Rajoy deja la presidencia del PP: «Es lo mejor para mí, para el PP y para España»

El expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció que deja la Presidencia del Partido Popular (PP) tras haber sido destituido como mandatario español el pasado viernes.

Rajoy propuso un congreso extraordinario de su partido para que se decida quien será el nuevo líder de la formación conservadora, y adelantó que cumplirá con sus funciones «hasta que elijáis a la persona que me vaya a sustituir, y lo haré con prudencia, no plantearé cambios en el partido ni en los grupos parlamentarios porque eso le corresponde a quien me suceda en la presidencia, si quiere».

«Es lo mejor para mí, para el PP y para España», consideró Rajoy.

En su discurso Rajoy destacó la trayectoria de su formación política y recordó: «hemos defendido la unidad de España, mientras otros hablaban, con prudencia y con firmeza».

«Aplicamos el artículo 155 y no hubo independencia de Cataluña. Recibimos lecciones de todo tipo, pero ha sido el Gobierno del Partido Popular quien ha garantizado el cumplimiento de la ley y la unidad de España», expresó y agregó «mi Gobierno no respondió nunca a las llamadas de ETA, ni negociamos ni hubo concesiones. Su derrota es fruto de la fortaleza, la determinación y la convicción democrática de los españoles».

En ese sentido consideró que «hoy la visión de España es exactamente la contraria de cuando llegamos nosotros al Gobierno», mientras que sobre el nuevo gobierno de Pedro Sánchez, alertó: «estamos ante un Gobierno con una debilidad extrema», del que no se conoce ni su programa ni los apoyos que tendrá y que aventura “más inestabilidad” política y más “bloqueo” parlamentario del que vivió él al frente del Ejecutivo.

«Ambición atropellada»

También reiteró sus cuestionamientos a la moción de censura que finalmente lo sacó del poder y consideró que «solo ha sido una excusa» para que sus oponentes políticos lograran «sus propósitos con una ambición atropellada, no han pensado ni en España ni en el interés general».

«Ofrecimos una gran coalición al PSOE, como en Alemania, para salvaguardar el interés general. La rechazaron. Hoy sabemos el verdadero interés de su secretario general: presidir el Gobierno a cualquier precio», aseguró.

Rajoy lamentó que a España lo vaya a gobernar alguien que ha perdido las elecciones, «gobierna el país alguien rechazado por los españoles, que no ha ganado unas elecciones nunca».

«Ese comportamiento jamás había llegado al Gobierno de la nación, con la izquierda populista y el independentismo. Y ese estigma acompañará a ese Gobierno y al PSOE, que ha dilapidado toda su herencia por un proyecto de futuro incierto y pésimos compañeros de viaje, los independentistas de Catalunya y Bildu», agregó.

El expresidente español insistió en que su salida no fue decidida por los españoles: «hemos perdido el Gobierno y pasamos a la oposición, pero no por los españoles, que nos han avalado en las urnas. Aunque los acontecimientos protagonizados por algunos traten de desmentirlo, lo importante no es conseguir el poder sino utilizarlo en beneficio de nuestro país».

«Ahora toca mirar al futuro. Seguimos siendo el primer partido de España, contamos con mayoría absoluta en el Senado, tenemos dirigentes preparados y por tanto no hay motivo para el desánimo», concluyó.

Moción de censura

La moción de censura que puso fin al mandato de Rajoy fue presentada por el Partido Soscialista Obrero Español un día después de que se conociese la sentencia del caso Gürtel, que condenó a 29 de las 37 personas acusadas inicialmente y también al PP como partícipe a título lucrativo al pago de 245.000 euros.

El tribunal consideró acreditado que la formación dirigida por Rajoy se financió de manera ilegal desde su creación en el año 1989, manejando una contabilidad B al margen de la oficial.

La moción de censura presentada por Pedro Sánchez salió adelante con los votos de los diputados del PSOE, de Unidos Podemos, de Esquerra Republicana de Catalunya , del Partido Demócrata europeo de Catalunya, del Partido Nacionalista Vasco, de Compromís, de Euskal Herria Bildu y de Nueva Canarias, sumando un total de 180 votos de los 350 que estaban en juego. Para prosperar la propuesta necesitaba el apoyo de 176 legisladores. Fue la primera vez que una moción de censura tuvo éxito en España.