Rusia detiene a un periodista del Wall Street Journal acusándolo de espionaje

Evan Gershkovich, quien funge como corresponsal de The Wall Street Journal en Moscú, fue recientemente acusado por los servicios de inteligencia rusos de llevar a cabo actividades de espionaje en la ciudad de Yekaterimburgo en beneficio de los Estados Unidos.

El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia anunció este jueves que ha detenido al periodista estadounidense Evan Gershkovich, corresponsal del diario The Wall Street Journal en Rusia, por presunto espionaje en favor del gobierno de los Estados Unidos. La detención se llevó a cabo en la ciudad de Yekaterimburgo, la capital de los Urales, donde el reportero se encontraba recopilando información sobre el grupo de mercenarios Wagner, que está actualmente en el centro de la ofensiva rusa en el este de Ucrania.

Vladimir Putin, presidente de Rusia.
Vladimir Putin, presidente de Rusia.

Según las autoridades rusas, Gershkovich habría estado trabajando para los servicios de inteligencia estadounidenses, recopilando información secreta sobre las actividades de una de las empresas del complejo militar industrial ruso. La acusación de espionaje puede conllevar una pena de cárcel de hasta 20 años.

El medio ruso independiente Meduza informó que el periodista fue detenido frente a un restaurante en la ciudad y que un lector fue testigo de la operación, en la que los agentes cubrieron la cabeza de Gershkovich con una camiseta para que los transeúntes no pudieran ver su rostro.

El Wall Street Journal emitió un comunicado en el que expresó su “profunda preocupación por la seguridad de Gershkovich” y negó “con vehemencia” las acusaciones de espionaje, exhortando a las autoridades rusas a liberarlo. Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, aseguró que el periodista fue “atrapado con las manos en la masa”, realizando actividades sin “ninguna relación con el periodismo”.

Gershkovich, de 31 años, trabajó anteriormente como corresponsal de la agencia AFP en Moscú y del diario de lengua inglesa Moscow Times, antes de incorporarse al equipo del Wall Street Journal en 2022.

Su última nota, publicada hace dos días, trataba sobre el desplome de la economía rusa.

Ucrania busca expulsar monjes acusándolos de ser prorrusos

El Monasterio de Pechersk-Lavra, también conocido como el Monasterio de las Cuevas, ha sido uno de los lugares sagrados más importantes de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania (IOU) durante siglos. Sin embargo, en los últimos años, este monasterio ha sido el epicentro de una intensa controversia religiosa y política en Ucrania.

La IOU se separó del patriarcado de Moscú después de la invasión rusa iniciada en 2022. Desde entonces, el gobierno ucraniano ha acusado a algunos clérigos de la IOU de mantener vínculos con la iglesia en Moscú, lo cual ellos han negado. La situación se ha agravado en los últimos meses, cuando una comisión descubrió múltiples violaciones del contrato de arrendamiento del complejo.

Como resultado, el gobierno ucraniano ha ordenado a la IOU que abandone el monasterio antes del fin de marzo, pero no han mostrado que vayan a hacerlo. La decisión se ha basado en una serie de acusaciones de apoyo encubierto a Moscú durante la guerra, aunque algunos líderes de la iglesia han denunciado la invasión rusa.

El servicio de seguridad de Ucrania ha allanado el monasterio y otros edificios de la IOU, y decenas de clérigos han sido detenidos acusados de traición y colaboración con Rusia. La IOU ha negado todas las acusaciones y ha afirmado que no hay pruebas que respalden los cargos.

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