Francia sufre la crisis de manteca (mantequilla) más compleja desde la Segunda Guerra Mundial

Francia está que arde por un problema que, para muchos, puede resultar superfluo. El ingrediente estrella de la gastronomía francesa, la mantequilla (conocida en Uruguay como manteca), está escaseando en todo el país.

Varias son las razones que están causando el faltante en las góndolas de los supermercados y en las cocinas de los restaurantes y panaderías: los altos precios, la baja en la producción láctea, la alta demanda exterior y un mercado rígido dejan a los franceses sin su preciada mantequilla.

Solo en agosto, el producto subió un 60% su precio de mercado, llegando a alcanzar €6.7 el kilo, según el organismo francés que monitorea los precios de los alimentos. Dicho fenómeno económico está en consonancia con el incremento violento presentado en los mercados internacionales: en el último año, el precio de la tonelada pasó de €2.500 a €7.000 la tonelada, siendo este último el precio más alto detectado por la Comisión Europea, que recopila datos desde el año 2000.

Situación crítica

Según medios locales, Francia vive una crisis de mantequilla solo comparable a los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial. Las alarmas se encendieron porque dos productos cumbre de la panadería francesa, el croisant y el pains au chocolat, necesitan de grandes cantidades de mantequilla para su producción.

Las panaderías y pastelerías se están viendo obligados a aumentar los precios de sus productos para soportar el impacto del gasto de tener que rastrear por todo lado la mantequilla necesaria.

Todo esto coincide con una constante faltante de producción de leche. Las cuotas impositivas que desde el 2015 rigen en la UE provocaron las caídas de los precios, y mucho ganaderos optaron directamente por abandonar el negocio.

Además, el aumento en la demanda de mantequilla francesa de alta calidad desde América causa que los empresarios del sector vean en la exportación un mejor negocio que la venta a lo interno.

«El problema es netamente francés y está relacionado con el hecho de que hay una guerra de precios entre los minoristas franceses», explica Thierry Roquefeuil, presidente de la federación de productores lácteos FNPL.

Se espera que los consumidores finales vean nuevos aumentos en el corto plazo, y que la escasez no merme pronto.