El Salvador: Gobierno pacta con las pandillas para reducir números de asesinatos y mejorar sus cifras

El portal salvadoreño El Faro asestó un puñetazo a la imagen del presidente ultraconservador, Nayib Bukele, con un extenso y riguroso trabajo de investigación en el cual accedió a documentación que comprobaría que el gobierno ha estado pactando con la violenta pandilla «mara MS-13″ para que reduzcan la cantidad de asesinatos, y así, mejorar los números del gobierno.

«Documentos oficiales del Ejecutivo registran desde junio de 2019 negociaciones del actual Gobierno con líderes encarcelados de la MS-13. A lo largo de los meses se pactó la reducción de homicidios y se discutieron beneficios carcelarios y apoyo electoral para Nuevas Ideas en 2021″, se lee en el artículo del medio digital que ha dado de qué hablar en todo el mundo.

«El Faro obtuvo cientos de páginas de informes de inteligencia penitenciaria y libros de novedades de dos cárceles de Máxima Seguridad, que prueban encuentros del director de Tejido Social, Carlos Marroquín, y del director general de prisiones, Osiris Luna, con líderes pandilleros. En 14 de las visitas participaron encapuchados que entraron a cárceles sin identificarse. Al menos uno de esos visitantes era un líder pandillero en libertad», se lee más adelante.

De acuerdo al medio, el propio sistema carcelario ha documentado con detalle las negociaciones con la organización criminal que lidera el tráfico de drogas en el país y que obtiene dinero también a través de extorsiones a negocios y a ciudadanos.

«Los registros penitenciarios, firmados y sellados, abundan en nombres de funcionarios y de pandilleros que participaron en los encuentros, horas de ingresos y salidas, apuntes de irregularidades que rayan en lo ilegal, placas de vehículos, detalles sobre la localización de las celdas o de los espacios donde han ocurrido las reuniones», agrega el informe periodístico.

Acuerdos con la mafia

Los documentos oficiales que llegaron a manos de los periodistas dan cuenta de que algunos de los acuerdos hechos entre el gobierno y la MS-13 ya empezaron a materializarse: en un memorando escrito por el subdirector de la cárcel Zacatecoluca (que alberga reclusos de alto peligro) a su superior se lee que fue el mismo Osiris Luna quien ordenó revertir la decisión que había tomado el Gobierno de mezclar a pandilleros de la MS-13 y la rival mara Salvatrucha.

La anterior acción tenía como fin dejar de darle «trato preferencial» a los pandilleros, y fue anunciada por Bukele con bombos y platillos. El mismo Luna dijo en Twitter el 26 de abril que «este día se acabaron las celdas de una misma pandilla, hemos mezclado a todos los grupos terroristas en la misma celda, en todos los Centros Penales de Seguridad. ¡El Estado se respeta!».

A cambio de separar de nuevo a los pandilleros en celdas distintas, los mareros aceptaron «cerrar la válvula de asesinatos» y «apoyar» en próximas elecciones al partido Nuevas Ideas, que llevó a Bukele al poder. Entre las comunicaciones alcanzadas por El Faro también encontraron mensajes escritos que enviaron los pandilleros desde la cárcel a integrantes afuera, en donde les ordenan «seguir calmados» porque estaban en un lugar fructífero de diálogos con el gobierno.

¿Números artificiales?

El 2020, en lo que lleva transcurrido, está siendo uno de los años con menos homicidios desde los Acuerdos de Paz, y se encamina a sobrepasar al 2019 como el año más pacífico, pero las revelaciones de El Faro, con la montaña de documentos que ofrece en su web al respecto, podría evidenciar que los números de la administración Bukele son artificiales. Entre enero y mayo del año pasado se cometieron 1.345 homicidios. En el mismo periodo de este año la cifra fue de 519.

No es la primera vez que un gobierno salvadoreño pacta con los mareros: el mismo medio había accedido en 2012 a papeles oficiales que revelaban que el entonces gobierno de Mauricio Funes (del partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN) había intentado negociar con los criminales en secreto y en diversas etapas. Había ofrecido beneficios a cambio de bajar los homicidios y les había pedido apoyo electoral.  En aquella ocasión hubo reducciones drásticas en los asesinatos durante dos años, pero el fracaso de esos procesos hizo de 2015 el año más homicida del que el país tenga memoria, con una tasa de 103 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Toda la investigación periodística del El Faro está disponible en este enlace.