Elecciones en España: Los ultraderechistas de Vox se desploman y serán una fuerza política secundaria
La fuerza política del ultraderechista Santiago Abascal perdió 19 escaños y se volverá una voz intrascendente en el nuevo Parlamento.
El partido ultraderechista y tardofranquista Vox va camino a ser apenas un murmullo en el próximo Parlamento de España, ya que tuvieron su peor elección hasta ahora. Mientras que en el término parlamentario que termina tenían 52 diputados, ahora perdieron 19 asientos y pasan a tener apenas 33. Este mal resultado complican al candidato presidencial del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, quien utilizó una alianza con Vox para intentar sacar al presidente socialista Pedro Sánchez, pero no alcanza ni siquiera el mínimo para conformar gobierno.
La sumatoria de Vox y el PP apenas aglomeran 169 escaños para el bloque de las derechas, mientras que el bloque de las izquierdas estaría más cerca de poder conformar gobierno. Los resultados, no en vano, dibujan un escenario de bloqueo, ya que PSOE y Sumar necesitarán de los apoyos de ERC, PNV, EH Bildu y JxCat para mantenerse en La Moncloa.
Fiel a su estilo, el líder de Vox, Santiago Abascal, se negó a hacer autocrítica y más bien le echó la culpa a Núñez Fejóo y el PP, atacando a su vez a los medios de comunicación a los que acusó de “blanquear” al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez. “Mala noticia, Pedro Sánchez puede bloquear una investidura de la lista más votada y ser investido con el apoyo del comunismo, separatismo golpista y del terrorismo”, dijo el político ultraderechista en una rueda de prensa.
“¿Por qué ha ocurrido esto? Hemos alertado del peligro de las encuestas manipuladas que han llevado a algunos a vender la piel del oso antes de cazarlo”, agregó.
Abascal cree así que el exceso de optimismo de Núñez Feijóo en los días previos a la elección provocaron una desmovilización del electorado derechista y ultraderechista.
España corta el avance del ultraderechismo en Europa
Con estos resultados, España se aleja bastante de la estruendosa avanzada de la extrema derecha y el neofascismo en Europa, impidiendo la llegada de Vox al gobierno nacional. Por ejemplo, hace apenas un año la candidata del partido fascista Fratelli d’Italia, Girgoia Meloni, consiguió ser la primera mujer en ser primera ministra de Italia, pero además es la primera ultraderechista en llegar al poder desde Benito Mussolini.
Meloni es íntima amiga de Abascal y se le ha visto incluso en España dando discursos a favor de Vox. En la previa de las elecciones españolas, envió un mensaje de apoyo. También se vio un mensaje de Viktor Orbán, otro ultraderechista que se hizo del gobierno en Hungría.
Por su parte, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, se deshizo en elogio a la figura de Abascal. Para sorpresa de nadie, Morawiecki también es de corte neofascista y ultraconservador.
El desplome de Vox llega a menos de un mes después de que en Finlandia, el partido neofascista, antiinmigración y ultranacionalista Perussuomalaiset, o Partido de los Finlandeses (antes Partido de los Verdaderos Finlandeses), se colara por la entrada trasera con una coalición de derechas liderada por el Partido Conservador. Los Perussuomalaiset se hicieron con 18 ministerios, entre ellos el de Economía, el de Justicia y el de Interior.
En Suecia, a finales de 2022, el partido ultraderechista DS se convirtió en la segunda fuerza marcada en un auge y se convertía en la llave para que el partido conservador se hiciera con el Gobierno.
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