Experto de la ONU cuestiona una vez más el caso de Assange
El relator especial de la ONU sobre la Tortura, Nils Melzer, comparó el caso de Assange con la del periodista ruso Iván Golunov y aseguró que la prensa de Occidente sigue sin comprender lo que sucede con el fundador de WikiLeaks.
El relator especial de la ONU sobre la Tortura, Nils Melzer, destacó que el periodista ruso Iván Golunov, detenido bajo acusaciones infundadas, fue liberado después de que la prensa del país mostrara su desacuerdo con la injusticia, mientras que los medios de Occidente siguen sin entender la gravedad del caso de Julian Assange.
«Pensar que [el presidente ruso, Vladímir] Putin ha puesto en libertad al periodista Golunov, víctima de una trampa, y ha despedido a dos altos cargos después de las protestas coordinadas de los medios rusos, mientras que los medios occidentales no llegan a entender la trampa en que ha caído Assange, ni el hecho de que enfrentan su propia inminente desaparición», escribió Melzer en su cuenta de Twitter.
Y agregó que el fundador de WikiLeaks está encarcelado en Reino Unido «por buscar asilo», se enfrenta a la extradición norteamericana «por periodismo», está siendo juzgado «por un juez con conocido conflicto de intereses» y «bajo un gobierno que lo prejuzga».
El caso de Golunov
A principios de junio el periodista ruso Golunov, de 36 años, que llevaba a cabo una investigación anticorrupción, fue detenido en el centro de Moscú con varios paquetes de drogas que presuntamente le pertenecían.
La Dirección General del Ministerio del Interior para Moscú afirmó que en el domicilio del comunicador también se hallaron drogas y publicó una fotografía en que se ven estupefacientes en un apartamento que, como reconocieron las autoridades más tarde, no tenía relación alguna con el periodista.
El periodista afirmó que las drogas fueron colocadas a propósito por los policías y relacionó el proceso en su contra con su investigación de los vínculos entre mafias, autoridades y servicios de seguridad en el negocio de las funerarias de Moscú.
Golunov recibió amenazas por esta investigación y, aunque no les prestó mucha atención, sí se las notificó a sus jefes.
Una corte local dictaminó arresto domiciliario del periodista como medida cautelar y diversos medios rusos, tanto opositores como progubernamentales, denunciaron graves irregularidades en el caso. Los medios denunciaron falta pruebas que relacionaran a Golunov con las drogas halladas y el trato que el periodista sufrió el arresto.
El 11 de junio el ministro del Interior, Vladímir Kolokóltsev, asumió el caso y el mismo día anuncióel cierre del expediente contra Golunov debido a la ausencia de pruebas y el periodista fue liberado del arresto domiciliario y todos los cargos que le imputaban han sido retirados.
Dos días más tarde el presidente ruso decretó la destitución de dos generales del Ministerio del Interior por el arresto de Golunov.
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