Temer redefine al trabajo esclavo y genera preocupación

El gobierno de Michel Temer modificó las normas que definen el trabajo esclavo, según se publicó el lunes en el diario oficial de Brasil. La medida dificulta la penalización de los empleadores acusados de esa práctica, un reclamo de larga data del sector agropecuario.

Hasta el momento la legislación establecía como características «análogas a la esclavitud» la realización forzada de jornadas laborales exhaustivas, en condiciones degradantes o por restricción de la capacidad de moverse del trabajador debido a deudas contraídas con el empleador. Con los cambios solo será considerado trabajo esclavo cuando haya uso de coacción, exista cercenamiento de la libertad de movilidad del trabajador o éste sea obligado a trabajar bajo seguridad armada o por la confiscación de sus documentos personales.

La nueva normativa también determina que la llamada «lista sucia» de empresas que utilizan trabajo esclavo y que cada año era divulgada por un equipo técnico encargado de fiscalizar las condiciones de empleo ahora sólo se publique si así lo decide expresamente el ministro de Trabajo.

«El gobierno está entregado a quien esclaviza»

“Las nuevas normas acaban con la lucha contra el trabajo esclavo en Brasil”, a la prensa Tiago Cavalcanti, coordinador de la dirección de Erradicación del Trabajo Esclavo de la Fiscalía de Brasil.

Cavalcanti agregó que las nuevas normas “alteran directamente el corazón de la legislación, que es el concepto del trabajo esclavo”, y consideró que “limitar la definición de trabajo esclavo a la restricción de ir o venir es una equivocación histórica y jurídica”.

Finalmente señaló que es una demostración más de que “el gobierno está entregado a quien esclaviza”.

«Sólo tenemos que celebrar», expresó por su parte el ministro de Agricultura, Blairo Maggi, un empresario agropecuario que consideró que los cambios no son un retroceso, sino que prevén que nadie sea penalizado por «cuestiones ideológicas o porque un fiscal esté de mal humor».

Preocupación internacional

La nueva normativa del gobierno de Michel Temer sobre el trabajo esclavo despertó preocupación a nivel internacional.

Por un lado el coordinador del Programa de Combate al Trabajo Forzado en Brasil de la Organización Internacional del Trabajo, Antônio Carlos de Mello Rosa, dijo que hay “preocupación” por la modificación y consideró que se trata de un “retroceso”.

A su vez señaló que Brasil “deja de ser referencia global en el combate al trabajo esclavo y pasa a ser ejemplo negativo”.

El consejero del Fondo de las Naciones Unidas contra el Trabajo Esclavo, Leonardo Sakamoto, por su parte también criticó las medidas y alertó que el gigante sudamericano puee sufrir “problemas graves en el comercio internacional” si deja de publicar la «lista sucia».

Governo atende a pedido de ruralistas e dificulta libertação de escravos. Leia o texto: //t.co/M2fb4aPGNd pic.twitter.com/nXDsh0MUfG

— Leonardo Sakamoto (@blogdosakamoto) 17 de octubre de 2017

“La lista permite que un comprador externo elimine a un proveedor en lugar de imponer una barrera a todas las empresas agrícolas en Brasil. Gigantes del sector alimentario global usan esa lista; Brasil puede tener todo el sector agrícola bloqueado si no separa la paja del trigo”, alertó.