Israel bombardeó una escuela de la ONU en Gaza, matando a 40 personas: Usaron munición dada por EE.UU.

 

En una noche que se convirtió en pesadilla para los residentes del campo de refugiados de Nuseirat, Gaza, decenas de personas murieron tras un ataque aéreo israelí dirigido contra una escuela administrada por las Naciones Unidas.

Este ataque, que según un análisis de medios de prensa internacionales, se llevó a cabo con armas de fabricación estadounidense, ha generado una ola de indignación y preguntas urgentes sobre la legalidad y la moralidad de tales acciones.

La escuela de la UNRWA: Un refugio convertido en objetivo de Israel

La escuela atacada, dirigida por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), albergaba a personas desplazadas en el momento del bombardeo. Según la oficina de prensa del gobierno de Gaza, al menos 40 personas perdieron la vida, mientras que los trabajadores médicos del cercano Hospital de los Mártires de Al-Aqsa advirtieron que la cifra de víctimas podría aumentar a medida que continuaban las operaciones de rescate.

El ejército israelí confirmó el ataque, alegando que el objetivo era un complejo de Hamás operando dentro de la escuela. El portavoz militar, teniente coronel Peter Lerner, afirmó que el ataque estaba dirigido a «entre 20 y 30 militantes de Hamás y la Jihad Islámica». Sin embargo, esta declaración contrasta dolorosamente con las imágenes y testimonios de civiles heridos y muertos, muchos de ellos niños y ancianos que buscaban refugio en la escuela.

El ataque ha suscitado una condena internacional. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, enfatizó que «las instalaciones de la ONU son inviolables, incluso durante los conflictos armados, y deben ser protegidas por todas las partes en todo momento». Sin embargo, esta declaración parece caer en oídos sordos mientras continúan los bombardeos y el sufrimiento de los civiles en Gaza.

Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, desvió la responsabilidad al gobierno israelí cuando se le preguntó sobre el uso de armas estadounidenses en el ataque. Miller afirmó que Estados Unidos espera una «transparencia total» por parte de Israel, aunque hasta ahora, la información proporcionada ha sido mínima y evasiva.

La destrucción y el sufrimiento con munición estadounidense

Un análisis de CNN del video de la escena y una revisión de un experto en armas explosivas identificaron fragmentos de al menos dos bombas de pequeño diámetro GBU-39 de fabricación estadounidense. Este hallazgo subraya la implicación de Estados Unidos en el conflicto, ya que se han utilizado armas estadounidenses en ataques previos contra palestinos desplazados.

El impacto del bombardeo fue devastador. Según testigos y sobrevivientes, al menos tres misiles penetraron el edificio de tres pisos, causando una destrucción masiva. La UNRWA estima que alrededor de 6.000 personas desplazadas se encontraban en la escuela y sus alrededores en el momento del ataque.

Jaber Abu Daher, un periodista herido en el ataque, expresó su desesperación y dolor: «Estábamos dormidos aquí y de repente vimos caer cohetes. Caí con mi hijo en brazos, ambos resultamos heridos, mi pariente fue martirizado en esa habitación. Netanyahu está matando a civiles, no a militantes, es gente inocente durmiendo en una instalación de UNRWA… ¿qué hicieron los niños y los ancianos? ¿Qué le hicieron?».

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