doble raspado

Benjamin Netanyahu alguna vez apuntaló a Hamás: Ahora quiere presentarse como su némesis

La mayoría de israelíes pedía la remoción de Netanyahu de nuevo, pero el terco líder ultraderechista continúa regresando. Ahora, aprovecha el momento de la guerra para postergar su nueva caída en desgracia, proyectándose como una figura antiterrorista, pero en el pasado llegó a empoderar a Hamás.

Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel
Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel

Por años, Benjamin Netanyahu dejó leudar la existencia del grupo terrorista Hamás, que controla la franja de Gaza al menos desde 2005, porque correspondía con los intereses de su propuesta ultranacionalista sionista que rechaza la solución de los dos Estados. “Durante años, Netanyahu apoyó a Hamás. Ahora ha explotado en nuestras caras”, titulaba el diario israelí Times of Israel. “Cómo Benjamín Netanyahu fortaleció a Hamás… y destruyó a Israel”, reza otro artículo del diario británico The Telegraph.

Y es que estas consideraciones no son deliberadas: la mayoría de la población israelí —y sí, también la prensa en su conjunto— culpa a Netanyahu por lo que ya se vislumbra como el fracaso más grande en la seguridad del país en décadas, luego de haber clamado ser impenetrable, y afirmar tener uno de los ejércitos más moderno del planeta. Por supuesto, Netanyahu culpa a todos menos a él mismo.

Durante un largo periodo, los diferentes gobiernos liderados por Benjamín Netanyahu llevaron a cabo una estrategia que fragmentaba el poder entre dos territorios palestinos, la Franja de Gaza y Cisjordania, al tiempo que debilitaban la posición del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas. Este enfoque se combinaba con acciones destinadas a fortalecer al grupo terrorista Hamás.

El propósito subyacente era obstaculizar cualquier avance por parte de Abbas o cualquier miembro del gobierno de la Autoridad Palestina en Cisjordania hacia la consecución de un Estado palestino independiente. En este contexto de debilitamiento de Abbas, Hamás experimentó una transformación significativa, pasando de ser un grupo meramente considerado terrorista a una entidad con la cual Israel, a través de mediadores egipcios, entabló conversaciones indirectas. Además, se permitió a Hamás recibir inyecciones de financiamiento externo.

El grupo también se involucró en discusiones relacionadas con la ampliación de los permisos de trabajo que Israel otorgaba a los trabajadores de Gaza, lo que aseguraba un flujo constante de recursos hacia ese territorio. Esto se traducía en suministros alimentarios para las familias y la posibilidad de adquirir bienes esenciales.

Según funcionarios israelíes, citados por el Times of Israel, estos permisos, que aprobaban a los trabajadores de Gaza a ganar salarios superiores a los que obtendrían en su territorio, se erigieron como una herramienta influyente para mantener la estabilidad en la región.

Mahmoud Abbas, presidente palestino: Hamás no representa a Palestina

En su primera y contundente condena al accionar de Hamás, el gobierno oficial de Palestina rechaza…

El apoyo tácito a Hamás: ¿Por qué Netanyahu nunca los enfrentó realmente?

Dmitry Shumsky, columnista de Haaretz, adoptó una línea de crítica similar, sosteniendo que Netanyahu había seguido una política de “parálisis diplomática” para evitar negociaciones con los palestinos sobre una solución de dos Estados, una solución despreciada por la extrema derecha del país.

Esta estrategia defectuosa transformó a Hamás de “un grupo terrorista menor a un ejército letal y eficiente, con asesinos sedientos de sangre que masacraron sin piedad a civiles israelíes inocentes”, dijo Shumsky.

Laura Blumenfeld, analista de Oriente Medio en la Universidad Johns Hopkins, argumentó que él no los apoyó, pero tampoco los enfrentó. “El enfoque fue más bien algo así como un corte estacional del césped en lugar de quemar la tierra definitivamente”, dijo. “Israel ha estado combatiendo cinco incendios con una manguera”, expresó Blumenfeld al portal Business Insider, refiriéndose a las relaciones de Israel con Gaza, Cisjordania, Teherán y Hezbolá en Siria y el Líbano. Dijo que cada gobierno israelí ha tenido que “equilibrar las amenazas”.

Jonathan Spyer, director de investigación del Foro de Oriente Medio, también concuerda en que el primer ministro ultraderechista no adoptó un enfoque más duro y rígido para cercar a Hamás, pero aclaró que, a su entender, eso no necesariamente significa que los estuviera apuntalando.

Yohanan Plesner, ex legislador y director del grupo de expertos Israel Democracy Institute, con sede en Jerusalén, dijo en entrevista con The Wall Street Journal que Netanyahu sí había colaborado con la consolidación de Hamás y había aplicado una estrategia de dividir y vencer, al mismo tiempo que socavaba a la Autoridad Palestina en Cisjordania.

Casi el 56% de los israelíes quieren que Netanyahu dimita , según una nueva encuesta realizada entre 620 judíos israelíes.

El doble discurso de Netanyahu sobre Hamás, Gaza y Cisjordania

A pesar de que Israel, Estados Unidos y gran parte del mundo occidental han designado a Hamás como una organización terrorista, Netanyahu adoptó una actitud relativamente pasiva frente a las provocaciones militares de Hamás. Además, permitió que grandes sumas de dinero llegaran a Gaza, contribuyendo así al fortalecimiento de esta organización.

Estos fondos, se dice, llegaron a través de diversas vías, como Qatar, donde se encuentra el liderazgo político de Hamás, y el comercio con Israel, que ha otorgado permisos de trabajo transfronterizos a los habitantes de Gaza.

En privado, Netanyahu habría sugerido que aquellos que se oponían a la solución de dos Estados deberían respaldar la transferencia de fondos a Gaza, argumentando que esto iba en contra de la unidad palestina. Esta postura ha generado controversia y ha llevado a cuestionamientos sobre sus motivaciones.

Sin embargo, es importante señalar que el enfoque de Netanyahu en relación con Hamás ha estado sujeto a críticas tanto internas como externas. Algunos argumentan que su debilitamiento político y los desafíos en el ámbito de la corrupción podrían haber influido en su enfoque hacia Hamás. Además, las demandas de sus socios de coalición de extrema derecha por recursos militares para los asentamientos en Cisjordania también han sido un factor influyente en su política.

Yuval Noah Harari: El conflicto entre Israel y Hamás podría desatar una guerra global

El escritor, ensayista y filósofo israelí cree que Netanyahu pasará a la historia como el…

Te puede interesar

Te recomendamos

Publicá tu comentario

Compartí tu opinión con toda la comunidad

chat_bubble
Si no puedes comentar, envianos un mensaje