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EE.UU.: residente de Florida pide remover la biblia de la educación por sus contenidos “inapropiados”

Un activista floridano es conocido por sus peticiones irónicas ante agencias gubernamentales, pero en esta en particular va en serio siguiendo la nueva legislación aprobada por el Estado de Florida que prohibe la enseñanza de la diversidad sexual.

Foto con fines ilustrativos: UNsplash / Josh Applegate
Foto con fines ilustrativos: UNsplash / Josh Applegate

Chaz Stevens, un activista de Florida, presentó una petición para el que el sureño estado estadounidense prohíba la presencia y la enseñanza de la biblia en los entornos escolares, al considerar que tiene contenidos no adecuados para los menores en edad escolar.

En su petición enviada a los superintendentes de las escuelas públicas del estado conservador, Stevens solicita que “se retiren de inmediato las biblias de los salones de clase, las bibliotecas y de cualquier material de instrucción”, al tiempo que busca que “se destierre cualquier libro que haga referencia a la biblia”.

En sus peticiones, el activista cita un proyecto de ley aprobado el mesa pasado por el gobernador republicano Ron DeSantis, que permite a los padres oponerse a casi cualquier material educativo que vaya contra las creencias o la moral del núcleo familiar. Ese proyecto de ley surgió después de que algunos padres se quejaron de que se enseñaban libros “sexualmente explícitos” en las escuelas de Florida, según algunas denuncias, pero en realidad hacían alusión a contenidos pedagógicos que hablaban de las distintas orientaciones sexuales que existen y del concepto de identidad de género.

Muchos de esos libros, como ‘Gender Queer: A Memoir’, tratan temas LGBTQ+ e historias sobre cómo salir del clóset. DeSantis celebró la eliminación de Gender Queer en una conferencia de prensa después de la firma de la ley. Es “un libro estilo caricatura con imágenes gráficas de niños realizando actos sexuales”, dijo el mes pasado el republicano que parece querer mantenerse en la superficie con miras a intenciones presidenciales en el futuro próximo.

Stevens cita pasajes bíblicos con contenidos como violaciones sexuales, compra-venta de esclavos, matanzas de niños, guerras y bestialismo, entre otras. “Seamos honestos: prohibir los libros nunca es una buena idea, pero lo que es justo es justo, y con eso en mente, adjunto mi solicitud para prohibir la Biblia”, dice el petitorio.

Este es un agujero legal que los defensores de la legislación no se esperaban: de hecho, los inspectores escolares ya están auditando la cantidad de biblias que hay en los centros educativos y están estudiando las citas bíblicas que menciona Stevens.

El activista es conocido por sus campañas irónicas a forma de performances para hacer conciencia. Residente de Deerfiel Beach, a 700 kilómetros de la capital Tallahassee, se describe a sí mismo como “arzobispo de la Primera Iglesia de Marte” y afirma estar investido con este cargo “eclesiástico” en Florida y California.

Ya envió peticiones a 62 superintendentes de distritos escolares en Florida para que las biblias sean revisadas bajo la Ley 1467. “Mi intención es hacer uso de la ley, como nuestros expertos políticos quieren”, añadió.

Los conservadores contra cientos de libros

Pero los padres y madres de familia y los movimientos ultraconservadores de Florida no van solamente contra los libros dentro del entorno escolar, sino que además pretenden ahora prohibir todo tipo de libro con contenido sexual o erótico que les parezca inmoral.

Según el medio local Tallahassee Democrat, los distritos escolares de todo el Estado están revisando docenas de libros, como Ojos azules, de Toni Morrison, ’50 Sombras de Grey’ de E.L. James, a pedido de los padres que cuestionan si estos libros son dañinos para los estudiantes.

 

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