Bolsonaro vuelve a boicotear esfuerzos para contener la pandemia y llama “dictadores” a los gobernadores

Brasil vive la crisis sanitaria más oscura de su historia. La escases de oxígeno ha derivado en una brutal saturación en hospitales de diversos estados, siendo la capital amazónica de Manaos el epicentro durante los primeros meses del año, y Sao Paulo otro de los puntos calientes.

El país de 211 millones de habitantes parece acéfalo con un gobierno liderado por el ultraderechista Jair Bolsonaro, que se ha esforzado hasta el cansancio por relativizar la gravedad de la crisis y ha asegurado que el COVID-19 es apenas una gripe, o que los brasileños son “inmunes” a dicho virus.

Una importante cantidad de gobernadores estatales decretaron desde esta semana prohibiciones a la realización de cultos religiosos, toques de queda, restricciones a viajes interregionales y otras medidas, lo que provocó que Bolsonaro los calificara de “prototipos de dictadores”.

“Yo no fui el que cerró los comercios. Yo tampoco fui el que te obligó a quedarte en tu casa. Yo hago mi parte”, añadió el mandatario, como resarciéndose de la responsabilidad.

”La gente se queja porque se les termina el trabajo. ¿Quién les hizo quedarse en casa? No fui yo. ¿Quién le dio todo ese poder a los estados y municipios para hacer todo esto?”, agregó.

De los 133 millones de casos de coronavirus que se han constatado en el mundo, desde el inicio de la pandemia en 2020, se han dado en Brasil alrededor del 10% de ese total global. Al día de hoy se confirmaron 13.667.564 positivos y 362.180 fallecimientos. 1.144.613 personas están cursando la enfermedad, de los cuales 8.318 están en cuidados intensivos. El 8 de abril de 2020 se dio el pico máximo de muertes diarias, con 4.211.

Será investigado

El Senado brasileño creó el martes una Comisión de Investigación Parlamentaria, que avanzará en “investigar las acciones y omisiones del gobierno federal para enfrentar la pandemia en Brasil y, especialmente, el deterioro de la salud en Amazonas con la falta de oxígeno a los pacientes hospitalizados en los primeros meses de 2021”, según dijo en conferencia de prensa el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco.

La comisión también investigará en segunda instancias posibles irregularidades que se hayan cometido en estados y municipios, siempre que “se limite la inspección a los recursos que el Gobierno entregó a los estados”.

Gleisi Hoffman, del opositor Partido de los Trabajadores (PT), dijo este martes que los “crímenes de responsabilidad” que habría perpetrado Bolsonaro justifican “un juicio político” y argumentó que “Bolsonaro debe ser destituido” del gobierno lo antes posible y para ello “hay que presionar al Congreso” para que apruebe el juicio político.