Venezuela libera siete presos estadounidenses, el mayor canje de prisioneros de la administración Biden
Estados Unidos entregó a cambio a dos sobrinos de la esposa de Nicolás Maduro, presos por narcotráfico.
En una rara instancia de ablandamiento de las tensas relaciones entre Estados Unidos y Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro decidió este sábado liberar a siete estadounidenses encarcelados en el país sudamericano, al tiempo que Washington entregó a dos sobrinos de Cilia Flores, esposa de Maduro, quienes llevan años presos en cárceles estadounidenses con condenas por narcotráfico.
El intercambio de estadounidenses, incluidos cinco ejecutivos petroleros detenidos durante casi cinco años, es el mayor intercambio de ciudadanos detenidos jamás realizado por la administración de Joe Biden.
“Estas personas pronto se reunirán con sus familias y volverán a estar en los brazos de sus seres queridos, donde pertenecen”, dijo el presidente Joe Biden en un comunicado. “Hoy, después de años de estar detenidos injustamente en Venezuela, traemos a casa” a los siete hombres, a quienes el presidente citó por su nombre al tiempo que celebró que estén de vuelta con su familia.
La Casa Blanca informó que el mandatario habló con las familias de los ahora liberados, y les ofreció una serie de servicios reparatorios como atención médica y psicológica.
Diplomacia subterránea
Desde la administración Maduro dijeron en un comunicado que estas liberaciones son “un gesto humanitario” de su parte y que, con esto, lograron liberar a los dos venezolanos “injustamente encarcelados”, al tiempo que dijo que espera que “espera la perseveración de la paz y la armonía con todas las naciones de nuestra región y del mundo”.
Este hecho es el resultado de meses de diplomacia subterránea entre un negociador de Washington y otros funcionarios estadounidenses, con un grupo equivalente del lado venezolano. También se da en el contexto de una mayor presión para Estados Unidos luego de la estallada del conflicto bélico desatado por Rusia en Ucrania, y la necesidad del gobierno estadounidense de asegurarse nuevas fuentes de petróleo.
En este último punto, Venezuela es un actor en potencia para el mundo entero: tiene la reserva más grande del mundo, con un estimado de 303.806 millones de barriles, superando a otras potencias como Arabia Saudita, Canadá o Rusia.
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