La región condena el golpe de Estado en Bolivia. para Macri, Bolsonaro y Trump no lo hubo
El gobierno de Mauricio Macri, que aún está en funciones, no considera que en Bolivia se haya gestado un golpe de Estado contra Morales, una posición semejante a la de Bolsonaro y Trump
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, descartó que su gobierno -que aún está en funciones- vaya a reconocer que en Bolivia hubo un golpe de Estado contra Evo Morales.
De acuerdo con la declaración del canciller argentino, Jorge Faurie, «no hay elementos» para describir lo ocurrido como un golpe, mientras que Macri ni siquiera hizo mención al concepto.
«Quiero dejar en claro que repudiamos la violencia de cualquier tipo y bajo cualquier circunstancia. Creemos en el diálogo como único mecanismo de salida de cualquier crisis que pueda tener una nación», señaló el mandatario saliente durante un acto en la Casa Rosada, con motivo de la apertura de la jornada del Cuerpo de Abogados del Estado.
«Entendemos que las elecciones son la mejor manera de transparentar la voluntad del pueblo boliviano», agregó.
Macri hizo referencia a la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA) que establece como «esenciales para la democracia» de los Estados miembro la «la celebración de elecciones libres y justas».
La región condena el golpe
Ya son varios los países de la región que reconocen que en Bolivia hubo, efectivamente, un golpe de Estado contra el mandatario Evo Morales, quien solo dos días antes había convocado a nuevas elecciones tras las denuncias de fraude de la OEA y las presiones de la oposición.
México se ha apresurado a reconocer el golpe, al tiempo que le otorgaron el asilo político a Morales, quien llegó a territorio mexicano este martes.
«Es un golpe —dijo el canciller mexicano Marcelo Ebrard—, porque el Ejército pidió la renuncia del presidente y eso violenta el orden constitucional en ese país». «Se entró en un terreno no previsto en la Constitución», agregó Ebrard.
Uruguay fue el segundo país en condenar lo acaecido en La Paz contra Evo. En un documento de la Cancillería se expresó la «consternación por el quiebre del Estado de derecho producido en el Estado Plurinacional de Bolivia, que forzó la salida del poder del presidente Evo Morales y sumió al país en el caos y la violencia».
«Uruguay considera que no existe argumento que puedan justificar estos actos, en particular habiendo anunciado pocas horas antes el presidente Morales su intención de convocar a nuevas elecciones, a partir del informe producido por la misión electoral de la Organización de Estados Americanos», continúa el comunicado.
Por su parte el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que él estaba seguro de que había financiamiento por parte de los Estados Unidos a la oposición y a quienes tienen intereses en sacar al ahora depuesto gobierno.
«Si creen que van a replicar el fascismo que aplicó la derecha en Bolivia, están muy equivocados. Acá sí vamos a aplicar la ley con mano dura», dijo el mandatario.
Nicaragua se unió el eco de voces condenatorias. «El gobierno de Nicaragua denuncia y condena enérgicamente el golpe de Estado que se consumó hoy», se lee en un comunicado que emitió este lunes el gobierno de Daniel Ortega.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel expresó en Twitter su «enérgica condena al golpe de Estado en» que «atent contra la democracia en Bolivia».
«El mundo se debe movilizar por la vida y la libertad de Evo», agregó.
Desde Rusia, la administración de Vladimir Putin pidió «encontrar una salida constitucional» a la crisis boliviana y también habló de «golpe de Estado».
«Preocupa profundamente (…) que la disposición del gobierno (boliviano) a buscar soluciones constructivas a base del diálogo haya sido arrollada por el desarrollo de los acontecimientos, que siguieron un patrón de golpe de Estado»,señaló el Misterio de Asuntos Exteriores ruso en un comunicado.
Los contrarios y los del medio
Desde Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro celebró la bajada forzosa de Evo: «Las denuncias de fraude electoral resultaron en la renuncia del presidente Evo Morales. La lección para nosotros es la necesidad, en nombre de la democracia y la transparencia, de contar los votos que se pueden auditar. ¡El VOTO es un signo de claridad para Brasil!», escribió en Twitter.
En esa misma línea, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo que la renuncia de evo era un «momento significativo para la democracia del hemisferio occidental».
«Estados Unidos aplaude al pueblo de Bolivia por demandar libertad y a los militares bolivianos por cumplir su juramento de cumplir no solo a una persona, sino a la Constitución», adujo.
En el caso de Argentina, las dos posiciones -tanto la de Mauricio Macri como la de Alberto Fernández- son opuestas entre sí, ya que la administración Macri no reconoce el hecho como un golpe pero el mandatario electo sí.
Fernández pidió a Macri que condenada los hechos, y pidió «resguardo» para quienes «son perseguidos por el golpismo».
Otros países han preferido mantenerse cautos y quedarse en el medio de la situación, sin tomar una posición u otra. Tal es el caso de Perú, cuyo gobierno envió «sus mejores deseos para el pronto restablecimiento de la convivencia pacífica», o Colombia, que invitó «a los representantes de las instituciones del Estado, de los diferentes partidos políticos y de la sociedad en su conjunto a trabajar de la mano por garantizar un proceso de transición pacífico, en estricto apego a las disposiciones constitucionales que rige el ordenamiento jurídico».
Ecuador, Honduras y España también han decidido quedarse al margen de la situación y opinar lo menos posible. «Esta nueva convocatoria, supervisada por nuevas autoridades electorales en línea con las recomendaciones preliminares de la auditoría de la OEA, debe permitir restaurar la confianza en el proceso electoral, como cauce de expresión democrática de la voluntad popular. Esta es la vía adecuada para que el país salga de la actual crisis», dice el gobierno español en un comunicado.
Compartí tu opinión con toda la comunidad