Debacle en las elecciones europeas: Macron disuelve el Parlamento y llama a elecciones

En un movimiento inesperado, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció el domingo la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas, generando un terremoto político tras la contundente derrota de su partido frente a la extrema derecha en las elecciones al Parlamento Europeo.

 

La decisión de Macron, que se produce tres años antes del final de su mandato y mientras Francia se prepara para albergar los Juegos Olímpicos este verano, representa una apuesta arriesgada. En los comicios europeos del domingo, la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen obtuvo el 31,5% de los votos, según proyecciones de Ipsos, más del doble del apoyo recibido por el partido de Macron.

En un discurso a la nación, el presidente francés afirmó no poder ignorar la advertencia de los votantes y anunció que las elecciones para la Asamblea Nacional se celebrarán el 30 de junio, con una segunda vuelta el 7 de julio. «Este es un momento esencial para la aclaración», declaró Macron. «He escuchado su mensaje, sus preocupaciones y no las dejaré sin respuesta… Francia necesita una mayoría clara para actuar en serenidad y armonía».

La reacción de Marine Le Pen

El anuncio fue recibido con entusiasmo por Marine Le Pen, cuyo partido ahora tiene sus mejores posibilidades hasta la fecha de hacerse con el poder en la próxima votación parlamentaria. «Estamos dispuestos a tomar el poder si el pueblo francés confía en nosotros en las próximas elecciones legislativas», afirmó Le Pen. «Estamos listos para poner al país nuevamente en pie».

Si la Agrupación Nacional de Le Pen logra una sorprendente mayoría en la Asamblea Nacional, Macron conservaría el control sobre la defensa y la política exterior, pero perdería la capacidad de fijar la agenda interna, quedando como el presidente que permitió la entrada de la extrema derecha al poder.

Un revés para Macron, el centro y la izquierda

El resultado de las elecciones del domingo implica que Francia, uno de los miembros fundadores de la UE, enviará a Bruselas el mayor contingente de legisladores euroescépticos de extrema derecha entre los 27 miembros del bloque. La Agrupación Nacional ha demostrado tradicionalmente buenos resultados en las elecciones europeas, encabezando la votación en 2014 y 2019. Su enorme margen de victoria de 15 puntos el domingo sugiere que el partido de Le Pen está en su punto más alto y que el campo de Macron se encuentra en una posición de debilidad sin precedentes.

Este resultado marca una dura reprimenda al presidente eurófilo de Francia, que llegó al poder en 2017 con la promesa de que los votantes franceses «ya no tendrían motivos para votar por partidos extremos». Macron había aumentado las apuestas durante la campaña, advirtiendo que «Europa es mortal» y señalando la amenaza al continente por parte de una extrema derecha resurgente en las conmemoraciones del Día D.

Consecuencias políticas

La derrota también es un golpe demoledor para el joven primer ministro, Gabriel Attal, quien fue designado hace menos de seis meses para revitalizar el segundo mandato de Macron.

«No sean como los británicos que lloraron después del Brexit», dijo Attal a los votantes días antes de las elecciones, sugiriendo que se arrepentirían de haber puesto su futuro en manos de los euroescépticos. Sin embargo, estas advertencias ya no parecen afectar al partido de Le Pen, que abandonó sus llamados a un «Frexit» hace mucho tiempo.

Según una encuesta de Ipsos del domingo, el 68% de los partidarios de RN dijeron que votaron «ante todo para expresar su oposición al presidente y su gobierno», frente al 39% a nivel nacional. Mientras el electorado en general votó basándose en cuestiones de la UE, un enorme 73% de los votantes de RN señaló que las preocupaciones nacionales tenían prioridad.

La inmigración y la crisis del costo de vida, los principales temas ganadores de votos de RN, eran los asuntos dominantes en la mente de los votantes.

La Izquierda Dividida y Derrotada

Para la izquierda del país, las elecciones europeas proporcionaron otro recordatorio de los peligros de la división. La alianza NUPES quedó en segundo lugar en las elecciones parlamentarias de hace dos años, generando esperanzas de que se pusiera fin al faccionalismo y las disputas. Sin embargo, esas esperanzas se desvanecieron antes de las elecciones de la UE, dejando cinco listas separadas compitiendo por una proporción cada vez menor del electorado.

Las principales víctimas de la división fueron los Verdes, que ahora se proyecta que ganarán solo el 5,5% de los votos, frente al 13% en 2019. Francia Insumisa, el partido de izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon, obtuvo mejores resultados que hace cinco años con el 8,7% de los votos.

Sin embargo, su dominio en la izquierda será desafiado por un resurgente Partido Socialista, que se prevé obtendrá el 14% de los votos.

El legislador europeo Raphaël Glucksmann, quien dirigió a los socialistas, emergió como una figura central de la campaña, atrayendo a votantes de centroizquierda desesperados por una alternativa a Mélenchon.

A pesar de ello, la posibilidad de revivir la alianza NUPES a tiempo para las elecciones del 30 de junio parece sombría.

Una Apuesta Peligrosa

El domingo, Glucksmann se mostró «asombrado» por la apuesta de Macron, acusando al presidente de ceder ante los llamados de la Agrupación Nacional para una votación anticipada. «Este es un juego extremadamente peligroso con la democracia y las instituciones», afirmó.

Los conservadores de la oposición también criticaron la medida, calificándola de precipitada y alegando que los deja mal preparados para la batalla tras unas elecciones europeas contundentes.

«Disolverse sin dar tiempo a nadie para organizarse y sin ninguna campaña es jugar a la ruleta rusa con el destino del país», afirmó Valérie Pécresse, ex candidata presidencial de Les Républicains.

Un Precedente Siniestro

El último presidente francés que convocó elecciones anticipadas fue Jacques Chirac en 1997, y su apuesta se recuerda como uno de los mayores errores de la política francesa moderna. La medida solo enfureció a los votantes, que despojaron a Chirac de su mayoría y lo obligaron a cohabitar con un gobierno de izquierda.

Si bien los votantes de hoy están igualmente descontentos, el panorama político de Francia es radicalmente diferente. Macron y la extrema derecha han suplantado la tradicional división izquierda-derecha, haciendo que el resultado de las próximas elecciones sea muy impredecible.

Este escenario plantea un desafío enorme para Macron, cuya presidencia podría verse profundamente afectada por el resultado de estas elecciones anticipadas, con implicaciones significativas para el futuro político de Francia y su posición en Europa.

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