Ex líderes de las FARC anuncian regreso a la lucha armada en Colombia

Un grupo de ex altos dirigentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunció este jueves que decidieron retomar la lucha armada en el país; acusan al gobierno de no garantizar sus derechos políticos luego del histórico acuerdo de paz firmado en 2016.

En un video publicado en redes sociales antes del amanecer de este viernes, el ex jefe negociador por las FARC, Iván Márquez (cuyo nombre verdadero es Luciano Marín) apareció junto a un grupo de 20 guerrilleros fuertemente armados y condenó al actual presidente Iván Duque y a sus allegados de quedarse «de brazos cruzados» y aseguró que cientos de activistas de izquierda «y más de 150 exrebeldes» fueron asesinados desde el acuerdo de paz que pretendía terminar con más de medio siglo de lucha armada paramilitar en el país sudamericano.

Acusaciones cruzadas

«Cuando firmamos el acuerdo de La Habana lo hicimos con la convicción de que era posible cambiar la vida de los humildes y los desposeídos, pero el Estado no ha cumplido ni con la más importante de sus obligaciones, que es garantizar la vida de sus ciudadanos y particularmente evitar el asesinato por razones políticas», denunció Márquez.

Esta decisión complica el panorama de seguridad en Colombia, ya que se suma al retome de armas de diversos grupos armados paramilitares que han incrementado sus operaciones en los últimos meses y se disputan rutas de narcotráfico y otros recursos que quedaron en el desuso o abandono desde que las FARC firmaron el acuerdo.

Por su parte, el presidente Duque subió la tensión con Venezuela y acusó al gobierno de Nicolás Maduro de brindar protección a Márquez y a sus camaradas.

«Los colombianos debemos tener claridad de que no estamos ante el nacimiento de una nueva guerrilla, sno frente a las amenazas criminales de una banda de narcoterroristas que cuenta con el albergue y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro», aseveró el mandatario colombiano. Dicho esto anunció el ofrecimiento de una recompensa en pesos colombianos equivalente a casi US$1 millón por datos que lleven al paradero de Márquez y los otros rebeldes debidamente identificados.