Un documento de la CIA confirma que exdictadores de Brasil autorizaron ejecuciones

Se trata de un informe enviado en 1974 por el entonces director de la CIA, William Egan Colby, al secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger. “Decisión del presidente brasileño, Ernesto Geisel, de continuar con las ejecuciones sumarias de subversivos peligrosos, bajo ciertas condiciones”, dice el asunto del memorándum.

El archivo fue revelado por el historiador e investigador de la Fundación Getúlio Vargas, Matias Spektor.

Geisel fue el penúltimo presidente de la dictadura militar y gobernó Brasil entre 1974 y 1979.

Tras asumir el poder se reunió con dos militares del Centro de Informaciones del Ejército, quienes, según el relato del director de la CIA, le dijeron que desde el golpe de Estado de 1964, habían sido ejecutadas 104 personas, a las que calificaron de “subversivos peligrosos”.

“El presidente, que comentó los aspectos potencialmente perjudiciales de esa política, dijo que quería reflexionar sobre el asunto durante el fin de semana, antes de tomar cualquier decisión sobre su continuidad”, dice el documento, disponible en la página web del Departamento de Estado estadounidense.

Tras analizar el tema Geisel le dijo explicitamente al jefe del Servicio Nacional de Informaciones, el general João Baptista Figueiredo (que luego lo sucedería en el cargo), que las ejecuciones debían continuar: “la política debe continuar, pero que adopte extremos cuidados para asegurar que sólo sean ejecutados los subversivos peligrosos”.

“Este es el documento más perturbador que he leído en veinte años de investigaciones”, aseguró Spektor sobre el memorándum, que fue hecho público junto a otros cientos en 2015 como parte de la práctica habitual del Departamento de Estado de desclasificar sus documentos secretos más antiguos de forma periódica.

El memorándum expuso por primera vez con documentación que los dictadores de Brasil, que gobernaron entre 1964 y 1985, sabían y eran los que autorizaban los asesinatos de opositores.

Según el informe Geisel autorizó la continuación de la política de asesinatos, pero determinó que todos los asesinatos serían previamente aprobados por Figueiredo.

Según un relevamiento hecho por la cadena O Globo, la Comisión de la Verdad, que funcionó entre 2012 y 2014, identificó a 89 personas que fueron ejecutadas entre la asunción de Geisel y el fin de la dictadura. Además, se estima que otras 11 personas pueden haber muerto o desaparecido, y se sospecha que hubo más casos que no han sido confirmados o denunciados.

Brasil es el único de los países que vivieron dictaduras recientes y hoy están en democracia, donde ninguno de los agentes del Estado que cometieron crímenes de lesa humanidad ha sido castigado debido a la ley de amnistía promulgada en agosto de 1979, por el entonces presidente Figueiredo –el general encargado de decir quiénes eran o no subversivos peligrosos aptos para ser ejecutados–.

Bolsonaro minimiza el informe

El candidato presidencial ultraderechista, Jair Bolsonaro, minimizó el informe de la CIA al afirmar: “¿Quién nunca le pegó a un hijo y luego se arrepintió?, pasa”.

Bolsonaro puso en duda además la veracidad del informe: “Yo creo que sé lo que le pasó a este agente de la CIA que hizo el informe: ¿Cuántas veces uno dice, ‘te voy a matar, te voy a cagar a trompadas’. Este agente de la CIA debe haber escuchado una conversación así e hizo el informe. Pero me pregunto: ¿Dónde están los 104 muertos?”, cuestionó.

El candidato ultraderechista también dijo que el hecho de que trascendiera el memorándum ahora tiene que ver con que él está “por llegar” a la presidencia de Brasil.

Bolsonaro aparece segundo en intención de voto en las encuestas, detrás del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien todavía no se sabe si podrá participar de los comicios. Para él eso lleva a que los medios de comunicación consideraran que era “el momento” para dar a conocer esta información con la intención de perjudicarlo.