente ninguna queja del país europeo según fuentes oficiales. Esta situación agravó la molestia dentro del entorno presidencial cuando Karina Milei, en una movida estratégica, visitó la embajada francesa para ofrecer una disculpa oficial.
Karina Milei, quien ha mantenido una postura crítica hacia Villarruel desde antes de que su hermano asumiera la presidencia, cree que la vicepresidenta persigue un proyecto personal que puede estar en conflicto con los intereses del presidente. Se especula incluso que Villarruel podría haberse intentado aliar con Mauricio Macri en contra de Milei.
El Senado ha desmentido todas estas teorías y señala que Villarruel nunca ha recibido señales de cooperación por parte del Ejecutivo en momentos críticos, como en la negociación de la Ley Bases y el DNU 70.
Durante la publicación del pacto de mayo en Tucumán, Villarruel se excusó por una gripe, pero al día siguiente apareció en el desfile militar en la avenida Libertador, una temática de su interés.
Villarruel mantiene su independencia y no reconoce jefes más allá del respeto institucional hacia la presidencia. “A nosotros (con Milei) nos votó la misma cantidad de gente, compartimos fórmula. Si él piensa que el jefe es su hermana, está bien”, dijo en una conversación privada.
En el Senado, la vicepresidenta ha cultivado relaciones con gobernadores de diferentes espectros políticos, y su popularidad se mantiene alta en las encuestas. En contraste, algunas decisiones desde la Casa Rosada han sido interpretadas como intentos de minimizar su papel, pero sin éxito en erosionar su imagen pública.
El problema para los votantes es la lucha entre Villarruel y Karina Milei: aunque la primera es la vicepresidenta, la que fue votada por la mayoría del electorado, la otra es la que recibió el báculo del poder por parte de su hermano, el presidente.
En redes sociales, los votantes y militantes libertarios y ultraderechistas se pelean entre ellos defendiendo a una u otra.
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