Las primeras medidas de Jair Bolsonaro como presidente de Brasil
El ministro de Economía presentó su plan basado en la privatización y el achique de gastos. Mientras que se firmaron decretos que preocupan a la comunidad indígena y LGBTI.
El nuevo ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, anunció este miércoles el plan del Gobierno de Jair Bolsonaro para lograr el crecimiento en Brasil, mediante un paquete de medidas que incluye una reforma al sistema de pensiones, privatizaciones aceleradas y una «simplificación» tributaria.
«Vamos a simplificar impuestos, privatizar, liberar la economía, descentralizar recursos y apoyar el área social», dijo Guedes al asumir el cargo.
El nuevo ministro afirmó que las reformas estructurales que Bolsonaro propondrá al Congreso serán las “paredes de sustentación” del llamado “techo de gastos”, un mecanismo instaurado por el gobierno de Michel Temer (2016-2018) para controlar y equilibrar las cuentas públicas.
Para Guedes, defensor del neoliberalismo ortodoxo, la raíz del desajuste que actualmente perjudica a la economía brasileña es el exceso de inversión social: «El descontrol sobre la expansión de los gastos públicos fue el mal mayor», aseguró.
Al tiempo que consideró que la reforma del sistema de pensiones será el primer y mayor desafío de su gestión.
”El sistema de jubilaciones es actualmente una fábrica de desigualdades. Quienes legislan tienen las mayores pensiones, quienes juzgan tienen las mayores pensiones. El pueblo brasileño, las menores”, dijo.
Según manifestó con estas reformas Brasil «estará listo para un nuevo ciclo de, como mínimo, diez años de crecimiento sostenible».
Una de las primeras acciones de Bolsonaro como presidente fue firmar el decreto de aumento del salario mínimo, que en realidad fue una reducción debido a que fue por debajo del establecido por el Congreso para este año.
Medidas antipopulares
«Más del 15% del territorio nacional está delimitado como tierra de indígenas y descendientes de esclavos. Menos de un millón de personas viven en estos lugares aislados del Brasil de verdad, explotadas y manipuladas por ONGs. Vamos a integrar juntos a estas ciudades y a valorar a todos los brasileños», explicó el mandatario en su Twitter.
Mais de 15% do território nacional é demarcado como terra indígena e quilombolas. Menos de um milhão de pessoas vivem nestes lugares isolados do Brasil de verdade, exploradas e manipuladas por ONGs. Vamos juntos integrar estes cidadãos e valorizar a todos os brasileiros.
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) 2 de enero de 2019
La decisión despertó preocupación dado que la nueva ministra de Agricultura es Tereza Cristina Correa, una hacendada que coordinaba la bancada de los propietarios rurales en el Congreso.
Correa aseguró al asumir el cargo que el traspaso de atribuciones no implica una amenaza a la demarcación de tierras de estas minorías, en permanente conflicto con los hacendados.
Según los activistas ambientalistas, esta medida provocará la destrucción de culturas e idiomas nativos al integrar a las tribus en la sociedad brasileña. Además, aseguran que los pueblos nativos son los últimos custodios de la Amazonia, la mayor selva mundial.
Otra de las acciones del nuevo gobierno que generó preocupación fue una medida provisoria con fuerza de ley que eliminó a la comunidad LGBTI de la lista de las directrices de protección de los derechos humanos que antes estaban amparadas en el organigrama ministerial.
La medida 870/19 está referida a los cambios ordenados en la estructura de los ministerios, incluyendo a la nueva cartera de la Mujer, de la Familia y de los Derechos Humanos, comandado por la pastora Damares Alves.
Entre las políticas y directrices destinadas a la promoción de los derechos humanos se incluyen explícitamente a las «mujeres, niños y adolescentes, juventud, ancianos, personas con discapacidad, población negra, minorías étnicas y sociales e indígenas».
Las personas LGBT, que antes eran citadas en las estructuras de la Secretaría Nacional de Promoción y Defensa de los Derechos de la Persona Anciana, quedaron excluidas en el texto.
Para la diputada del Partido de los Trabajadores (PT), María del Rosario esta decisión de la administración de Bolsonaro indica que «condenará a esa población a la invisibilidad y la dejará fuera de las políticas públicas. Lo que es, sin duda un gran retroceso».
Según explicó el propio Bolsonaro en su cuenta de Twitter el ministro de Educación «desmonta Secretaría de diversidad y crea carpeta de alfabetización».
«Capacitar a los ciudadanos preparados para el mercado de trabajo. El enfoque opuesto de los gobiernos anteriores, que deliberadamente invirtieron en la formación de mentes esclavas de las ideas de la dominación socialista», dijo el mandatario.
El ministro de Educación, Ricardo Vélez Rodríguez confirmó que se desmantelará la Secretaría de Educación Continuada, Alfabetización, Diversidad e Inclusión, que regulaba las relaciones étnico raciales.
La Secadi había sido creada en 2004, durante el gobierno de Lula Da Silva, con el objetivo de fortalecer la atención especial a grupos que históricamente habían sido excluidos de la escolaridad.
Compartí tu opinión con toda la comunidad