Renuncian cinco abogados de Trump, que está blindado por los republicanos y no sería encontrado culpable

Los cinco principales abogados defensores del expresidente estadounidense Donald Trump renunciaron este fin de semana a defenderlo en el impeachment que impulsa el Parlamento.

A una semana del inicio del juicio político por la violenta incursión de seguidores de Trump en el Parlamento, ocurrido el 6 de enero, Trump lucha ahora por encontrar nuevos abogados que quieran defenderlo de las acusaciones. Tampoco lo acompañará su fiel compañero de mil batallas, Rudy Giuliani, que ha sido demandado por el fabricante de máquinas para votar Dominion por la friolera suma de US$1.600 millones.

Trump se aferra a su farsa de fraude electoral, el cual no ha podido comprobar, a pesar de haber perdido más de 60 casos en cortes estatales y federales de EE.UU. Butch Bowers y Deborah Barbier , quienes se esperaba que fueran dos de los abogados principales, ya no están en el equipo. Según medios estadounidenses que citan fuentes cercanas al proceso, fue una decisión mutua para ambos dejar el equipo legal.

Josh Howard, un legista de Carolina del Norte, quien había sido una de las más recientes adhesiones al grupo de defensa, también se fue junto con Johnny Gasser y Greg Harris, de Carolina del Sur.

Trump usaría el impeachment a su favor

El exmandatario, expulsado de todas las redes sociales por incitar a la violencia y por esparcir a mansalva noticias falsas, busca usar el micrófono que le van a poner en el Parlamento para seguir alegando que hubo fraude electoral. Hasta ahora, aunque aceptó soltar el poder si asistir al cambio de mando, no ha aceptado ni una sola vez que perdió contra Joe Biden.

Según publica CNN, fuentes familiarizadas con los movimientos en la defensa de Trump dijeron que él estaba presionando a los abogados para que defendieran públicamente sus alegatos de fraude, lo que habría provocado el cisma.

Sin embargo, el bloque del Partido Republicano ya está organizado para blindar a exmandatario, sin siquiera considerar la idea de que pueda ser culpable. Los demócratas tienen el 50% de la Cámara Alta pero necesitarían al menos 13 votos republicanos adicionales para alcanzar la declaratoria de culpabilidad; aún no los han conseguido y todo indica que es improbable que suceda.