Perú: El regreso de las corridas de toros fue un estrepitoso fracaso
Los residentes de la localidad de Cajamarca dijeron un gran no a la tauromaquia. La asistencia al "gran regreso" de las corridas fue un desastre en asistencia.
El alcalde de la pequeña ciudad de Cajamarca, ubicada a 1.000 kilómetros de Lima, quiso traer de vuelta las corridas de toros, que en Perú se practican a la usanza española, con banderillas, asesinato del toro, corta de orejas y ovación al torero.
El gobernador Andrés Villar había hecho una gran campaña porque considera que las corridas de toros son una tradición que no se puede perder, a pesar de que la tauromaquia viene ganando rechazo a nivel mundial.
En el primer evento realizado el pasado 22 de junio, la asistencia del público fue sumamente pobre, con apenas unas pocas decenas de personas que asistieron al asesinato de los toros promovido como un show cultural, por lo que las autoridades decidieron cancelar la temporada que habían programado; el mensaje de los cajamarquinos fue bastante claro: no quieren más tortura animal.
«Es culpa de ustedes»
El presidente de la Feria Taurina de Corpus Christi, de Cajamarca, Álvaro Araujo, emitió un comunicado en el cual aducen otras razones, entre ellas la «seguridad», echándole la culpa a quienes rechazaron vehementemente la realización de las corridas.
«Las preferencias de algunos no pueden superar las aspiraciones de nuestra sociedad; hemos demostrado que, cuando alguien se propone, no existe dificultad o impedimento para realizar una corrida de toros en nuestra ciudad, por eso con orgullo decimos ‘Volvieron los toros a Cajamarca'», dijo Araujo.
Sin embargo, insisten en promover la crueldad animal de las corridas de toros: «Expresamos nuestro absoluto respeto a la comunidad cajamarquina, y sobre todo a no generar desunión y buscar la tolerancia en todo momento; quedamos comprometidos a continuar realizando actividades en salvaguarda de nuestras tradiciones y la afición taurina», continuó el personero en el comunicado.
Sin embargo, pudo más la lucha animalista, y otra corrida programara para el 23 de junio y las subsiguientes fueron canceladas «por motivos de haberse generado situaciones de riesgo a la seguridad que escapan a la responsabilidad del comité».
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