Miles de personas marcharon en Barcelona contra la intervención de Cataluña
“Libertad”, “independencia” y “fuera las fuerzas de ocupación” fueron algunas de las consignas más repetidas entre las más de 450.000 personas que asistieron a una movilización contra la detención de los líderes catalanes y el anuncio de intervención de Cataluña del Gobierno español. Puigdemont anunció que pedirá al Parlament que fije una convocatoria para abordar la aplicación del artículo 155,
Miles de personas se movilizaron este sábado en Cataluña al grito de «no nos rendiremos» para exigir la libertad de los dirigentes de ANC y Òmnium, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, ambos acusados por cargos de sedición y en prisión preventiva, y para rechazar la suspensión del autogobierno de Cataluña por parte del Gobierno español.
Más de 450.000, según la Guardia Urbana de Barcelona, salieron ayer a la calle de forma pacífica en la capital catalana en protesta por las actuaciones del Estado español. “Libertad”, “independencia” y “fuera las fuerzas de ocupación” fueron algunas de las consignas más repetidas.
La convocatoria fue realizada por la Mesa por la Democracia, que cuenta con el apoyo de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural, CCOO, UGT, otros sindicatos y otras casi 70 entidades sociales, profesionales, empresariales, culturales o deportivas, y que se constituyó días antes del 1 de octubre para defender los derechos de los catalanes.
Entre los asistentes estaban el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y la alcaldesa de Barcelona Ada Colau. También estaban representantes de la ANC, Agustí Alcoberro, y de Òmnium, Marcel Mauri, en representación de los presidentes de ambas entidades, encarcelados desde el pasado día 16.
Mauri señaló a la multitud que el Gobierno español se ha querido cargar la democracia, pero que «no podrá suspender las instituciones, porque las instituciones somos nosotros». «La soberanía popular no nos la podrán quitar», exclamó y agregó «con represión y violencia no podrán conseguir nada, porque somos un pueblo de paz».
Por su parte Alcoberro denunció la escalada represiva de los últimos tiempos y expresó: «hemos visto violencia policial, hemos visto encerrados en la cárcel dos hombres llenos de razón», en referencia a Cuixart y Sánchez considerados presos políticos.
Gràcies a tots, som un sol poble i som milions. La força de la gent no té limits i ahir ho vam tornar a demostrar.#LlibertatJordis pic.twitter.com/OcG17m60Np
— Crida Democràcia (@CridaDemocracia) 22 de octubre de 2017
«No podemos aceptar este ataque»
Puigdemont en su turno denunció que «el gobierno español, con el apoyo del partido socialista y de Ciudadanos, ha emprendido el peor ataque contra las instituciones y al pueblo de Cataluña desde los decretos del dictador militar Francisco Franco aboliendo la Generalitat de Cataluña».
«Se ha autoproclamado de forma ilegítima como representante de la voluntad de los catalanes», criticó el president catalán y agregó «sin pasar por las urnas, con un apoyo escaso y en contra de la voluntad de la mayoría, el gobierno de Mariano Rajoy quiere nombrar un directorio para teledirigir desde Madrid la vida de Cataluña».
«La humillación que pretende aplicar el Gobierno español erigiéndose en tutor de toda la vida pública catalana resulta inaceptable y se sitúa fuera del Estado de derecho», porque pretende imponer una forma de gobierno no elegida por los ciudadanos y sin una mayoría parlamentaria que la avale «, afirmó.
Puigdemont anunció que pedirá al Parlament que fije una convocatoria para abordar la aplicación del artículo 155, que ve como un «intento de liquidar el autogobierno» de Cataluña. Por el momento no hizo referencia a una posible declaración de independencia, pero aseguró que la sesión servirá para «actuar en consecuencia» tras constatar que el Gobierno de Mariano Rajoy ha dado un «portazo» este sábado a sus peticiones de diálogo.
«No podemos aceptar este ataque», afirmó.
Te recomendamos
La lucha de los Maoríes: Protestan realizando el famoso haka en el parlamento de Nueva Zelanda
El Parlamento de Nueva Zelanda vivió un momento de tensión el pasado jueves, cuando legisladores maoríes realizaron un haka, una danza tradicional que refleja la cultura y sentimientos de su comunidad.
Compartí tu opinión con toda la comunidad