Brutal ataque de Israel a campo de refugiados en Rafah: al menos 45 muertos y cientos de heridos
Al menos 45 personas, entre ellas mujeres y niños, perdieron la vida en un ataque aéreo israelí que ha desatado una ola de indignación internacional. Este acto de violencia no solo ha cobrado vidas inocentes, sino que también ha dejado imágenes desgarradoras de cuerpos carbonizados y desmembrados, alimentando protestas globales y poniendo en riesgo las conversaciones de alto el fuego.
En la noche del bombardeo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron que su objetivo eran militantes de alto rango de Hamas. Sin embargo, el ataque, lejos de ser «preciso», provocó incendios que se propagaron rápidamente a través de las tiendas de campaña y alojamientos improvisados en Rafah.
Esta situación abrumó al hospital de campaña del Comité Internacional de la Cruz Roja y a los hospitales locales, incapaces de manejar la magnitud de la tragedia.
Mohammed Abuassa, uno de los primeros en llegar al lugar, describió la escena con horror: «Sacamos a personas en un estado insoportable. Sacamos a niños hechos pedazos. Sacamos a jóvenes y ancianos. El incendio en el campo fue irreal». Según el Ministerio de Salud en el área controlada por Hamas, aproximadamente la mitad de los fallecidos eran mujeres, niños y ancianos.
Repudio y condena internacional a Israel
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, trató de justificar el ataque diciendo que «desafortunadamente, algo salió trágicamente mal». Sin embargo, esta declaración se siente vacía frente al sufrimiento infligido. La comunidad internacional, incluido Estados Unidos, describió las imágenes posteriores como devastadoras.
El ataque, uno de los más mortíferos en los ocho meses de conflicto, se produjo justo después de que el tribunal internacional de justicia de La Haya ordenara a Israel detener su operación en Rafah. La orden del tribunal, aunque vinculante, no ha sido acatada, lo que subraya la impunidad con la que opera Israel.
Más del 85% de la población de Rafah había buscado refugio en la zona tras huir de los combates en otras partes. Desde el inicio de la operación terrestre israelí el 6 de mayo, un millón de personas se han visto obligadas a desplazarse nuevamente. Las entregas de ayuda se han reducido al mínimo, y los cruces de Rafah y Kerem Shalom están bloqueados, exacerbando la crisis humanitaria.
Las condenas internacionales no se hicieron esperar. Francia, a través de su presidente Emmanuel Macron, y la Unión Europea, a través de su jefe de política exterior Josep Borrell, expresaron su indignación y horror. El Ministro de Defensa de Italia, Guido Crosetto, advirtió que estos ataques solo sembrarían más odio y resentimiento, afectando a futuras generaciones.
El jefe de la Comisión de la Unión Africana, Moussa Faki Mahamat, y la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Melanie Joly, también denunciaron la brutalidad del ataque. Joly enfatizó que el sufrimiento humano debe terminar y exigió un alto el fuego inmediato.
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