DÉFICIT ENERGÉTICO

Bolsonaro pide a la ciudadanía ahorrar energía para evitar una crisis en medio de una sequía histórica

El país vive un serio momento de sequía en sus reservas hidroeléctricas, que se encuentran en mínimos históricos.

Foto: Flickr / Palacio de Planalto
Foto: Flickr / Palacio de Planalto

El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, pidió este jueves a los brasileños que ahorren energía para evitar una crisis de disponibilidad de electricidad debido a los bajos niveles de agua que presentan las represas hidroeléctricas del país.

“Apaguen una luz en casa ahora. Si es posible, enciendan el aire acondicionado más tarde y apáguenlo más temprano. No lo pongan al máximo de potencia”, dijo el mandatario ultraderechista, y agregó: “Es agradable dormir a 12°C o 15°C, hay gente a la que le gusta eso, pero ayúdenos poniéndolo a 18°C”.

El ministro de Energía y Minas, Bento Albuquerque acompañó al presidente en el video que difundió por medio de las redes sociales, y aseguró que las represas hidroeléctricas, que son una de las principales fuentes del país, están en mínimos históricos. “Desde el 2000 no teníamos una sequía tan grande en nuestras reservas del sur, y desde 2015 en las del centro-oeste y sureste del país. Esto nos llevó a adoptar medidas como recurrir a las termoeléctricas (plantas a base de petróleo)”, explicó el jerarca.

Además, el gobierno decretó un aumento en las facturas eléctricas que entrarán a regir desde diciembre. “Si no hacemos nada podríamos tener apagones. El periodo de lluvias, que debió comenzar en octubre, aún no llegó”, respondió Bolsonaro a un usuario de redes sociales que criticaba dichos incrementos. El mandatario defendió las subas diciendo que “si no hago nada, en un mes, si no llueve, podemos ir a un racionamiento y podría haber apagones”.

El gobierno del presidente ultraconservador se ha caracterizado por ser negacionista de la ciencia y por asegurar que el cambio climático no existe. Además, sus políticas agrarias han impulsado y acelerado la deforestación de la Amazonia brasileña para la expansión de pasturas para ganado. La administración Bolsonaro critica constantemente a los ambientalistas y ha llegado a relacionarlos con posiciones políticas como el marxismo y el comunismo.

 

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