Reinicia en Israel juicio contra Netanyahu por corrupción y abuso de poder

Los intentos de Benjamin Netanyahu de perpetuarse en el poder enfrenta un desafío cuando se reanuda un juicio en su contra con duras acusaciones por supuestos hechos de corrupción.

El primer ministro israelí se vuelve a sentar en el banquillo de los acusados en una sala de audiencias de Jerusalén, ciudad marcada por su administración como capital del país, y pasarán por el micrófono de testificación una gran cantidad de testigos cuyas palabras, sumadas a las pruebas, serán el arma de la fiscalía para intentar probar que el político de 71 años de edad cometió soborno, fraude y abuso de confianza desde su puesto.

Mientras tanto, al otro lado de la ciudad, el presidente Reuven Rivlin inició consultas clave en su residencia con parlamentarios sobre cómo formar un gobierno que pudiera ayudar a salvar o bien poner fin a la carrera de Netanyahu.

Decenas de agentes de policía se colocaron alrededor del tribunal de distrito de Jerusalén mientras grandes cantidades de manifestantes a favor y en contra de Netanyahu se reunían. Netanyahu, el primer líder israelí en funciones que va a juicio, ha negado repetidamente cualquier irregularidad, alegando que es víctima de una caza de brujas por motivos políticos.

Severas acusaciones

El fiscal general israelí, Avichai Mandelblit, interpuso en junio de 2019 una acusación de 63 páginas contra Netanyahu, en donde lo señala por recibir dinero y lujosos regalos de amigos multimillonarios, equivalentes a cientos de miles de dólares, y a cambio habría otorgado favores políticos.

También se le acusa de intercambiar favores políticos con magnates de los medios de comunicación y telecomunicaciones a favor de coberturas favorables a su imagen.

«Un día en el que el fiscal general decide presentar una acusación contra un primer ministro en funciones por delitos graves de gobierno corrupto es un día duro y triste, para el público israelí y para mí personalmente», dijo Mandelblit a los periodistas al iniciar el proceso.

El proceso lo coordina ahora el fiscal principal del caso, Liat Ben-Ari, quien leyó los cargos mientras Netanyahu escuchaba con gesto circunspecto y brazos cruzados.

La audiencia de este lunes se centró mayormente en las acusaciones por el supuesto otorgamiento de favores con los propietarios de Bezeq Israel Telecom, que habría intercambiado noticias positivas al primer ministro.

Ilan Yeshua, el ex director ejecutivo de Walla News -propiedad de Bezeq Israel Telecom-, subió al estrado e hizo fuertes señalamientos de interferencia a su trabajo desde 2012 por parte de sus jefes, que creía estaban siendo dirigidos por la familia Netanyahu, así como por otras personas cercanas al primer ministro.

Yeshua describió una serie de hechos, desde exigencia por cambio de fotografías hasta modificación de titulares por otros más favorables a la imagen de Netanyahu o bien dañinos a sus opositores políticos.

Al igual que este, otros testigos irán pasando para verter sus testimonios a favor o en contra, en un proceso que podría tardar años.