Más de 1.500 muertos en poderoso terremoto en Afganistán
Sin recursos y en estado de calamidad, los talibanes piden ayuda internacional para hacer frente al terremoto que sucedió justo en medio de inundaciones históricamente catastróficas.
Más de 1.500 personas han perecido en medio del desastre provocado por un potente terremoto en Afganistán, un país sumamente empobrecido y sumergido en una crisis política desde la llegada de los talibanes, los cuales ahora piden ayuda internacional porque se da en el contexto de fuertes lluvias que afectan distintas regiones.
Según fuerzas de rescate y medios internacionales, el movimiento telúrico fue a eso de las 1:30 horas (GMT+4:30), con epicentro en el sudeste del país, a unos 44 kilómetros de la ciudad de Jost, con una profundidad de 51 kilómetros y una magnitud de 6,1 en la escala de Richter.
El Departamento de Información y Cultura de Paktika, la provincia donde se ha registrado el mayor número de víctimas, cifró hasta ahora en al menos 1.500 las personas heridas por el seísmo.
Horas antes, el líder supremo talibán, el mulá Hibatullah Akhundzada, había dicho que la cifra estaba en el entorno de los 300, y ofreció sus condolencias a las familias. Agregó que las autoridades “adoptarán todas las medidas necesarias para evacuar a los mártires y transportar y atender a los heridos”, así como para “dar una ayuda inmediata a las personas afectadas”.
“Pedimos igualmente a la comunidad internacional, las organizaciones caritativas y todas las organizaciones humanitarias que ayuden al pueblo de Afganistán a hacer frente a esta gran tragedia”, agregó.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha desplazado cuerpos de trabajo y rescate a la zona, y hasta ahora contabilizaron más de 2.000 viviendas destruidas, según el coordinador para Afganistán, Ramiz Alakbarov citado por AFP.
“Pedimos a las agencias de ayuda que proporcionen asistencia inmediata a las víctimas del terremoto para evitar un desastre humano”, manifestó el portavoz del Gobierno afgano, Bilal Karimi, en un tuit.
El país está sumergido en una profunda crisis económica a un año y poco de la intempestiva y violenta llegada de los talibanes al poder en el país de Medio Oriente, que derivó en la salida apresurada de las fuerzas internacionales lideradas por Estados Unidos.
En respuesta a la llegada al gobierno de este grupo considerado como terroristas por la comunidad internacional en general, muchas naciones impusieron sanciones en el sector bancario de Afganistán y recortaron miles de millones de dólares de ayuda para el desarrollo.
En medio de inundaciones
“Es muy difícil obtener información del campo debido a la mala red [telefónica]”, declaró este jueves el jefe del Departamento de Información y Cultura de la provincia de Paktika, Mohammad Amin Huzaifa. “Es difícil acceder a los sitios afectados”.
Todo esto porque el terremoto sucedió cuando la zona viene siendo afectada por copiosas inundaciones que han dejado, hasta ahora, 400 víctimas mortales. Aludes y deslizamientos han sido eventos que complican las labores de rescate porque hay carreteras interrumpidas, así como líneas eléctricas y telefónicas cortadas.
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