Corte Suprema de Brasil tipifica la homofobia como delito. A Bolsonaro no le gustó nada

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El Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF) decidió la tarde de este jueves que la homofobia -y cualquier discriminación a una persona sexualmente diversa- será tipificada como delito equiparándolo al racismo, al mismo tiempo que urgió al Congreso a que apruebe una ley que regule.

“Todo prejuicio es violencia. Toda discriminación es causa de sufrimiento, pero aprendí que algunos prejuicios causan más sufrimientos que otros, porque son heridas que castigan a la persona ya desde su hogar, aparta padres de hijos, hermanos, amigos, por la simple circunstancia de intentar vivir lo que se lleva como esencia y que no cumple con el disfraz socio-político determinante”, afirmó la jueza Cármen Luzia al votar a favor.

El camino ahora para que se cree una legislación será espinoso, ya que el Congreso es de mayoría ultra conservadora, ultraderechista y con poderosa presencia de parlamentarios evangélicos.

Tras conocerse la medida, el magistrado Celso de Mello aclaró que la decisión en ningún momento «interfiere ni compromete la libertad religiosa», siempre que no se promuevan acciones de odio.

Fallo histórico

En Brasil todo parece estar en contra de cualquiera que no encaje en el modelo de sociedad que gritó Jair Bolsonaro a los cuatro vientos en su campaña. Para él, cristiano de ultraderecha, solo existe un único tipo de «familia tradicional normal» y la única orientación sexual es la heterosexualidad. Ha asegurado, entre otras cosas polémicas, que prefiere que un hijo suyo muera a que sea gay.

Es por eso que pocos vieron en el horizonte que se pudiera cristalizar una ley como esta; ahora deberá sortear al Congreso para convertir en una ley vigente.

Los colectivos que luchan por los derechos de las personas sexualmente diversas y de la comunidad LGBTIQ+ se mostraron contentos con la decisión del STF. «El fallo lo recibimos con mucha alegría. Esa decisión ha sido el resultado de un proceso de muchos años de lucha y de muchos meses de discusión dentro de la Corte Suprema», afirmaron representantes de una de la coaliciones nacionales más importantes.

Durante los pocos meses en que Bolsonaro se ha sentado en su oficina presidencial de Brasilia, la situación de derechos humanos contra la población LGBTIQ+ se ha vuelto un calvario. A pesar de que desde hace 15 años existe el programa “Brasil sin Homofobia”, este país tiene una “alta tasa de muertes por homolesbotransfobia”, según el reporte Homofobia de Estado, de ILGA, publicado recientemente.

Bolsonaro enojado

El presidente Bolsonaro no está contento con la decisión del STF y deslizó la posibilidad de colocar a como dé lugar a un magistrado evangélico ahí para que lo que suceda en el organismo esté más afín a su gobierno conservador.

El STF cometió un «completo equívoco», porque «entró en el ámbito del Legislativo», afirmó el presidente en una entrevista televisiva, y añadió que meter un juez cristiano no mezcla la política con la religión.