Poder ultraconcentrado: Milei eliminó por DNU cientos de leyes y privatizará todo el Estado

Con solo su firma, en la noche de este miércoles, el presidente argentino, Javier Milei, mandó a la basura más de 300 leyes que eliminan decenas de derechos laborales y obligaciones comerciales, al tiempo que dejó al Estado argentino al borde de la privatización de casi todo.

El mandatario ultraderechista y libertario ha presentado un controvertido Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que busca desregular totalmente el régimen laboral así como la la economía y modificar aspectos cruciales de las relaciones laborales en Argentina.

El discurso televisado en cadena nacional duró apenas 15 minutos, fue leído y no profundizó en los detalles del DNU que declara “la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, administrativa, previsional, tarifaria, sanitaria y social”. En su exposición, el mandatario recayó una vez más en la herencia recibida y justificó el feroz programa de ajuste fiscal, al plantear que busca “evitar la peor crisis de la historia” argentina. “Hoy es un día histórico, después de décadas de fracasos, empobrecimiento y anomias, comenzamos el camino de la reconstrucción”, aseguró.

El coordinador del Observatorio del Derecho Social en el Instituto de Estudios y Formación de la CTA – Autónoma, Luis Campos, señala que estos cambios representan un hito histórico que impacta significativamente en el ámbito laboral del país, para desmedro de las y los trabajadores y para beneficio únicamente de las empresas.

Campos sostiene que el DNU plantea una transformación profunda al sugerir que el Congreso Nacional ha perdido su relevancia y que sus facultades se ven drásticamente reducidas. Según el experto, el poder legislativo ahora cede terreno al Poder Ejecutivo, marcando un quiebre en la tradicional separación de poderes.

Cambios sin Precedentes desde 1976:

El DNU, según Campos, introduce modificaciones sin precedentes desde 1976, abarcando áreas clave como las relaciones individuales y colectivas, así como la regulación de conflictos laborales.

Limitación del Derecho de Huelga:

Uno de los aspectos más controvertidos es la imposición de límites significativos al ejercicio del derecho de huelga. Se establece una cobertura mínima del 75% en servicios esenciales, incluida la educación secundaria, y del 50% en actividades de importancia trascendental, lo que abarca una amplia gama de sectores.

Ataque a las Relaciones Colectivas:

El DNU también representa un ataque directo a los recursos de las organizaciones sindicales, eliminando cláusulas de solidaridad en los convenios colectivos de trabajo (CCT) y estableciendo obstáculos para la recaudación de cuotas sindicales.

Modificaciones en Relaciones Individuales:

En el ámbito de las relaciones individuales, el DNU reconfigura la vigencia de la Ley de Contrato de Trabajo, otorgando a esta un carácter supletorio. Campos advierte sobre la reducción de la indemnización por despido, la ampliación del período de prueba a 8 meses y la transformación de empleados en colaboradores sin derechos laborales en establecimientos de hasta 5 trabajadores.

Legalización del Fraude Laboral:

El DNU legaliza el fraude laboral al modificar la presunción de existencia de un contrato de trabajo en el caso de prestación de servicios y facturación periódica, permitiendo la utilización del monotributo.

Desregulación de la Jornada Laboral:

Se abre la puerta a la desregulación total de la jornada laboral mediante negociación colectiva, con el único límite de 12 horas de descanso entre jornadas, lo que podría eliminar recargos por horas extras.

Impacto en las Pequeñas y Medianas Empresas:

Las PyMES obtienen el derecho a pagar sentencias laborales condenatorias en 12 cuotas, con actualización por IPC, mientras que se deroga la ley de viajantes de comercio y se introducen cambios en el régimen de teletrabajo, generando preocupaciones entre los trabajadores.

Eliminación de Multas:

Finalmente, el DNU elimina multas por empleo no registrado y falta de pago de indemnizaciones por despido, derogando varios artículos de leyes laborales existentes.

Estos cambios, sin duda, marcan un antes y un después en el panorama laboral argentino, generando debate y preocupación sobre el futuro de los trabajadores y la estabilidad laboral en el país.