Bolsonaro, fanático del golpe de Estado de Brasil

Jair Bolsonaro ya no es presidente de Brasil, pero su legado ultraderechista quedará para la historia. Es conocido por sus opiniones polémicas y su retórica de extrema derecha, y ha sido descrito como tal por sus posiciones conservadoras y nacionalistas.

Bolsonaro ha sido crítico de la inmigración y ha defendido la deportación de inmigrantes ilegales. También ha sido crítico de las minorías y ha hecho comentarios misóginos y homofóbicos, atentando contra los derechos de las mujeres y los colectivos sexualmente diversos. Ha llegado a decir que no quiere “homosexuales cerca de sus hijos” y ha defendido la pena de muerte para personas homosexuales. En la misma zona de pensamiento, dijo que no cree en la igualdad de género y apoya los roles de género heteronormativos.

Ha defendido la pena de muerte y ha llamado a aumentar la presencia militar en las calles para combatir la delincuencia.

Bolsonaro también ha sido crítico de la acción climática y había prometido sacar a Brasil del Acuerdo de París sobre el cambio climático, algo que finalmente nunca llegó a hacer, enojando a sus fanáticos negacionistas. Además, ha sido acérrimo opositor a las políticas de conservación y logró laxar las políticas de Estado para abrir la Amazonía para la minería y la agricultura: durante su gobierno se constataron velocidades récord de devastación de la Amazonia.

Bolsonaro: reivindicador de los golpes de Estado

Una de las ideas más controversiales de Bolsonaro es su alabanza a la dictadura militar que gobernó Brasil de 1964 a 1985. Durante este período, se llevaron a cabo violaciones masivas de los derechos humanos, incluyendo la tortura y el asesinato de opositores políticos. Bolsonaro ha defendido la dictadura y ha dicho que «no hubo ninguna violación de derechos humanos» durante este período.

Este 8 de enero de 2023, fanáticos de Bolsonaro siguieron en la misma línea para ingresar al Palacio de Planalto, la sede del Congreso en la capital, Brasilia, en el mismo complejo en donde está el Poder Ejecutivo (sede del gobierno del presidente de turno, el actual es Luiz Inácio Lula da Silva) y del Poder Judicial.