EE.UU. no está seguro del origen de los «ataques acústicos» en Cuba
La administración Trump se colgó del supuesto ataque para elevar su retórica violenta contra Cuba, al tiempo que retrocedía en el restablecimiento de las relaciones bilaterales que logró Obama. Ahora no están seguro de la naturaleza de los "ataques acústicos".
Durante meses, la administración de Donald Trump fue duro con Cuba; amenazas una tras otra salían de Washington hacia La Habana como respuesta a unos supuestos ataques acústicos que habrían sufrido funcionarios de la Embajada de EE.UU. en la capital cubana.
El Departamento de Estado admitió este martes de forma pública que no está seguro de que las afectaciones sufridas por más de una veintena de sus diplomáticos estén relacionadas con aquellos ataques acústicos. “Yo no descarto nada. No estoy diciendo que sea un ataque acústico, pero sí sabemos que hay un elemento acústico asociado con ellos, que puede ser parte de otro estilo de ataque”, afirmó hoy el director adjunto de seguridad diplomática del Departamento de Estado, Todd Brown, en una audiencia en el Senado sobre dicho tema.
Varios senadores lo habían interpelado sobre un informe preliminar del FBI que fue filtrado recientemente a la prensa. En dicho documento se indica se afirma que durante la investigación en La Habana no se encontraron pruebas de que los problemas de salud de los funcionarios hayan sido causados por ondas sónicas.
Funcionarios aún no volverán a la embajada
La administración Trump no enviará de vuelta a los funcionarios a su embajada en la capital cubana, de acuerdo a declaraciones emitidas por un funcionario estadounidense a la agencia Reuters.
Tal decisión había sido adelantada por el secretario de Estado, Rex Tillerson, quien en contraposición a las declaraciones de Brown, dijo no estar convencido de que los «ataques deliberados» hayan cesado y señaló que el personal no retornará a sus puestos de trabajo hasta que se les garantice total seguridad.
La Asociación Estadounidense de empleados del Servicio Exterior dijo que los afectados presentaron «daño traumático cerebral leve y pérdida de la audición, además de síntomas como desequilibrio, fuertes dolores de cabeza, dificultades cognitivas e inflamación cerebral» tras haber sido víctimas de un supuesto ataque sonoro.
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