OMS se muestra optimista por el “largo período de tranquilidad” que atraviesa Europa

A dos años del inicio de la pandemia del COVID-19, y habiendo sido Europa uno de los continentes más golpeados al principio, ahora se respira en el viejo continente una tensa calma ante el estancamiento en el incremento de contagios y de muertes hace ya varios días.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se mostró optimista porque “este contexto, que hasta ahora no vivimos en esta pandemia, nos da la posibilidad de un largo período de tranquilidad”, según declaraciones del director regional Han Kluge.

“La pandemia no ha terminado, pero por primera vez estamos en una situación única para controlarla”, añadió Kluge sobre la “tregua” que el virus ofrece.

Eso sí, la paz duradera solamente se puede mantener si persisten las campañas de vacunación en los años venideros y se vigila atentamente la aparición de nuevas variantes.

En caso de que surja una nueva mutación del virus, agregó, las autoridades sanitarias europeas deberán mantenerla a raya para evitar que estropee los planes de inmunización y el resto de acciones de salud pública.

Una meta de la humanidad en su conjunto

El representante de la OMS también entiende que debe haber “un aumento drástico e intransigente del intercambio de vacunas a través de las fronteras”, infiriendo que la vacunación debe compartirse a nivel mundial, inclusive más allá de Europa. Los científicos han advertido que, a menos que la mayoría de la población mundial se vacune, cualquier oportunidad de derrotar al virus irá aplazándose con el tiempo y, con ello, la esperanza de volver a la normalidad prepandémica.

La región Europa de la OMS incluye a 53 países, algunos de ellos situados ya en Asia central. En todos ellos los contagios se dispararon debido a la variante Ómicron que es hasta 70 veces más contagiosa.

Países como Dinamarca, Francia y Reino Unido han eliminado prácticamente todas sus restricciones aunque se siguen pidiendo acciones mínimas como el uso de tapabocas en espacios públicos cerrados y la vacunación obligatoria para ciertos sectores como los trabajadores de la salud y del gobierno.