Jair Bolsonaro justificó a la dictadura brasileña: “No hubo golpe militar en 1964”

El candidato del Partido Social Liberal (PSL) a la Presidencia de Brasil, el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, defendió la dictadura militar (1964-1985) y dijo que, si es elegido, no va a abrir los archivos de ese período.

En una entrevista al programa «Roda Viva», de la TV Cultura, Bolsonaro señaló que los actos cometidos por los militares se justificaban por el «clima de la época, de guerra fría», y dijo que habría actuado de la misma manera si estuviera en su lugar.

«No hubo golpe militar en 1964. Quien declaró vacante el cargo del presidente en la época fue el Parlamento. Era la regla en vigor «, expresó. Al tiempo que defendió las actuaciones de los militares en casos de tortura y también la figura del coronel Carlos Alberto Brillante Ustra (1932-2015), a quien homenajeó en su voto durante el proceso de impeachment de la presidenta Dilma Rousseff.

Brillante Ustra fue jefe del DOI-Codi, uno de los principales centros de tortura durante la dictadura.

«Abominamos la tortura, pero en aquel momento vivíamos en la guerra fría», justificó el precandidato presidencial.

Bolsonaro cargó contra la prensa al señalar que sólo se basa en los casos que afectaron a militantes de la izquierda y cuestionó: «Usted sólo habla sobre casos de la izquierda. ¿Por qué no hablan sobre el atentado del aeropuerto de Guararapes, en el que murió Edson Regis?», dijo en referencia a un atentado con bomba ocurrido en Recife en 1966. «Uno de los militantes de la AP, no digo que estaba allí, era José Serra. Vamos a poner la Sierra en los bancos de los reos entonces», manifestó.

Al ser consultado sobre la apertura de los archivos de la dictadura militar, el presidenciable dijo dudar de que todavía existan y afirmó «no voy a abrir nada. Olvidate de eso, vamos a pensar de aquí en adelante».

Medidas

También hizo referencia a alguna de las medidas que pretende adoptar en caso de ganar las elecciones. En el plano económico defendió la privatización de «buena parte» de las estatales brasileñas y medidas para desburocratizar la economía.

«Si el gobierno no entorpece al emprendedor, tenemos como mejorar la cuestión del desempleo en Brasil», aseguró.

Y volvió a ponerse contra de las cuotas para negros en las universidades al defender un sistema de meritocracia. «¿Vas a pedir cuota para el nordestino ahora?», cuestionó.

Bolsonaro dijo que si es elegido propondrá al Congreso Nacional que reduzca el porcentaje de las cuotas de plazas en las universidades públicas reservadas a negros. «No puedo hablar que voy a terminar porque depende del Parlamentos, al menos disminuir el porcentaje, voy a proponer, quien sabe la disminución del porcentaje», dijo.

Consultado sobre si la política de cuotas no sería una respuesta a la divida histórica de Brasil con los afrodescendientes, derivada del tiempo de la esclavitud, el presidenciable cuestionó: «¿Qué deuda? Yo nunca he esclavizado a nadie en mi vida. Los propios negros entregaban a los negros. ¿Qué deuda es esa, mi Dios del cielo?».

«Es justo que mi hija sea cotista, el negro no es mejor que yo, y ni yo soy mejor que el negro, en la Academia Militar de las Agujas Negras, varios negros se formaron conmigo, algunos abajo de mí, algunos encima de mí , sin ningún problema, por qué cuotas?, preguntó.

El precandidato también hizo referencia a la publicación del diario suizo Tribune de Genève que lo llamó misógino, racista y homofóbico y dijo «si yo soy racista, yo tenía que estar preso, no tengo inmunidad, si yo ofendí a un afrodescendiente ahora, le impedí de entrar en el ascensor, eso es crimen de racismo, y tengo que ser arrestado incluso», dijo afirmando que el periódico hace «calumnias «contra él.

«La prensa es casi toda de izquierda en el mundo. El [presidente de EEUU, Donald] Trump sufrió mucho con eso. Fake News!», concluyó. Y al igual que Trump criticó la entrada de refugiados al país.

Bolsonaro figura en las encuestas de cara a las elecciones de octubre en el segundo lugar, por detrás de Lula da Silva, y sería el favorito en una elección sin el expresidente detenido desde el pasado 7 de abril.

«La sensación que tengo de las calles es que tengo mucho más voto que Lula», afirmó en la entrevista el candidato ultraderechista.