El papa Francisco sobre el aborto: “Es como contratar a un sicario”

El papa Francisco volvió a pronunciarse sobre la interrupción voluntaria del embarazo con unas durísimas palabras, incluso cuando la intervención se produce por problemas médicos del feto.

Francisco condenó el aborto y lo comparó con quien “contrata un sicario para resolver un problema”.

“¿Es justo quitar una vida humana para resolver un problema? (…) ¿Es justo pagar a un sicario para resolver un problema?”, cuestionó el pontífice ante una multitud en su audiencia semanal en la plaza de San Pedro.

En medio de una reflexión sobre el quinto mandamiento: “No matarás”, Francisco manifestó, una vez más, su rechazo al aborto. “¿Cómo puede ser terapéutico, civil o simplemente humano un acto que suprime la vida inocente e indefensa en su nacimiento?”, preguntó.

Y afirmó: «¡No, no se puede!».

En su discurso se refirió también a los casos en los que se descubre una discapacidad durante el embarazo. “Los padres, en estos casos dramáticos, necesitan una verdadera cercanía, una verdadera solidaridad, para afrontar la realidad superando temores comprensibles”, dijo, al considerar que a menudo los padres reciben consejos apresurados para interrumpir un embarazo.

“Un niño enfermo es como toda persona necesitada en la tierra (…): él, ella, que se presenta como un problema, es en realidad un don de Dios que puede sacarme del egoísmo y hacerme crecer en el amor”, manifestó.

Al tiempo que consideró que la decisión de realizar un aborto es un efecto del miedo: “todo el mal del mundo, desde las guerras a la cultura del descarte, se podría resumir como un desprecio a la vida y toda violencia y daño contra la vida provienen del miedo”, dijo al señalar que las personas tienen parámetros equivocados para valorar la vida.

En el pasado junio, cuando en su país natal se debatía en el congreso la legalización del aborto, Francisco comparó el aborto selectivo con los crímenes nazis para lograr la pureza de la raza. “¿Vosotros os preguntáis por que hoy no vemos tantos enanos por la calle? Porque el protocolo de tantos médicos –tantos, no todos– es hacer la pregunta: ‘¿Llegan mal?’ Lo digo con dolor. En el pasado siglo todo el mundo se escandalizaba por lo que hacían los nazis para curar la pureza de la raza. Hoy hacemos lo mismo, pero con guantes blancos”, aseguró en un encuentro con familias católicas.